Acantilado, 2017
I.
Quizás lo más
curioso de este breve libro sea que su autor intenta hablarnos sobre cómo
mejorar nuestras sociedades a través de una enseñanza que permita el cabal
desarrollo personal de los alumnos, en un tiempo donde parecen primar la
especificidad de los conocimientos y el uso de la tecnología y la información
por encima de la formación humana. Utilizar la literatura como elemento disparador,
es su propuesta.
II.
El
libro se estructura en dos partes. En la Introducción, Ordine nos brinda su
mirada acerca de la pedagogía actual y su vínculo con el desarrollo moral de
las nuevas generaciones. Así, critica el curso que han tomado las diversas
carreras de estudios, enfocadas más en la búsqueda de ofrecer a sus estudiantes
una ocasión propicia para un rédito económico o un ascenso social veloz, sin
reparar en que el ser humano debe ser considerado como una unidad, con
necesidades tanto de racionalidad como de afecto y comprensión. Las artes –y la
literatura en especial- pueden brindar una importante complementariedad.
III.
Según
Ordine, los institutos de enseñanza deben presentar docentes idóneos, capaces
de despertar la curiosidad y fomentar el pensamiento creativo de sus alumnos, estimular
el juicio crítico e independiente con el fin de intentar formar un ser humano ético
y consciente de sus actos. Para ello, no ha tenido mejor idea que seleccionar
una multitud de textos de autores clásicos –y contemporáneos-, de los que
pueden colegirse distintas enseñanzas morales. Éstos componen la segunda parte
del libro.
IV.
Desde
Platón a Borges, pasando por Shakespeare, Yourcenar, Ariosto, Cervantes, Ítalo
Calvino, Goethe y otros no tan célebres, el autor desgrana los temas morales de
siempre: la esclavitud que suponen los vicios, la avidez de ganancias, el
fanatismo religioso; y otros no carentes de vigencia: la violencia de género,
la corrupción, la indiferencia ante los atropellos, etc. Cree que la lectura
detenida de estos fragmentos –con la correspondiente aprehensión de sus
enseñanzas por parte de los lectores- es fuente de sabiduría, puesto que
enseñan a pensar y a vivir mejor.
V.
Fruto
de un proyecto que fuera realizado en la Universidad de Calabria -donde las propuestas eran debatidas por Ordine y los eventuales participantes, fuera de la clase
ordinaria-, de estilo coloquial y ameno, cada texto se acompaña de su
interpretación. Se puede disentir con ella, incluso con algunos aspectos que el
autor utiliza como punto de partida, pero el conjunto no tiene desperdicio.
Efectivamente no tiene desprecio, el problema es que no llega donde tiene que llegar. Pocos han sido los docentes que a lo largo de mi vida me han enseñado de verdad, simplemente compartían conocimientos científicos. Lo malo de estos libros es que los leemos los que ya sabemos que leer es vital para cualquier ser humano. La gente que no lee y que no lo considera necesario no va a leer libros que les lleven la contraria.
ResponderEliminarEs una verdadera pena lo que está pasando con la educación al menos en mi país y las pocas ganas que hay de cambiar nada. En fin, que este libro/alegato que ya he leído no llegó a la cantina pero me alegro de poder comentarlo en este tu rinconcito.
Besitos conformes.
Hay una suerte de amargura en tus líneas, Norah, por más que te asista la razón -y yo la comparta-.
EliminarEl problema de la educación es, si no global, al menos una de nuestras cuestiones pendientes en Iberoamérica. Te imaginarás que como docente no puedo sentirme ajeno.
En lo personal, no se si comparto todo lo que se intenta exponer, como tampoco apuntaría todos los libros citados; pero para alguien que lee poco, considero que sería un buen comienzo.
Gracias por seguir coincidiendo.
Besitos amistosos.
Me gustó mucho este libro. De él apunté muchos pendientes para leer. Un abrazo
ResponderEliminarAprovecho para pedirte disculpas, Esther. No había apuntado tus líneas; acabo de visitarlas. En lo fundamental, veo que coincidimos, lo que me complace sobremanera.
EliminarRecibe un fuerte abrazo desde estas tierras. Gracias por tu aporte.
A lo largo de mi vida de profesora he visto como las asignaturas de humanidades iban perdiendo espacio frente a las científicas. Pero en los últimos tiempos, hasta la Biología ha perdido frente a la Física o, sobre todo, la Tecnología. La última Ley Orgánica de Educación, la LOMCE, quitó un montón de horas al departamento de Biología y Geología y las aumentó en el de Tecnología. Nosotros sobrábamos y a ellos les hacían falta profesores.
ResponderEliminarPero no es solo el Sistema Educativo. Los alumnos prefieren carreras que les aseguren el puesto de trabajo y el ganar dinero. Creo que el Sistema Educativo responde a esas exigencias sociales, aunque no debería, sino que su reto tendría que ser luchar por mantener lo que siempre se consideró EDUCACIÓN que no es precisamente formar ciudadanos para hacerse ricos, pero...
Un beso.
Es que el capitalismo tiene sus normas y su estilo de admisión, Rosa. Y los más jóvenes toman nota de ello, por más que sus preferencias personales no se acoplen. Ellos se preguntan cómo han de sobrevivir en una sociedad cada vez más competitiva y especializada. Los diseños curriculares intentan responder a esa demanda.
EliminarLo que considero lamentable es el deterioro de la preparación como seres humanos integrales, escasamente contemplada bajo esa mirada. Y que los institutos de formación docente no eleven sus reclamos al respecto, resulta altamente llamativo.
Albergo la esperanza que las jóvenes generaciones que nos sucedan, algún día tomarán conciencia que la riqueza no se mide por lo abultado de una cuenta bancaria.
Recibe un gran beso desde aquí.
Hola Marcelo. Interesante lectura, la había visto con anterioridad pero me la traes a la mente, la tengo en lista. Leo algunos comentarios que han dejado a este post e igual de interesantes. Me lo anoto, no sé si estaré o no en todo de acuerdo, pero seguro que me dé para reflexionar y apuntarme unos cuantos títulos... :D
ResponderEliminarHola, María. Placer de tenerte por aquí.
EliminarÉste es uno de los libros a los que tú le sacarías jugo. No solo para que apuntes títulos, sino por la mirada que Ordine ofrece sobre la necesidad de acudir a 'los clásicos'; de esos que suelen hacerse presentes en tu espacio, en tus lecturas.
Un libro que te agradará.
Un abrazo.
Una lectura la mar de interesante Marcelo, seguro que disfrutaré con ella y es una oportunidad para recuperar esos clásicos que llevan tanto tiempo esperando.
ResponderEliminarSoy optimista, a veces es necesario y pienso que la educación todavía tiene esperanza, no parece que el camino vaya a ser fácil, la maleza ha crecido mucho, pero sigue habiendo un camino. Un abrazo.
No puedo dejar de estar de acuerdo contigo, Ana. Ordine procura una selección de textos donde el carácter moral queda expuesto en cada párrafo, demostrando que aún esos libros que hablan de un pasado, mantienen su vigencia acerca de la ética.
EliminarA punto de concluir mi carrera docente, creo que jamás abandonaré la creencia en que la educación no solo ha de ser el camino hacia la igualdad, sino que es el vehículo para cambiar nuestras sociedades. El libro de Ordine se dirige en ese sentido.
Un abrazo para ti.