jueves, 17 de noviembre de 2016

Sobreviviendo a Stalin. El ruido del tiempo, Julian Barnes


Anagrama, 2016

             Es vox populi mi pasión tanto por la literatura como por la música clásica. En base a ello, no podía dejar pasar un texto que combinara ambas artes. Por otra parte, mantengo un cierto aprecio personal por Julian Barnes, uno de los primeros autores ingleses contemporáneos que tuve la dicha de disfrutar al inclinarme hacia las letras. Por eso encaré este libro con cierta expectativa.

          Ésta es una novela basada en ciertos hechos de la vida de ese gran compositor ruso del siglo XX llamado Dmitri Shostakóvich quien, a pesar del aliento occidental para que desertara del bloque soviético, sostuvo su pertenencia a él, aún sin identificarse con el poder absoluto ejercido por Stalin, ni siquiera a la muerte de éste.

            Barnes sitúa el inicio de su novela con el libelo aparecido en el diario Pravda de Moscú, dos días después de la representación de la aclamada ópera del músico, Lady Macbeth de Mtsensk –basada en la nouvelle homónima de Nikolai Leskov- a fines de enero de 1936. En esa ‘Bulla en vez de música’ había una declaración de desprecio por el autor, signado como desviacionista, formalista y decadente, todas cualidades negativas que podían significar no sólo la deportación a Siberia sino también la muerte. Tal era la visión del propio compositor, que solía esperar su detención inmediata todas las noches en el rellano de la escalera del quinto piso donde vivía, para no tener que incomodar y avergonzar a su familia, o bien acostarse vestido junto a su esposa, siempre cerca de su maletín de mano conteniendo algunos efectos personales, por si fuera trasladado a un penal.

         El autor no omite en ningún momento la debilidad de carácter de Shostakóvich y su propensión a la sumisión al poder del Politburó soviético; de hecho, lo tilda lisamente de cobarde en varias escenas, a diferencia de Ajmátova o Mandelstam, que la pasaron realmente mal por sostener sus opiniones disidentes.

               Pero, ¿cómo se puede sobrevivir ante el totalitarismo del PC ruso en pleno apogeo, sin abandonar las fronteras, siendo un artista mundialmente reconocido?, ¿cómo alzar la voz sin involucrar a la familia y los amigos –que quizás estuvieran condenados a correr con la misma suerte-? En este aspecto, Barnes humaniza a su personaje principal, al que no le importó leer discursos escritos por otros como si fuesen propios, ni tener que afiliarse al Partido por imperio de la fuerza, en salvaguarda de su arte y de la vida de los suyos.

            Con una prosa fluida y poniendo el foco en el debate moral que el protagonista libra en su interior, Barnes reconstruye parte de la vida de un controvertido personaje que no sólo adaptó su arte a la estética oficial sino que renunció a su dignidad y a sus ambiciones artísticas para lograr sobrevivir en tiempos en que ningún opositor quedaba en pie. Tampoco escapan al autor los remordimientos sobre el miedo y la culpa que deben haber rondado en el resto de su existencia.

              Por momentos conmovedora y siempre tensa, la novela aborda problemas de conciencia vinculados a la dignidad, los principios que rigen nuestras vidas y el costo de sostenerlos con coherencia e hidalguía.

6 comentarios:

  1. Pues típico libro que nunca hubiera escogido si no fuera porque alguien de "confianza" me lo trae. Me ha parecido interesante y además a pesar de experiencias intensas que no vienen al caso, los músicos clásicos tienen un "algo". Creo que yo hubiera sido de las cobardes.
    Besito otoñal
    PD la confianza va entre comillas porque aún estoy dándole sentido a tu comparación con la Pantoja, ¿no me podías haber buscado alguien un poco más sexy?

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    1. Barnes elabora una 'novela histórica' mostrando el costado más vulnerable del compositor, Norah. Creo que allí reside su acierto. Dale una oportunidad.
      Aclaro: me has recordado a Pantoja; no te compararía con ella -puesto que eres incomparable-. Pero, en tren de parecidos... ¿te viene mejor Marta Sánchez? (De 'la viuda de España' a 'la reina del pop español'; qué cambio!) Ja, ja.
      Un cariñoso abrazo, Guapa!

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  2. No he leído nada de Barnes, pero el que tengo entre ceja y ceja (y en la estantería, es "El sentido de un final", anoto este entre los futuribles si Barnes pasa a formar parte de esos autores de los que quiero más y más ;)

    Un abrazo

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    1. Aparte de éste, he leído algunos otros libros de Barnes, incluyendo el que te espera en la estantería, Ana.
      Respecto de él, me permito advertirte que fue escrito tras la muerte de su esposa y agente, Pat. Es un libro escrito con -notorio- dolor. Los demás, abordan otros temas.
      En cuanto a éste, es interesante la visión humana que brinda de Shostakovich, un genio musical y un hombre apabullado por la realidad que le tocó vivir.
      Que lo/s disfrutes!
      Un gran abrazo.

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  3. Estimado Marcelo, pues tenemos idénticas pasiones, en lo que a mí respecta las disfruto en momentos diferentes, no las mezclo. Por tus siempre reveladoras palabras, este libro seguro que no me defrauda, y la historia que propone Barnes la encuentro fascinante. Apuntado queda.
    Un abrazo amigo :)

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    1. Disculpa, Paco, pero no he estado atento. Acabo de ver tus líneas.
      Si eres de aquellos que disfruta de la música clásica y las letras, pues será un buen compañero.
      Barnes tiene libros interesantes, a los que suelo recurrir -o recordar- según el ánimo.
      Espero que sea de tu agrado.
      Un gran abrazo, Paco!

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