Debolsillo, 2007
I.
Un psiquiatra de hospital intenta
encontrarse a sí mismo, después de abandonar el hogar conyugal -esposa y un par
de niñas incluidas- sin tener claro por qué. Desencantado de su profesión,
deambula por Lisboa con su angustia a cuestas, sin rumbo ni expectativas de un
futuro mejor. Mientras recobra la identidad perdida –o se establece una nueva-,
repasa momentos claves de su historia: su deseo frustrado de convertirse en
escritor, su participación en la guerra de Angola, sus luchas contra los
mandatos familiares, su noviazgo y matrimonio, el amor por sus hijas…
II.
Utilizando primera y tercera persona
del singular, el narrador y protagonista desgrana una serie de reflexiones basadas
en escenas de su pasado, en medio de una atmósfera íntima y nostálgica, con
maravillosas descripciones tanto de la marina ciudad de Lisboa y sus gentes
como de los estados de ánimo, propios y ajenos. Así, Lobo Antunes construye un conmovedor
relato de aquel que ha perdido la brújula, con irrefrenables deseos de volver y
no saber cómo. O no contar con el suficiente coraje para enfrentar el propio
fracaso. ¿Cómo explicarles a las niñas su necesidad de irse, a la hora de
regresar?, ¿acaso es posible volver a cumplir el viejo rol establecido, tras
una larga ausencia? Por otro lado, ¿se puede renegar de una profesión después
de años de ejercicio para ir detrás de una quimera, o correr el albur de
iniciarse en otra actividad más grata y afín, dejando de lado las
responsabilidades que implica tener una familia detrás?
III.
El libro es una combinación de
miedos, sufrimientos y una dosis grande de soledad de quien parece haber
llegado siempre a destiempo, de manera que todo aquello que le era significativo
ahora le resulta ajeno y no encuentra un nuevo lugar para sí. Sólo resta volver
atrás los relojes, puesto que su vida se ha convertido únicamente en pasado.
IV.
Destaco la prosa excelsa, los
recursos estilísticos y la estructura polifónica de la novela. Coloquial aunque
profundo, aborda una variedad de temas personales, sujetos de sendas
meditaciones. En lo personal, ha sido una formidable experiencia de iniciación
en la literatura de Lobo Antunes. Agradezco a Marisa Amaro su recomendación; espero haberla multiplicado con estas líneas.
Tengo ganas desde hace mucho de leer a Antunes pero lo extenso de sus obras siempre me hace que lo deje para otra vez... Igual me animo con este. Un saludo
ResponderEliminarLeer a Lobo Antunes es una experiencia singular. Coincido en que la extensión de sus obras nos vuelve reticente a los lectores. Pero éste es un breve ejemplar en el que despliega todo su arte. Quizás convenga comenzar por aquí.
EliminarRecibe un cálido abrazo de mi parte, Esther.
Hola Marcelo.
ResponderEliminarRecuerdo este libro por haberlo encontrado en el blog de Wineruda hace unos meses. Parece que te ha provocado el mismo entusiasmo que ha nuestro amigo Wineruda, esa es una señal que no se puede obviar, máxima cuando nos comentas lo memorable de sus descripciones, especiañmente de una ciudad tan seductora como Lisboa
Intuyo que Antunes es uno de los grandes escritores contemporáneos, al menos en Europa, que inexplicablemente tiene muy poca presencia entre los lectores, no es el único, claro.
Cuídate!
Realmente, amigo Paco, es todo un descubrimiento. Eso sí, no le va en zaga a su reconocimiento internacional la densidad de sus obras. Digamos que no es una lectura ligera y otros libros de su autoría resultan extensos.
EliminarPero su arte es grande. Da ganas de ir por más.
Un gran abrazo, pibe!
Disculpa las erratas ortográficas, escribir desde el celular tiene este riesgo.
ResponderEliminarJa, ja. Es una de las razones por las que no escribo más que lo indispensable en el celular. Y mis dedos de morcilla no se llevan con teclas tan pequeñas.
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