Anagrama, 2014
I.
Concluyo la Trilogía Hermanas con
este ejemplar. Si bien el título no hace referencia al vínculo, de hermanas se
trata. Tres fueron los comentarios que me llevaron a él. El primero y más
antiguo, era lapidario. El segundo, un par de años posterior al primero,
entusiasta. El último, hace relativamente poco, entre aguas. No había manera de
dilucidar sin hacer experiencia.
II.
Han pasado treinta años. Saladina y
Dolores vuelven a la Tierra de Chá, aquella aldea que las vio nacer y crecer
junto a su abuelo Reinaldo. Exiliadas durante la Guerra Civil y refugiadas en
Inglaterra, ambas han adquirido un par de máquinas de coser Singer -y el oficio
de costureras-, el dominio del idioma inglés y el amor por el cine. Pero el
pueblo gallego donde se ambienta la historia a mediados de los años ’60 de
siglo anterior, apenas las ve llegar comienza a inquietarse. Es que la sola
presencia de ese regreso remueve un pasado que hubiera sido mejor olvidar.
III.
Todos guardan secretos que se irán develando a
medida que nos adentramos en sus páginas: las hermanas, el abuelo difunto y la
gente del pueblo. Y lo que comenzó como una vuelta a la sencillez de una vida
rural aislada y monótona se irá transformando según las necesidades de
pertenencia, los reclamos de los vecinos y la competencia entre hermanas, en
una pérdida del delicado equilibrio que brindaba el pacto de silencio inicial.
IV.
El mayor acierto de Sánchez-Andrade estriba en
que toda la historia está condimentada con leyendas y supersticiones
pueblerinas, una minuciosa descripción de actividades y sentires de sus
personajes –porque todos tienen algo que ocultar-, una pizca de realismo mágico
y gran dosis de frustración de vivir una vida sin horizontes ni aspiraciones.
Así, la narración cobra relieve y los pormenores sostienen los hechos más
significativos de la trama.
V.
Con una pluma ligera, personajes
bien delineados, enigmas y misterios que se aclaran paulatinamente, escenas típicas
y mucho contrapunto entre la Fea y la Guapa, el libro resulta una bocanada de
aire fresco, sin mayores aspiraciones. Apropiado para un viaje corto o para un
fin de semana de descanso.
Lo tengo pendiente hace mucho tiempo, desde que vi alguna reseña entusiasta en algún blog. este es de los que fueron quedando relegados en la lista. Gracias por rescatarlo del olvido.
ResponderEliminarUn beso.
Lo había apuntado cuando Agnieszka lo comentó, y me lo allegó a los pocos días -hace cosa de tres años-. Me pareció oportuno incluirlo dentro de esta Trilogía. Un libro entretenido.
EliminarUn beso para ti, Rosa.
Lo apunté hace mucho tiempo pero como es de esos libros que se quedan sin hacer demasiado ruido aún no le ha llegado la hora. Me gusta mucho eso de las leyendas y mitos en tierras gallegas y los dramas rurales. Ese mirar de reojo a gente que viene de fuera da para mucho.
ResponderEliminarBesitos mágicos
Es una novela costumbrista, con mucho condimento de aldea gallega. De hecho, utiliza algunos vocablos propios de esa lengua. La trama se lleva bien y la tensión narrativa se mantiene hasta el final. Creo que te gustará.
EliminarBesitos confiados.
Galicia siempre tiene algo que acepta el realismo mágico, aunque solo provenga de su literatura o de sus mitos (la santa compaña...), o será que me gusta mucho Valle Inclán, y siempre tiene algo de mágico.
ResponderEliminarMe encanta el nombre de una de las hermanas : SALadina, tan fiero el nombre que rememora y tan enemigo de los mitos de nuestra escuela que lo adoro...;)
gracias Marcelo
Un amigo personal que ha vivido en esas tierras corrobora su esencia mítica, Wine.
EliminarSaladina no sólo tenía fiero el nombre: había perdido su dentadura de joven, masticando piedras; tú me entiendes... Algo de Llamazares en otra geografía.
No sabes cuánto me alegra recorrer España toda a través de estos libros. Me acercan más a Uds.; a vuestra gente.
Un abrazo, Maestro.
Añadir que fueron las mujeres con su habilidad para coser las que salvaron, muchas veces, a las familias represaliadas en la posguerra. El argumento me gusta y Agnieszka tenía muy buen gusto en lo que leía.
ResponderEliminarAbrazos!!
No sabes cuánto la extraño, U-to. Su buen gusto iba unido a su generosidad. De no ser por ella, jamás habría podido leer este libro, que tan buenos momentos me ha aportado. A medida que leo libros como estos, empiezo a creer que mantengo una deuda cultural con todos vosotros. Con vuestra gente.
EliminarUn gran abrazo!
Yo también lo tenía apuntado para leer, al igual que Rosa y Norah, pero ni me acordaba de él en este momento. Así que gracias por el recordatorio.
ResponderEliminarUn abrazo
Para nada. Para eso estamos, para recordarnos buenos libros, Lorena. He apuntado muchos de tus lecturas, aunque a veces se hace difícil obtenerlos. No todo lo que se publica por allí, llega a estas costas.
EliminarCon libros como éste, aprendo mucho de la vida en la campiña española.
Un abrazo para ti.
Galicia siempre ha tenido un potencial literario que quita el hipo, como decimos por aquí, es una región en donde la leyenda, el mito y la realidad han convivido como un único ente, creando una tradición oral riquísima que, claro está, ha sido vertida la literatura con obras sobresalientes, corroborando lo que apunta certeramente Wineruda.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, pibe!!
Autores como la presente rescatan estas leyendas y mitos junto a las costumbres que han hecho de cada región su signo distintivo.
EliminarY lectores como tú, que nos recordáis obras que han sido depositadas en esa negra espalda del tiempo que es el olvido, hacen otro tanto.
Qué bueno, entonces, que ambos se combinen para enriquecer a los profanos, como quien escribe.
Un fuerte abrazo, Merengue!