domingo, 27 de febrero de 2022

Incandescencia revolucionaria. Moscú feliz, Andréi Platónov

Tusquets, 2021

I.

            Estuve poco atento cuando apareció. Habiendo destinado la mitad de mis lecturas de 2017 a autores rusos, lo dejé pasar sin más; tan sólo leí una mínima reseña en un periódico local. Sin embargo, amigos libreros empezaron a sugerírmelo y, cuando quise hacerme de él, ya había prácticamente volado de las grandes cadenas; ni decir de las librerías más conspicuas. Por azar, a alguien le quedaba un ejemplar. Ir a buscarlo y leerlo fue un todo y único movimiento.

II.

            La breve novela comienza con un prólogo tan escueto como interesante –a cargo de Juan Forn- sobre quién fue su autor y el motivo de no haber sido publicado en la U.R.S.S. durante su vida. Además, despeja cualquier malentendido: Moscú Chestova es el nombre de su protagonista, una joven soñadora quien, por amor a la libertad, decide convertirse en paracaidista, a poco del triunfo de la Revolución de Octubre. En su afán de unirse en cuerpo y alma a sus semejantes, desestima cualquier propuesta amorosa, que solo la aferraría a una vida destinada al hogar y la familia. Prefiere, en cambio, vivir a su aire, sin ataduras, junto al pueblo y sus necesidades.

III.

            Así, Moscú encarna el espíritu de igualdad que insufla el alma de la juventud rusa, al compás de los nuevos vientos que soplan desde el Kremlin. Dueña de una incandescencia revolucionaria, se hace presente en diversas actividades allí donde se la requiera. Un ingeniero y un médico jóvenes se enamoran de ella, pero ambos son incapaces de secundarla en su propósito, atareados con sus investigaciones profesionales.

IV.

            Todo el libro es una farsa sobre la supuesta renovación que los soviets de Stalin serían capaces de poner en marcha, trayendo bienestar al pueblo. Con el auge de la electricidad y la tecnología, llegaría el tan ansiado socialismo igualitario que pregonaban los representantes del Partido, ahora en el poder. Pero Platónov describe ese prístino anhelo con una sorna magistral, mezclando realismo cotidiano y elucubraciones propias de la ciencia – ficción, de manera que el resultado se debate entre el delirio científico y la fantasía mística.

V.

       De estilo coloquial y fluido, el gran acierto del libro es que, aún con argumentos descabellados y más de una escena desopilante, toda la historia no solo parece normal, sino verosímil. Cambio de identidad, tarjetas de racionamiento y toda la parafernalia soviética al desnudo, concluyen una obra por demás curiosa y original. Auspicia buenos momentos de lectura.

 

2 comentarios:

  1. Pues viene al caso este libro. Recuerdo aquel año ruso lector, del que salieron cosas muy interesantes. Tengo cuentas pendientes con unos cuantos así que será mejor ir resolviendo esas y luego ya venimos a por más.
    Besitos comprometidos

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    1. Me alegra saber que éste te ha recordado que comienza a ser hora de liquidar pendientes de autores de este origen. Será tiempo bien invertido. Ya llegarán tus líneas, de alguno de ellos.
      Besitos anhelantes.

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