I.
En este volumen final, se abordan
los hechos del inicio de la posguerra –con una tibia alusión al comienzo de la
Guerra Fría-, hasta principio de los años ’70 de siglo pasado, con el
florecimiento de las sectas y la rebelión contracultural. En suma, un reflejo
de lo acontecido durante un cuarto de siglo en el estrato medio alto de la
sociedad inglesa.
II.
El primero de los tres títulos
que componen el volumen, Los libros sí
amueblan una habitación, se inicia con el regreso de su protagonista, Nick
Jenkins, hacia comienzos de 1946, a su vieja biblioteca escolar para realizar
una investigación sobre el ensayista Robert Burton. Allí, le proponen colaborar
haciendo reseñas de libros en una nueva revista llamada Fisión, que tendrá efímera vida. Una cena familiar le permitirá retomar
contacto con su viejo compañero Widmerpool, ahora diputado, y ser testigo de varios
desplantes de su joven y díscola esposa.
La versión digital, gentileza de Wineruda
III.
Reyes temporales, el segundo libro, comienza con un viaje a Venecia a un congreso de escritores donde Nick traba relación con un grupo de investigadores que se dan cita para visitar un fresco de Tiépolo. Allí se introducen nuevos personajes que remiten al negocio del cine, sin eludir las denuncias por espionaje –en las que Widmerpool se verá involucrado-. Una velada musical en el verano de 1959 concluirá con una escena violenta y, poco después, con una muerte trágica.
IV.
Finalmente, en Escuchando armonías secretas, se da paso al fenómeno contracultural
en boga hacia fines de 1968 –el hipismo-. Una sobrina de Nick es parte de una
secta liderada por un manipulador, tan repulsivo como atractivo, que incluirá a
Widmerpool entre sus seguidores, ahora convertido al nuevo movimiento. Hacia
mediados de 1971 habrá una boda y poco después Nick se enterará de la muerte de
Widmerpool en circunstancias sospechosas.
El cuadro de Poussin en el que está inspirada la obra
V.
En un estilo coloquial y ameno, Powell nos descubre cómo continuó la vida tras el desenlace bélico e intenta retratar el surgimiento de nuevos movimientos en la sociedad –incluida la gentrificación y sus limitaciones-, en medio de un maremágnum de amoríos, adulterios, voyeurismo y decesos, conjugados con escenas de nudismo y sexo, que sazonan las páginas mientras se anudan y enrollan la vida de sus protagonistas. Para concluir, una obra que recuerda a Marcel Proust, sin la filigrana del detalle pero con una mirada sociológica parecida. Al final, después de leer la obra en versión digital, decidí que ameritaba tenerla en papel. Muchas horas de lectura bien empleadas. Recomendable para todo buen lector.
La danza al completo
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