domingo, 17 de abril de 2022

e-book 98. Aquellos tiempos. Léxico familiar, Natalia Ginzburg

Lumen, 2016


 I.

            El título surgió de un encuentro entre lectores en el pasado noviembre y fue elegido por mayoría simple de voluntades como lectura para el mes de marzo. A poco de andar nos dimos cuenta que se hallaba agotado en papel y solo podríamos acudir a la versión digital para saciar nuestra inquietud colectiva. Citado como lo más granado de la autora, la limitación no fue óbice para que porfiáramos en compartirlo.

II.

            Cada grupo humano que se reúne de manera frecuente y cotidiana desarrolla una jerga, un vocabulario propio, con palabras y frases que, bastan que sean dichas en un entorno ajeno para que cada miembro las recuerde y se reconozca como parte de él. Así, grupos de toda clase –amigos, parejas, oficinistas- pueden evocar un pasado común, un sentido de pertenencia que les es propio al escucharlas, que resulta indiferente o trivial para el profano. Pero donde mejor se expresan es en el seno del núcleo familiar.

III.

            En base a esto, Ginzburg toma esa construcción social como elemento disparador, para recorrer junto a ella la historia de su familia, desde su infancia hasta la separación de caminos. La imponente figura paterna, tan autoritaria como condescendiente, es acompañada por una madre melancólica y despreocupada, unos hermanos que se reparten entre el estudio y las peleas y una hermana muy compinche de la madre. En todas las descripciones, la autora asume un rol testimonial: no centra el relato en sí misma, sino como testigo de lo que ocurre en derredor.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

            Pero no sólo nos narra las alternancias de la vida en familia sino que, además, describe el entorno social que los ha rodeado, de sesgo netamente antifascista –y los problemas acarreados por ello- y nos acerca las figuras literarias de aquel tiempo: su matrimonio con Leone Ginzburg –apresado y muerto en la cárcel-, su vínculo con Giulio Einaudi –con quien Leone y ella hicieran crecer una novel casa editora- y Cesare Pavese, delineado magníficamente en su faz literaria tanto como personal.

V.

            En suma, una pintura de época, que recorre la historia de Italia de los años ’20 a los ’50 del pasado siglo -con los avatares políticos del período-, mientras se asiste al abandono de la infancia y el ingreso a la adultez, todo narrado en el estilo informal y coloquial que brinda lo cotidiano. Una obra mayúscula, que todo buen lector disfrutará con deleite.

8 comentarios:

  1. Lo leí hace mucho, y me encantó como todo lo de Natalia. Este fue el primero así que puerta principal, para mí,a su obra.
    Gracias
    Cuídate

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    1. Yo comencé con Las palabras de la noche y seguí con Las pequeñas virtudes. El de marras, es magnífico.
      Un abrazo grande, Maestro!

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  2. Querido Marcelo. La conocí con Querido Miguel, fue de esas lecturas que conmueven y sacuden y me la apunté para repetir. Todavía no he vuelto con ella, muchos son los que recomiendan este Léxico como su mejor novela además. La verdad es que si me ahorrara el tema histórico y político no pasaría nada de nada, pero bueno, veo que hay mucha gente interesante por aquí. Algún día será.
    Besitos prometedores.

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    1. Querida Maja, no hay mucha alusión a lo histórico y político; sólo que algunas personas - personajes toman partido y se ven involucrados en ello.
      No he leído aún 'Querido Miguel'; yo también hago como dice Esther: la leo a sorbitos.
      Sospecho que te ha de gustar.
      Besitos esperanzados.

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  3. Me encanta esta escritora. Voy leyéndola a sorbitos.

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    1. Yo hago lo mismo, Esther, porque si no se agotaría rápido. Un abrazo.

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  4. Marcelo, me gustará esta lectura. Cómo me has recordado historias familiares, de amigos, que se repiten una y otra vez. Una de las más repetidas por mi se ha reducido a decir "Quiteria,..." Y ni siquiera había nacido yo cuando pasó y dentro de poco nadie me entenderá cuando lo diga, pero si que me seguirá haciendo sonreir por aquellos que me lo contaron. Un abrazo.

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    1. Es que Ginzburg toca las propias fibras y la historia personal del lector. Todos tenemos un vocabulario propio, que son parte de anécdotas que solo quienes las han vivido saben -y recuerdan- el porqué.
      Es una lectura muy amable y emotiva. Te gustará sin duda.
      Un abrazo para ti, Ana.

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