Automática, 2023
I.
Tras la buena experiencia que
supuso la lectura de su obra más reconocida, apenas arribó a estas costas lo
fui a buscar. Amedrentaban las más de setecientas páginas de las que consta el
volumen pero, a cambio, seguramente hallaría compensación. Así fue. Candidata
habitual al Premio Nobel, Ulítskaya es siempre garantía de fluidez narrativa no
exenta de cierta emoción, que se transmite a sus lectores.
II.
Esta extensa novela comienza con la muerte de
Iósif Stalin, acaecida en 1953, y, por espacio de cuatro décadas, recorre la
vida cotidiana de tres amigos que se conocen en la escuela y, con matices,
nunca abandonarán su férrea amistad, aun en circunstancias totalmente adversas.
Así, Iliá, Misha y Sania, verdaderos protagonistas de este retrato de la vida
en disidencia, son los conductores de la historia que alcanza hasta el derrumbe de la
U.R.S.S.
III.
Estructurada en capítulos que, a
manera de episodios, van entretejiendo las vidas de los tres amigos, y
ambientada principalmente en Moscú, cada uno de ellos aporta datos sobre esos
años de plomo, donde el poder del Partido es omnímodo y los ciudadanos comunes
viven en un estado continuo de pavor, con soplones de la policía secreta que
pueden realizar una denuncia en cualquier momento, teléfonos pinchados y las
dificultades que acarrean la provisión de alimentos, con largas colas de horas
en los centros de abastecimiento.
IV.
Si a lo largo de sus páginas el texto mantiene
su tensión narrativa, se debe principalmente a que una multitud de personajes
secundarios, algunos de ellos muy entrañables, acompañan el camino hacia la
adultez de estos jóvenes, que intentan mantener la independencia de criterio y
luchan a su manera por sus ideales y por la defensa de la cultura, pues han
optado por recorrer el camino de la fotografía, la literatura y la música. Por otra
parte, la autora no ahorra detalles en exponer la sorda lucha entre la
circulación de textos prohibidos a través del samizdat (autopublicación clandestina) y sus habituales
consecuencias: la cárcel, la deportación o expulsión del territorio nacional. Tampoco
elude los interrogatorios de la KGB y la realidad de la vida diaria en los pisos
comunales.
V.
De estilo ameno y coloquial, esta
novela coral –que permite el lucimiento de varios personajes- plantea
reflexiones acerca del valor de las propias convicciones, el costo de crecer y
el ejercicio del perdón, sin renunciar a la lealtad, la amistad y el amor. En
ese sentido, la obra bien puede enmarcarse dentro de la tradición de la gran
literatura rusa. Para leer con tiempo y sin prisas. Como contiene muchas citas
a otros textos y composiciones musicales, los amantes de las artes en general
estarán de parabienes. Muy recomendable.
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