I.
Varias fueron las razones por las
que he vuelto a las letras de Baxter en tan corto tiempo. Para empezar, fue una
reseña allende el Atlántico la que me hizo apuntarlo y buscarlo en su momento.
Después, el haberse reeditado –y leído- la novela anterior. Finalmente, la
propuesta de un grupo de lectores en el que participo que lo eligió como
lectura para el mes de enero ppdo.
II.
Bradley W. Smith se sienta en un parque junto
al autor -que padece insomnio- una madrugada en Michigan. Y le cuenta parte de
su historia: su separación de Kathryn. Además, le propone escribir una serie de
historias de amor que Bradley llama El
festín del amor, título no sólo del libro que adopta Baxter, sino de una
pintura que él mismo ha realizado y está colgada en la cafetería de su
propiedad. A partir de allí, el autor parece haber seguido el hilo y, después
de entrevistas varias, obtener un buen puñado de historias que reflejar.
III.
Si bien el texto focaliza en
Bradley, junto a él aparece el deslumbramiento de Kathryn por otra jugadora de
volleyball –razón de su separación-; la necesidad de tener una mascota –y el
costo familiar implicado-; el matrimonio con Diana –y la relación sexualmente
gozosa de ella con David, un hombre casado-; el vínculo con sus vecinos Harry y
Esther Ginzberg, ambos al borde de los sesenta –con un hijo que da problemas- y
la verdadera historia de amor entre Chloé y Oscar, sus empleados, con la que
concluye este trabajo.
IV.
Lo que destaco de esta novela es
cómo Baxter ha sabido encadenar historia tras historia, alternando una y otra,
en la que él sólo cumple el rol de espectador, de cronista. Como si pudiera
conseguir una confesión religiosa de
cada personaje y dispusiera para el lector los condimentos necesarios para que
reflexionara ante encuentros y desencuentros, lo efímero y lo trascendente,
todo ello inmerso en lo cotidiano, lo que nos puede pasar a cada uno de
nosotros cada día, todos los días.
V.
Fluido y coloquial, extremadamente ameno, con un puñado de personajes secundarios que aportan otras perspectivas, el texto se lee y disfruta como una compilación de historias en las que el amor es el nervio central; crece y decrece continuamente en el interior de sus protagonistas como lo hace en la vida real. En ese aspecto, Baxter logra componer un resumen de aquello que nos suele ocurrir en el plano afectivo y amoroso. No es una gran novela, pero deleita al buen lector.
Hola. Tampoco hace falta estar continuamente leyendo grandes obras. Mira, ya sabes que a mí el chisme me encanta en lo literario, en la vida real me aburre porque no es ni la mitad de interesante, pero husmear en la cotidianidad de los personajes me chifla y aquí hay mucho de eso. Me apunto.
ResponderEliminarBesitos chismosos
No es una maravilla, pero la forma en que se van encadenando las historias mantienen la tensión hasta el final. Te gustará.
EliminarBesicos confiados.
Ya me atrajo el otro libro de Baxter que trajiste al blog y me vuelve a atraer este. Las historias de amor son todas tan diferentes y tan interpretables que dan para todo un festín.
ResponderEliminarUn beso.
El anterior era un amor fraternal, Rosa. Éste son historias de amor, con encuentros y desencuentros. Está muy logrado. Para tener en cuenta en momentos personales no tan buenos. Esperanzador.
ResponderEliminarUn beso para ti.