martes, 9 de julio de 2024

Rompecabezas literario. La vida instrucciones de uso, Georges Perec

Anagrama, 2010

I.

               Lo apunté –y adquirí- hace más de una década. Su fama de enrevesado y su aspecto voluminoso eran motivos suficientes para postergarlo. Sin embargo, la feliz iniciativa de incluirlo entre los títulos del año en un taller de lectura en el que participo no solo permitieron satisfacer la expectativa generada, sino que el hecho de compartir las apreciaciones entre un grupo numeroso de lectores ha enriquecido tanto la lectura, que sospecho pudiera haber perdido detalles y matices de haberlo encarado en solitario.

II.

                Esta lúdica y brillante -aunque desconcertante- maravilla literaria narra la historia de los ocupantes actuales y anteriores de un edificio en París, que cuenta con un sótano, planta baja, seis plantas divididas en dos alas por una escalera y dos pisos superiores, que antiguamente eran habitaciones de servicio y hoy son como altillos o buhardillas independientes. Así, es como si el inmueble estuviese despojado de la fachada, y cualquier espectador de afuera accediera a lo que ocurre en cada compartimiento en un momento del día. Casi una instantánea del mismo.

III.

               Perec advierte desde un Preámbulo que la idea central de la estructura del texto es un puzle. Lo que no dice es que él ha dividido todo el edificio en cien casillas de ajedrez, a las que va visitando según el movimiento del caballo de a una por vez, sin repetir. En cada visita, va desgranando la vida de sus ocupantes actuales y anteriores, describiendo minuciosamente tanto sus caracteres personales, actividades, etc., como los objetos presentes en cada habitación. Nada está librado al azar; cada descripción obedece a una lista confeccionada previamente por el autor, de manera que el conjunto de sus habitantes se convierta así en un universo en sí mismo. Una síntesis de la vida del siglo XX.

IV.

                Pintores, artistas, comerciantes entre otros protagonizan una serie de relatos que alternan lo sombrío, fábulas, extravagancias, crímenes, incluyendo catálogos irrelevantes, confidencias y cotilleos varios, manuales de decoración y todo un cúmulo de situaciones imaginativas que hacen de ésta una obra única. Como era de esperar, entre tantos elementos que podrían apabullar al lector cuenta, hacia el final, con un plano del inmueble, un índice de nombres que aparecen en su interior, referencias cronológicas entre los personajes y un listado de las historias insertas. Además, confiesa una serie de citas de otros autores –algunas sabiamente deformadas- que se incluyen en el texto.

V.

               En estilo coloquial y con cierta fluidez, Perec ofrece una novela experimental coherente y equilibrada, que puede ser del agrado o no de los lectores. Pero, en cualquier caso, no pasará desapercibida. En lo personal, me gustó sobradamente como para recomendarla.

 

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