Impedimenta, 2011
I.
Un par de libreros amigos, cada cual
por su lado, me recomendaron sendas obras del autor hace algunos años,
rescatadas del creciente olvido por esta casa editora. Me incliné por este
título en particular porque era citado como emergente de la literatura obrera
inglesa de fines de los años ’50 del siglo pasado y había causado cierto
revuelo en su lanzamiento.
II.
La historia se ambienta en
Nottingham. Arthur Seaton es un joven de veintidós años que vive junto a sus
padres y hermanos en una de las tantas viviendas obreras ubicadas en las
cercanías de la fábrica donde trabaja como operario en la producción de piezas
para bicicletas. Su vida transcurre entre su empleo –de lunes a viernes- y los
ansiados fines de semana, donde se entrega al alcohol, el sexo y peleas.
III.
Fiel reflejo del estrato social
obrero, el guapo Seaton resulta un listillo
que sabe cómo actuar dentro de su quehacer laboral para no despertar sospechas
ni enconos, mientras que no pierde oportunidad de acostarse con las mujeres de
sus compañeros y amigos cuando éstos se hallan ausentes, algo que los turnos
horarios de la fábrica le facilitan. Pero el chismerío del barrio lo delatará y
deberá aprender que no se puede engañar siempre a los demás.
IV.
Con una magnífica composición
psicológica de su personaje principal y un puñado de situaciones que por
desopilantes no resultan menos creíbles, Sillitoe construye un friso de época,
donde aborda con una mirada crítica la realidad de los jóvenes ingleses de
aquellos años, sin más alternativas que convertirse en esclavos de una cadena
de montaje para subsistir, y la necesidad de desahogo de una vida monótona y
marchita.
V.
De estilo directo y coloquial, con
una prosa fluida, Sillitoe nos habla del paso del inconformismo y la rebeldía
juvenil a la madurez de toda una clase que no cuenta con recursos suficientes para
tomar decisiones libremente y se ve conducida hacia una adultez gris y sin
matices. Por momentos, Seaton me hizo recordar la realidad que vivía Tony
Manero, el personaje encarnado por John Travolta –que lo catapultara a la fama
en Saturday Night Fever-. Espejo de
una época, es un libro para tomar en cuenta.
Pues esto me gusta mucho. El personaje no sé lo bien que me caerá, mucho igual no pero la historia sí me atrae. Y encima me nombras al Mañero y su fiebre y ya me has leído. Porque conste que tampoco me cae muy allá pero la peli es muy especial para mí.
ResponderEliminarPor todo ello, le haremos hueco en la cantina.
Besitos febriles.
Si te pones con tiquismiquis, pues... Maja, que ya no se con qué convenceros.
EliminarDeja al protagonista y enfoca la realidad subyacente. Entonces podrás ver el parecido con don Travolta. Habría que conocer el motivo 'tan especial' de la peli. Como dices tú: no sé, no se...
Hazle un hueco, que lo vale. Y una pregunta que ronda: ¿puedes reconocer en qué momento dejaste de ser niña-púber-adolescente, para saberte mujer? Es retórica, no me tienes que responder -menos, públicamente-. A lo sumo, nos lo podemos responder a nosotros mismos, si cabe. Pues eso.
Besitos picantes.
Rescatas este libro de mi lista de pendientes. Y lo rescatas literalmente porque no he reconocido el libro a primera vista y no ha sido hasta que empecé a leer tu reseña que me sonó y me percaté de que alguna vez lo tuve en cuenta para ser leído. Ahí se quedó, sepultado entre tantas lecturas apetecibles.
ResponderEliminarMe atrae ese contexto social, ese determinismo social que nos hace reflexionar en cuánto puede determinar una vida el momento y el lugar en el que se nace.
Lo vuelvo a tener en cuenta.
Un abrazo
Es un libro, Lorena, que deja sedimento -poso, como decís vosotros-. Y bien podría ser de tu agrado, dicho en función de tus lecturas.
EliminarSeguramente, el hecho de haber nacido tú en Asturias y yo aquí influye soberanamente en nuestras realidades. A veces creo que no seríamos quienes somos si nuestra geografía cambiara. Con todo, es un libro que ahonda en el paso a la adultez, en un medio social obrero, carente de satisfacciones para los más jóvenes -¿te suena?-.
Apelo a tu sensibilidad de mujer para que disfrutes de este libro, si anda por allí.
Un beso para ti, Guapa.
De "los jóvenes airados" ingleses, solo he leído a Kingsley Amis y al gran Philip Larkin, conozco a Pinter y a Sillitoe. LOS conocí, (bueno a Larkin siempre creo que lo he conocido jaja es uno de los poetas que más me gustan -a pesar de que sus poemas, al traducirlos, deben perder su mirada más clara-)decía que los conocí precisamente por esa aversión que conoces, Marcelo, al clasismo en la literatura inglesa, dicho grupo fue una reacción al tipo de literatura imperante en los que ese clasismo estaba presente,- De Silitoe tengo "la soledad del corredor de fondo" (la típica), Debo decir que, lo mismo que adoro a Larkin, Amis no fue muy de mi gusto, porque no vi demasiada diferencia con el resto de esa literatura inglesa, pero bueno es posible que esperara otra cosa.
ResponderEliminarGracias Marcelo
Un abrazo
Hay un dejo de rebeldía en las letras de Sillitoe que puede apreciarse apenas lo lees. Es esa disconformidad con la situación social la que ha llamado mi atención a la hora de elegirlo.
EliminarCoincido con tu apreciación sobre Amis padre; su hijo me parece aún más ácido y rebelde que él.
De Larkin sólo me aguarda 'Jill', pero me sabes siempre dispuesto a buscar material que me recomiendes sobre su poesía, si es que tanto le aprecias.
De Sillitoe me queda 'La soledad...'; de Pinter, nada de nada.
No soy tan reacio a la literatura clásica inglesa, pero respeto tu mirada acerca de ella.
Cuídate, Maestro.
No he leído la prosa de Larkin. ERs curioso que fuera nombrado poeta preferido de Inglaterra(o algo así), pero estudiando y leyendo sobre él,hablan los traductores exigentes que sus poemas con cierto aire ,digamos, alegre en español, no corresponde con el original en inglés más cercano a lo ácido y lo amargo.
EliminarPero yo me conformo con lo que tengo.:)
un abrazo
Es decir, es preferible leerlo en el original inglés, y mecerse con él...
EliminarGracias por la recomendación.
Otro abrazo.
La novela social siempre es interesante si tiene calidad (igual que el cine social). No conozco a este autor pero lo que cuentas me parece atractivo.
ResponderEliminarUn gran abrazo (con un calor fulminante)
Sillitoe no solo narra la historia del joven Seaton y su entorno social, sino que brinda detalles de lo que acontece con aquellos obreros que viven en los barrios fabriles, teniendo que cubrir una cuota de producción diaria y cuya única liberación toma forma de sexo y alcohol hacia los fines de semana.
EliminarEstimo que será de tu agrado, Uto, por el trasfondo social.
Un abrazo, con lluvia y frío.