Existen paradojas entre cine y letras. El film basado en este título
recibió tres premios Óscar, uno de ellos por el trabajo de su actriz
protagónica. Al año siguiente, otro film del mismo director con el mismo
guionista y la misma pareja actoral -basado en otra novela de época-, fue
candidato con ocho nominaciones… sin conseguir ninguno. Sin embargo, el
escritor de esta última novela recibió muchos años después el Premio Nobel de
Literatura (Kazuo Ishiguro). Me debía a mí mismo encarar alguna de las obras de
Forster.
E- book 31
E. M. Forster (Alianza, 2005)
La
familia Wilcox y las hermanas Schlegel se conocen durante un viaje en Alemania.
Al intimar en las excursiones, los Wilcox invitan a las hermanas a su casa
rural, pero solo Helen, la menor de ellas asiste, pues Margaret (Meg), debe
cuidar a Thébald (Tibby) –el hermano menor- que ha pillado la fiebre del heno
en un viaje a Londres. El relumbre de la mansión Howard, junto a la cercanía de
Helen con los chicos Wilcox –Charles, Paul y Evie- y el carácter pasional de
aquella concluyen en un malentendido que separa a ambas familias.
El Destino hace que poco tiempo
después la familia Wilcox se establezca justamente frente a los Schlegel y los
vínculos vuelven a reanudarse, particularmente entre Meg Schlegel y Mrs.
Wilcox. Tanto es así que al morir ésta cede su vieja mansión a Meg, pero tanto
el viudo como sus hijos ignoran la cesión, amparados por la nula validez del
documento escrito en lápiz. Por otra parte, un mal consejo de Henry Wilcox
precipita a la miseria a un joven conocido de Helen, quien no ceja de
responsabilizar a Wilcox del infortunio mientras intenta conseguirle empleo.
Forster utiliza el enredo inicial
para desarrollar una crítica social que subyace en lo que hoy podría llamarse
una sitcom, una comedia de
situaciones muy del estilo de las series de TV norteamericanas. Ambientada
hacia principios de siglo XX, tanto los Wilcox como los Schlegel van viviendo
distintas alternativas con el paso del tiempo hasta cumplirse la voluntad final
de Mrs. Wilcox, aunque de forma inesperada.
Destaco de esta novela la perfecta
composición psicológica de los personajes. Las hermanas Schlegel encarnan el
pensamiento liberal y el amor por la cultura mientras que los Wilcox
representan el mundo del poder, del dinero y del pragmatismo. El contraste no
puede ser más marcado, pero Mrs. Wilcox se inclina a seguir sugerencias de Meg
Schlegel, aún sin compartir del todo sus ideas acerca del rol de la mujer.
El núcleo narrativo de carácter
romántico sirve de vehículo a la denuncia que Forster realiza sobre las clases
acomodadas, con sus vidas superficiales y sus comentarios irresponsables,
siempre dispuestos a dar la espalda a aquel que necesita ayuda. Con una prosa
fluida y un narrador omnisciente que se permite acotar sobre los personajes,
Forster construye una novela sólida, entretenida y por momentos memorable.
Imposible dejar pasar.
Film
James Ivory (Merchant Ivory, 1992)
Como comentaba al inicio, el
funcionamiento de la pareja protagónica es soberbio, tanto en este film como en
el del año posterior –probablemente, algo mejor en Remains of the Day, pero Hollywood no es dado a repetir la
premiación en años sucesivos…-. El superlativo trabajo de Emma Thompson,
componiendo una Margaret Schlegel pragmática y calculadora, tal como Forster la
describe en la novela, destaca muy por encima del resto del elenco, si bien el
inescrupuloso Henry Wilcox, a cargo de Anthony Hopkins, se apega bastante bien
al texto original, aunque le falta algo de carácter.
Si se quiere, la breve aparición de
Vanessa Redgrave en la piel de Mrs. Wilcox brilla por sí misma, acompañando
adecuadamente el trabajo de Thompson, lo que permite un mayor lucimiento de
ésta. Los roles de la siempre efectiva Helena Bonham Carter y del certero
Samuel West (como Helen Schlegel y Leonard Bast, respectivamente) aportan
calidad interpretativa al conjunto.
Otro punto alto se sitúa en el
guión. La adaptación de Ruth Prawer Jhabvala a la pantalla captura muy bien la
esencia psicológica de cada personaje y le confiere fluidez a toda la historia.
Por otra parte, no deja afuera ninguna escena importante del original, tratando
con el máximo de los respetos a la novela de Forster.
Finalmente, la dirección artística,
con vestidos de época y una fotografía exquisita, redondea una acertada
realización de James Ivory. Un muy buen film para disfrutar.
Testimonio del decimotercer Pelibro
Prometí a un amigo que vería esta película y la otra que citas: lo que queda del día, vi solo esta última, por lo tanto, para cumplir la promesa tengo que ver esta. Sin embargo, lo que queda del día, no me gustó nada. Ya sabes por el pie que cojeo Marcelo...;). Pero como todo, creo que con la edad es así,la vida es mutable, por ejemplo, no me gustaba Charlie Parker, Bird, y llevo tres días que no dejo de escucharlo, 6 y 7 horas al día, no me ando con chiquitas-ya sabes- jaja. Así que no niego que algún día lea o vea estas novelas y me atrapen.
ResponderEliminarun abrazo
cuídate
Si, Wine, estoy al tanto de tus preferencias y lo que tiene que ver con lo inglés clásico está fuera de tu agrado.
EliminarIndependientemente de tus gustos, las actuaciones de Hopkins y Thompson son muy buenas a mi parecer.
De las dos novelas, elegiría ésta para leer. Eso por si tus gustos cambian... o te equivocas, ja ja.
Un fuerte abrazo.