domingo, 5 de agosto de 2018

Parodia sobre el control de la natalidad. La caída del Museo Británico, David Lodge


Anagrama - Quinteto, 2003

I.

            Oportunamente aparecido hacia 1965, en medio de un fuerte debate social sobre el uso de la píldora anticonceptiva y el aire de renovación en la Iglesia católica que produjo Juan XXIII y el Concilio Vaticano II –que bien pronto su sucesor, Paulo VI, se encargó de sellar-, el mayor acierto del libro ha sido convertirse en caja de resonancia de las posiciones encontradas en el seno de los fieles a ese credo, a saber: los métodos aceptados por la Iglesia sobre el control de la natalidad.

II.

            Adam Appleby es un posgraduado de veintiséis años, casado hace cuatro años con Barbara y con tres niños ya. Católicos prácticos, basan sus relaciones sexuales en el Método Seguro, único aceptado hasta entonces por la Iglesia, fundado en la diferencia de temperatura corporal post-ovulatoria de la mujer. El problema es que Barbara tiene un retraso de tres días, y la economía familiar -que tiene como único ingreso la beca de investigación de Adam- no les permite seguir teniendo hijos.

III.

            Así, toda la novela gira en torno a esta incertidumbre. Adam es incapaz de concentrarse en su tarea cotidiana –una investigación sobre la obra de D. H. Lawrence- que desarrolla dentro del Museo Británico, y su humor cambia continuamente según los altibajos de su esposa. Para colmo, la fortuna lo lleva a contactarse con una mujer de mediana edad que tiene en su poder un manuscrito inédito de un escritor católico menor, ya fallecido, y con su seductora y sensual hija adolescente, quien solo desea dejar de ser virgen.

IV.

            Con una prosa fluida, escenas grotescas y cómicas, diálogos desopilantes y un puñado de personajes bien delineados, Lodge construye una parodia destinada a burlarse  –eso sí, con altura- de la pacatería religiosa mojigata, cuando soplan vientos de cambio. Y, de paso, desnuda pormenores del mundillo literario, como los ascensos en las becas, la cultura del gueto académico y lo exiguo de la asignación pecuniaria recibida por los becarios, entre otros.

V.

            La edición se acompaña de una apostilla del propio autor, escrita quince años después de la aparición, donde explica el génesis de la novela. Además, cierra con un flujo de conciencia de Barbara, que remeda con algo de sorna el capítulo final del Ulises, de Joyce, a cargo de Molly Bloom. Divertido y entretenido, es un libro que arranca sonrisas y mejora el humor del lector.

4 comentarios:

  1. No me suena de nada, ni autor ni título, sin embargo la trama me parece interesante y, sobre todo, ese sentido del humor para tratar las "cosas" del catolicismo.

    Un gran abrazo!!

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    1. Lo elegí porque es irreverente con la institución eclesial, no importa cuál credo critique.
      Creo que la pacatería permanece en algunos círculos conservadores y Lodge se burla con inteligencia, U-to.
      ¡Imagínate este libro en plena discusión acerca de la píldora! A sabiendas de tu amor por la historia social, puede resultar(te) interesante.
      Un abrazo fuerte para ti!

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  2. Hola Marcelo siempre he tenido a Lodge en el asiento trasero o en el vagón últimos después de Sharpe, supongo que por la fama arrasadora que tuvo en los 80 - 90 este último. EL humor inglés siempre ha sido un mar de dudas para mí, no sé si este es el humor de Jerome K Jerome (tres hombres en una barca...y similares), o es el humor de Wodehouse (digamos parecidos y fáciles) o es el humor bestia de Sharpe o es el humor de Wilde, o es el extraño y plano de Kingsley Amis o el cruel de Flann O'Brien... o el elitista y .... de Evelyn Waugh... o el fantástico de Douglas, o.… nunca he entendido eso del humor inglés como definición concreta de un estilo, siempre lo he tomado como una etiqueta falsa. Además quitando a Sharpe, -y con la novedad- pocas veces me he reído con ellos. Si tengo que elegir prefiero el Humor de "LA vida de Brian" que el humor de la mayoría de sus novelas...
    Si debo darle a Lodge será por tu recomendación.
    Gracias
    Un abrazo

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    1. Hola, Maestro
      No podría asegurar cómo es el 'típico humor inglés', pero creo que tiene mucho de burla en sordina. Me parece que Wodehouse lo encarna bastante bien.
      Lodge aprovechó el momento histórico para escribir un libro gracioso, basándose en los argumentos que la propia sociedad le brindaba. Espero que sea de tu agrado.
      Me has hecho recordar que tengo varios libros de Sharpe, de la serie 'Wilt' para encarar.
      Un abrazo. Cuídate.

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