miércoles, 16 de julio de 2014

Incunables 3. Nosotros y ellos. La gente de July, Nadine Gordimer


Grijalbo, 1983


          Cuando le otorgaron el Premio Nobel de Literatura a la autora, en 1991, me pregunté qué habría escrito para tamaño reconocimiento. Veinte años después, investigando un poco acerca de su obra, di con éste ejemplar, al que conservo con cierto grado de orgullo, porque se trata de una primera edición en castellano. La casualidad quiso que mi lectura coincidiera con el deceso de Gordimer, acaecido el pasado domingo. Contaba con noventa años.

            La familia Smales se ve inmersa en las luchas raciales del apartheid sudafricano en Soweto, las inmediaciones de Johannesburgo, durante 1976. A diferencia de otras familias blancas con mejores recursos o contactos, no puede emigrar; la única opción en ese caso es abandonar su sitio y alejarse del centro del disturbio. Para ello, confían su supervivencia a quien los ha acompañado durante quince años: el servidor negro July, quien decide ofrecerles albergue en su propia ‘casa’ distante más de seiscientos kilómetros.

          Así, Bam y Maureen Smales, junto a sus hijos Victor, Gina y Royce, emprenden un viaje hacia el ‘hinterland’ sudafricano. No van a contar con las comodidades habituales –agua potable, sanitarios ni privacidad- pero al menos podrán refugiarse de los disparos y salvar sus vidas. Su único capital son unos billetes de banco retirados antes de fugarse y un transporte destartalado que les permite trasladarse. El problema es que, al ser blancos, solo pueden comunicarse con July, quien es el único que se defiende con la lengua inglesa. Pero ellos se convierten en visitantes de la comunidad negra, que cuenta con sus propias costumbres, creencias y maneras de proveerse de alimento, entre otras cosas. Una visita obligada al jefe del territorio y la posesión de una escopeta con municiones serán el desencadenante del desenlace final de la historia.

         ¿Qué ocurre cuando ‘nosotros’ –los blancos- nos convertimos en ‘ellos’, al rodearnos de aquellos que luchan contra nosotros? ¿mantenemos nuestra identidad, o hacemos causa común con los que intentan despojarnos de lo que consideramos nuestro? Este es el planteo de este enorme libro de Gordimer, no tanto por su volumen sino por la densidad de la formulación. ¿Dónde se empieza a desdibujar la grieta que separa a unos de otros? ¿cuándo dejamos de ser ‘amos’ para mezclarnos, tratando de ser ‘uno más’?, ¿podemos convertirnos en ‘uno más’, en tales circunstancias? Las preguntas acerca de la identidad, la pertenencia y la serie de problemas que apareja que el servidor –que tiene a su mujer e hijos lejos, pero que comparte con otra mujer su vida de ciudad- venga con ese grupo de blancos a modificar la vida cotidiana de la aldea, son el detonante de una situación delicada y extrema que Gordimer construye a partir del apartheid.

            Fluido, con estilo coloquial y ameno, las páginas se suceden rápida y vertiginosamente. La lectura resulta dinámica y esclarecedora. Las situaciones límite y las circunstancias difíciles no hacen óbice para cuestionar acerca de la lealtad, con todas sus implicancias.

           Un libro que se lee bien y se entiende mejor. Si alguien se interesa por lo ocurrido antes y después de Mandela en la República de Sudáfrica, éste resulta el mejor de los comienzos. Una novela reveladora, que se lleva muy bien con los acordes de Us and them, de Pink Floyd. O con ese himno gigante llamado Biko, con el que cierra habitualmente sus presentaciones nada menos que Peter Gabriel.

7 comentarios:

  1. He leído dos novelas suyas: Un invitado de honor y La historia de mi hijo, de ambas guardo un buen recuerdo tanto por su manera de escribir como por su contenido siempre con ese trasfondo crítico hacia el racismo en Sudáfrica.

    No he leído ésta que comentas pero parece plantear muchas preguntas sobre las que pensar. De entrada es fácil decir que me integraría sin dificultad en una comunidad diferente y ser "una más", pero sé que nada es fácil y que siempre suele haber complicaciones que no somos capaces de prever si no estamos en esa situación.

    Voy a buscar, y recordar, ambos temas.

    Muchos besos!! (con bastante calor)

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    1. Tengo 'La hija de Burger' aun para leer, pero nada más. Sí, comparto contigo el gusto por esa forma literaria de expresarnos su lucha contra el racismo.
      Tratando de ser lo más honesto posible respecto de integrarnos, ser 'uno más' en medio de una comunidad ajena, perdona mi escepticismo, pero no creo que sea nada fácil sobrellevar las costumbres y hábitos de los otros -que no comparten nuestra lengua-, en un medio que nos resulta decididamente hostil -porque somos sus 'invasores'-. No dudo de tu capacidad. Para nada. Pero influye mucho el cómo nos ven aquellos que, en definitiva, nos combaten. Y en este caso, con justicia.
      Te mando un montón de besos y abrazos, Luna!

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    2. Sí, sí, estoy totalmente de acuerdo en que no es nada fácil integrarse y aceptar otras realidades, y más si estas suponen disminuir nuestras comodidades como parece ser el caso y además te perciben como enemigos. Muy complicado.

      Te mando también un montón de besos!!

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  2. Si algo admiro por encima de todo es la gente comprometida y coherente. Nadine Godimer poseía ambas virtudes: compromiso y coherencia. Y además tenía la virtude de escribir bien, más que bien, y se alejó de compromisos editoriales para volcarse en lo que sus valores personales le dictaban. Por otro lado, sé lo difícil que es para ti acceder a algunos libros, pero mira, ahí estás con una primera edición en castellano ;)

    Besos!

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    1. Comparto contigo, Gordimer sabía escribir y defender aquello en lo que creía. Da gusto leerla.
      El Nano Serrat decía 'De vez en cuando la vida...'. Parafraseándolo, alguna vez me toca conseguir algo distinto, añejo. Me gusta transitar las páginas de un tiempo ido, como quien se sube a un transporte que ya no es posible encontrar, que conducía a un paraje que ya no existe. El libro aun puede ofrecer esa posibilidad.
      Un beso grande, Ana!

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  3. Fascinante! estoy deseando leerlo. Supongo que no habrá ninguna edición en ebook no?

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    1. Hola! No, no creo que haya una edición electrónica, pero si lo encuentras en papel, no lo dudes.
      Gracias por darte una vuelta por aquí.
      Saludos.

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