sábado, 16 de noviembre de 2024

Trilogía Cegador. E-book 167. 3. El ala derecha, Mircea Cărtărescu

Impedimenta, 2023
 

I.

            En éste volumen, que cierra la Trilogía –el más extenso de todos-, el autor introduce parte de la historia contemporánea de Rumania, fundamentalmente de todo el régimen de Nicolai Ceausescu y su trágico fin hacia fines de 1989, para exhibir las diferencias de cómo se vivía al inicio de su gestión y cómo ésta fue cambiando a lo largo del período, pasando de una cierta holgura económica a una situación de miseria y de hambre a partir de nombrarse presidente, con proyectos ampulosos y megalómanos. Así, gran parte del texto se vuelve testimonial, incluyendo puntos de vista contrapuestos recogidos en forma de opiniones, con expresiones de la época.

II.

            El libro se divide en tres partes, que alternan elementos históricos y personales de su protagonista, alter ego del autor. Resulta difícil separar realidad y ficción en muchos de sus capítulos. Aquí se mezclan la saga familiar a partir de Witold, un antepasado polaco que cambia su apellido al migrar hacia Rumania; el eterno retorno a una infancia dorada, aún en total escasez de alimentos; la participación de un narrador adulto en los reclamos sociales; la vida de Herman, su vecino y mentor –que habrá de parir un hijo desde el cerebro- y la obsesión del narrador por hallar a un posible hermano gemelo desaparecido año y medio después del nacimiento.

III.

            Todo el texto remite a una intención: entregar un libro ilegible, infinito, que describa por completo la vida del Bucarest conocido y de sus gentes, a la vez que permita expresar una imaginación desbordada, incluyendo mariposas, estatuas y mensajes cifrados en el cuero cabelludo de sus personajes, sin por ello eludir a una secta iniciática –los Conocedores- ni tampoco a una parte de los próceres locales, aun con sus rarezas y defectos.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

            Destaco algunos capítulos. Uno, la interpretación de Herman acerca del cristianismo –curioso bajo un régimen comunista-: una mirada bastante cercana de quien desea creer a pesar de no tener en claro muchos de los argumentos. Después, la descripción de la Casa del Pueblo: una edificación gigantesca que costó enormes sumas de dinero, para que el verdadero pueblo nunca pudiera ingresar. Finalmente, la reunión de todas las estatuas urbanas, que se bajan de su pedestal –con Lenin a la cabeza- una vez consumada la revolución, en la búsqueda de un nuevo líder, no tiene desperdicio.

V.

            Con una prosa rayana en lo poético, escenas escabrosas y descripciones extremadamente creativas, Cărtărescu nos ofrece un final a la altura de lo que hemos disfrutado hasta aquí. Ojalá que los buenos lectores participen de esta lectura, señera como ninguna otra.


Testimonio de la obra completa


lunes, 11 de noviembre de 2024

Colección Último Reino. 10. El niño de Ingolstadt, Pascal Quignard

El cuenco de plata, 2022
 

I.

               En este décimo volumen, Quignard focaliza sobre aquello que es verdadero y su opuesto, lo falso, y cómo todo ello entronca con lo real y lo irreal. Por eso, expresa que el tema central del texto es lo falso, que es lo que constituye el fondo del alma. Un fondo del alma que alucina y que, gracias al lenguaje, desdobla sus fantasmas. Así, todas las artes –por lo que tienen de ficción, de creación figurativa- elevan mundos falsos.

II.

                El título del libro proviene de un relato de los hermanos Grimm, publicado en 1819: El niño testarudo –que abreva en una balada de Hans Sachs de 1522, El chico muerto de Ingolstadt-. Allí se cuenta que un niño nunca hacía lo que su madre quería. Dios le envía una enfermedad y muere. Una vez inhumado y apisonada la tierra, su bracito emerge bruscamente, tendiendo al cielo. Lo vuelven a acomodar en el túmulo, pero vuelve a emerger. Le colocan piedras, sin lograr retenerlo. Al final, llamaron a su madre, quien verificó el hecho, tomó una varilla de junco y golpeó con todas sus fuerzas el brazo. Entonces el brazo se retiró y descansó bajo la tierra. Dice Quignard que nada obstina más que la diferencia sexual.

III.

               El contenido se reparte entre la ficción del lenguaje que, como elemento simbólico, nunca puede dar cuenta exacta de hechos y sentires; el rol del arte, como testigo activo del pasado que, a través del sueño, remodela el presente; la fragmentación de la lengua escrita que, al desordenar sus formas verbales regresa hacia sus textos que le sirven de fuentes y un sinnúmero de aportes acerca del sexo como perpetuación de la especie y la repetición, y la necesidad de devorar –que auna a predador y víctima-.

IV.

               Para ello, el autor galo utiliza profusa cantidad de escenas, con incidentes anecdóticos que han tenido lugar –o son ficticios- en personajes como Petrarca, Odiseo, Santa Lucía y otros. Además, vuelve sobre la etimología de las palabras y sus orígenes latino, griego, árabe para darle resignificación. V.g., las palabras mente y mentira provienen de un mismo origen: mens.

V.

               Haciendo nuevamente gala de una prosa poética muy personal, colmando al lector de especulaciones que, cuando no sorprenden, dejan material para la reflexión, Quignard ofrece una mirada única sobre los sueños, el arte y el lenguaje. Respecto de la necesidad de la confesión dice:

‘Es la presión de la lengua humana lo que impulsa y produce la confesión. La lengua natal no es natal; es un cuerpo extraño para el cuerpo al que devastó y que en adelante se pierde en ella. La confesión vomita ese cuerpo antiguo, cadena de palabras para unirse al grupo y padecer sus coacciones.’

