DeBolsillo, 2017
I.
Decidí hacer la experiencia de
enriquecer mis lecturas compartiéndolas con otros lectores en una suerte de
grupo lector y el título venía incluido en la propuesta. Ya había incursionado
en los relatos de Munro pero no en la estructura de una novela, lo que acicaló
mi curiosidad y disposición para volver a ella.
II.
Del Jordan es una mujer adulta que
recuerda su infancia cuando contaba once años en las cercanías de un pueblo llamado
Jubilee. Junto a sus padres, su hermano Owen y un puñado de personajes locales,
nos va llevando hasta alcanzar una incipiente adultez. En sentido estricto, es
una novela de iniciación; sólo que cada capítulo mantiene su propia independencia
del resto. Visto en perspectiva, semeja un trabajo destinado a componer una
miniserie de TV.
III.
Del describe su entorno familiar,
con un padre criador de zorros plateados, un hermano menor poco afecto al
estudio y una madre omnipresente cuyas inquietudes intelectuales, su amor por
el saber y la cultura en medio de un pueblo sin aspiraciones bordea
peligrosamente el ridículo. En cada desarrollo, son las mujeres las que llevan
la acción –de allí el título-. Así, las tías paternas, la maestra de labores,
la profesora de teatro, su amiga Naomi, la inquilina de su madre son las
figuras de las que Munro se vale para introducir cada uno de los temas que
tienen que ver con la mirada de la gente de pueblo y sus mitos, las creencias
religiosas, los primeros amores, la importancia del arte, el descubrimiento del
sexo y del abuso sexual, el misterio de la muerte, etc.
La versión digital, gentileza de Epublibre
IV.
Ambientada hacia 1942 –el inicio de
la participación americana en la Segunda Guerra Mundial- y conducida por
espacio de seis o siete años, Del ilumina cada escena con sus agudas
reflexiones, sus argumentaciones racionales y un análisis descarnado de
personas y situaciones haciendo uso de una sinceridad extrema. El tejido que
conecta cada historia está tan bien articulado que favorece la fluidez
narrativa y le confiere solidez a toda la novela.
V.
Con una prosa proverbial, el uso
adecuado de recursos literarios y un contrapunto madre – hija inolvidable,
Munro construye una obra que justifica su devoción por la escritura –relatada
en el Epílogo, cuando deja de lado su mirada hacia los demás y la centra en sí
misma-, haciendo las delicias de todo amante de la buena literatura. Para el
aplauso.
Entonces sí, me apunto a novela que da ganas de aplaudir. Y a personajes que no se dejan nada guardado en el cajón, que miran hasta en lo más profundo. Y también tengo que decir que la portada es preciosísima.
ResponderEliminarBesitos emocionados
Se que la has de pasar 'pipa', porque sus protagonistas son mujeres de carne y hueso -mi vieja socia diría que es material para su blog (así se llama)-.
EliminarMi madre ya no está, pero se la hubiera regalado.
Y sí, no se deja nada guardado, pero no hay agresividad ni rencor, lo que redunda en mayor equilibrio.
Presiento que la portada te ha llamado la atención tanto como a mi la de Gamboa, ja, ja.
Besitos fieles.
Alice Munro es una de mis grandes pendientes, así que te agradezco que se la recuerdes a mi memoria. La verdad que siempre había pensado en leer alguno de sus libros de relatos, ya que me gusta el género y siempre se alaba tanto su narrativa corta. Pero me llama también la atención esta novela por lo que comentas en tu último párrafo de esa relación maternofilial y de lo que cuenta la propia Munro en el epílogo. Veremos por qué me decido.
ResponderEliminarUn abrazo
Llama poderosamente mi atención que una gran lectora como tú no le haya brindado a Munro una oportunidad, Lorena. Creo que te llevarías muy bien con ella. Tiene mucho de sabia -en base a su propia experiencia- y sus letras reflejan una mirada profunda acerca de la realidad del género femenino.
EliminarLa madre es un elemento omnipresente y su texto resume en gran medida todo lo que hacemos los hijos para diferenciarnos y no volvernos una réplica, por más que tengamos elementos comunes.
El Epílogo se ocupa de sí misma; de Munro como escritora de historias. El conjunto, una excelente combinación.
Un fuerte abrazo.
No he leído nada de Alice Munro porque casi toda su obra consiste en relatos, género con el que recientemente empiezo a reconciliarme. No conocía esta novela suya, pero la apunto porque me parece que es una novela para mí. Las relaciones madre hija, son una de mis debilidades literarias.
ResponderEliminarMuchas gracias por tan valiosa información.
Un beso.
No es una novela al uso habitual; más bien es una colección de historias con un hilo común. Pero ninguno de sus capítulos tiene desperdicio.
EliminarSí es una novela para ti, si tu interés por las relaciones materno filiales son una debilidad. La madre es el gran contrapunto y las reflexiones y acciones que dispara en la protagonista te han de encantar.
Nada de agradecimientos; me alcanza con tus recomendaciones, Rosa.
Otro besote para ti.
Me encanta Munro (esta novela no la he leído), escribe extraordinariamente bien. Su introspección en la vida cotidiana, donde las mujeres siempre son protagonistas, tiene una gran agudeza. Parece que no pasa nada, pero siempre pasa mucho en esas "pequeñas historias".
ResponderEliminarAbrazos!!!
Sí que escribe magníficamente, Uto! Y su mirada es tan aguda como lo señalas.
EliminarLeyéndola, he llegado a la conclusión que nuestro derredor alberga muchas más cosas que las que solemos apreciar, lo que resulta inspirador, ¿no?
Un gran abrazo para ti!
Vaya, se nota que has disfrutado sobremanera esta novela de Munro, a la que sigo sin leer, y eso viniendo de alguien tan "leído" como tú... dice mucho de las excelencias que nos esperan con su lectura.
ResponderEliminarQué tendrá Canadá , cuna de magníficas escritoras como Alice Munro, M. Atwood, Marian Engel, o Ann-Marie MacDonald, que nos ha mostrado Rosa en su blog, cosa curiosa esto de Canadá ;)
Un fuerte abrazo, Marcelo.
Sí, Paco. Aunque imagino que tanto tú como Araceli la podéis disfrutar puesto que no cuenta nada nuevo, pero lo hace con una hidalguía, un estilo literario poco frecuente.
EliminarNo sé que tendrá Canadá, amigo, además de una política de radicación para parejas jóvenes -que quieran ampliar la familia- nada despreciable. Y un frío de órdago, por más que las casas se encuentren bien calefaccionadas durante el largo invierno. Sus escritoras ya son un motivo de visita cultural en sí mismo.
Un gran abrazo, pibe!
Hola Marcelo, me gustó y me recordó, quizá porque había leído sus cuentos completos poco tiempo antes, a Flannery O'connor,a sus cuentos... a"Sangre sabia".
ResponderEliminarGracias como siempre
un abrazo
Hola, Wine
EliminarFlannery O'Connor es una cuenta pendiente. Si bien creo tener su obra completa, nunca encontré la ocasión para visitar su obra. Sospecho que me intimida un poco la cantidad de páginas tanto de sus novelas como de sus cuentos completos. Prometo subsanar el error lo más pronto posible.
Gracias por recordármela!
Un fuerte abrazo, Maestro.