            Otra obra tan trascendente como polémica.

miércoles, 6 de noviembre de 2024

e-book 166. La temporalidad de la vida. Un lugar llamado Antaño, Olga Tokarczuk

Anagrama, 2020
 

I.

               Surgió como propuesta en un taller de lectura de una reconocida librería local y, como ya había transitado las letras de la autora –bajo el género policial-, decidí incluirme entre los lectores, de manera de ampliar mis apreciaciones sobre el universo narrativo de la escritora polaca. Grande fue la sorpresa al enfrentarme por vez primera a un estilo de relato totalmente fragmentario, que demandó un seguimiento anotado para poder componer el conjunto de la novela.

II.

                Antaño es el nombre de un pueblo ficticio ubicado en el corazón de Polonia: el centro del universo, según su narrador/a, quien nos habrá de allegar la historia de sus pobladores y los avatares a que han sido sometidos desde 1914, fecha de inicio del relato. En realidad, la idea de Tokarczuk es focalizar en algunas familias del pueblo y exhibir el paso del tiempo –y de la Historia- en esas vidas. Así, cada uno de los episodios comienza con la frase: Tiempo de… junto al nombre de un personaje, un lugar, un objeto o un juego.

III.

               En principio, la trama comienza con Genowefa y Michał. Ella, embarazada de Misia, y él, partiendo hacia el frente ruso, del que tardará cinco años en volver. Junto a ellos estará Espiga, la joven prostituta del pueblo, el señor Popielski –dueño de la heredad-, el cura y un puñado de vecinos y descendientes cuyas historias se verán entrelazadas. Asimismo, Popielski recibirá un juego, que consta de ocho mundos concéntricos, en el que también participa Dios.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                A poco de adentrarnos, el libro se convierte en una pequeña maravilla donde el realismo mágico convive con los cambios que se suscitan en sus personajes: primero, por efecto de las dos guerras mundiales; luego, por las de ambas dominaciones –alemana primero, rusa después-, logrando sobrevivir a pesar de las penurias y desgracias. Si a esto le sumamos reflexiones acerca del cambio y la inmanencia de los tiempos, la extensa vida de los árboles y la germinación a través de micelios que sostienen a la naturaleza, estamos ante una obra que ya de por sí merece ser leída.

V.

               En estilo directo y coloquial, que por momentos alcanza el lirismo, sin ahorrarnos escenas románticas ni las violentas –asesinatos, violaciones, etc.-, como así tampoco cierta dosis de humor, Tokarczuk nos ofrece una novela que bien puede leerse como un sentido homenaje personal hacia su propia familia y quienes fueran parte de su entorno. Una obra muy original, que hará el deleite de todo buen lector. Entre las mejores lecturas del año en curso, sin dudas.

viernes, 1 de noviembre de 2024

Mujeres en pugna. La vida por delante, Magalí Etchebarne

Páginas de Espuma, 2024
 

I.

               Fue un clima de euforia en marzo pasado, cuando este título se alzó con el Premio Ribera del Duero de narrativa breve -que ya lograra en una ocasión anterior otra compatriota-, el que lo hizo desaparecer de las pilas destinadas a novedades en las grandes cadenas de librerías. Tal fue su éxito, que hubo que esperar la nueva edición en agosto siguiente para hacernos de un ejemplar. Como en esos momentos estelares, yo también fui presa de la fiebre. Lo leí en un día.

II.

                Cuatro relatos componen el presente volumen, que apenas excede el ciento de páginas. El título remite a una expresión de aliento dirigida hacia los más jóvenes, tras una experiencia frustrante o traumática. O también, un llamado a olvidarse de sí mismo y de las obligaciones contraídas e intentar volverse otro, con todo el tiempo del mundo para experimentar. Algunos de los personajes atraviesan sendas acepciones.

III.

               En general, los relatos parten de la perspectiva de personajes femeninos situados en la mediana edad. Madres y tías son vistas a través del cristal de lo que han sido en su juventud, ahora batallando contra el abandono conyugal, la enfermedad y la vejez; colegas que disfrutan de vacaciones en medio de una atmósfera suicida; medias hermanas que se permiten distensión mientras cumplen una obligación moral y una pareja que sobrelleva los residuos de un amor que ya no es, son vehículos para exponer a mujeres en pugna, sacudidas por el paso del tiempo, las distintas expresiones del dolor y la irrenunciable búsqueda del amor en todas sus formas.

IV.

               Destaco las distintas estructuras escogidas por la autora. En algunos relatos, la narración resulta lineal en tiempo presente, con apoyo en diversos elementos narrativos –flujo de consciencia, monólogo interior, etc.-. En otros, la presentación es fragmentaria, con profuso uso de analepsis temporal. En todos, las historias se tejen aludiendo al pasado, sin perder la frescura que ofrece una actualidad no exenta de humor. A cambio, los personajes masculinos solo resultan funcionales a la trama; uno solo de ellos está más elaborado pues cobra mayor protagonismo.

V.

               De estilo ameno y coloquial, siempre fluido, Etchebarne construye un universo de vínculos humanos, que no eluden ni los conflictos generacionales o de pareja, ni la crudeza del mundo íntimo, apelando tanto a lo trágico como a lo irónico. En suma, un libro muy breve cuyas precisas observaciones sobre la vida y el sentir cotidianos harán el deleite del mundo lector, en especial del género femenino.