Anagrama, 2016
Es vox populi mi pasión tanto por la
literatura como por la música clásica. En base a ello, no podía dejar pasar un
texto que combinara ambas artes. Por otra parte, mantengo un cierto aprecio
personal por Julian Barnes, uno de los primeros autores ingleses contemporáneos
que tuve la dicha de disfrutar al inclinarme hacia las letras. Por eso encaré
este libro con cierta expectativa.
Ésta es una novela basada en ciertos
hechos de la vida de ese gran compositor ruso del siglo XX llamado Dmitri
Shostakóvich quien, a pesar del aliento occidental para que desertara del
bloque soviético, sostuvo su pertenencia a él, aún sin identificarse con el
poder absoluto ejercido por Stalin, ni siquiera a la muerte de éste.
Barnes sitúa el inicio de su novela
con el libelo aparecido en el diario Pravda
de Moscú, dos días después de la representación de la aclamada ópera del
músico, Lady Macbeth de Mtsensk
–basada en la nouvelle homónima de
Nikolai Leskov- a fines de enero de 1936. En esa ‘Bulla en vez de música’ había
una declaración de desprecio por el autor, signado como desviacionista,
formalista y decadente, todas cualidades negativas que podían significar no
sólo la deportación a Siberia sino también la muerte. Tal era la visión del
propio compositor, que solía esperar su detención inmediata todas las noches en
el rellano de la escalera del quinto piso donde vivía, para no tener que incomodar
y avergonzar a su familia, o bien acostarse vestido junto a su esposa, siempre
cerca de su maletín de mano conteniendo algunos efectos personales, por si
fuera trasladado a un penal.
El autor no omite en ningún momento la
debilidad de carácter de Shostakóvich y su propensión a la sumisión al poder
del Politburó soviético; de hecho, lo tilda lisamente de cobarde en varias
escenas, a diferencia de Ajmátova o Mandelstam, que la pasaron realmente mal
por sostener sus opiniones disidentes.
Pero, ¿cómo se puede sobrevivir ante
el totalitarismo del PC ruso en pleno apogeo, sin abandonar las fronteras,
siendo un artista mundialmente reconocido?, ¿cómo alzar la voz sin
involucrar a la familia y los amigos –que quizás estuvieran condenados a correr
con la misma suerte-? En este aspecto, Barnes humaniza a su personaje principal,
al que no le importó leer discursos escritos por otros como si fuesen propios,
ni tener que afiliarse al Partido por imperio de la fuerza, en salvaguarda de
su arte y de la vida de los suyos.
Con una prosa fluida y poniendo el
foco en el debate moral que el protagonista libra en su interior, Barnes
reconstruye parte de la vida de un controvertido personaje que no sólo adaptó
su arte a la estética oficial sino que renunció a su dignidad y a sus
ambiciones artísticas para lograr sobrevivir en tiempos en que ningún opositor
quedaba en pie. Tampoco escapan al autor los remordimientos sobre el miedo y la
culpa que deben haber rondado en el resto de su existencia.
Por momentos conmovedora y siempre
tensa, la novela aborda problemas de conciencia vinculados a la dignidad, los
principios que rigen nuestras vidas y el costo de sostenerlos con coherencia e
hidalguía.
Pues típico libro que nunca hubiera escogido si no fuera porque alguien de "confianza" me lo trae. Me ha parecido interesante y además a pesar de experiencias intensas que no vienen al caso, los músicos clásicos tienen un "algo". Creo que yo hubiera sido de las cobardes.
ResponderEliminarBesito otoñal
PD la confianza va entre comillas porque aún estoy dándole sentido a tu comparación con la Pantoja, ¿no me podías haber buscado alguien un poco más sexy?
Barnes elabora una 'novela histórica' mostrando el costado más vulnerable del compositor, Norah. Creo que allí reside su acierto. Dale una oportunidad.
EliminarAclaro: me has recordado a Pantoja; no te compararía con ella -puesto que eres incomparable-. Pero, en tren de parecidos... ¿te viene mejor Marta Sánchez? (De 'la viuda de España' a 'la reina del pop español'; qué cambio!) Ja, ja.
Un cariñoso abrazo, Guapa!
No he leído nada de Barnes, pero el que tengo entre ceja y ceja (y en la estantería, es "El sentido de un final", anoto este entre los futuribles si Barnes pasa a formar parte de esos autores de los que quiero más y más ;)
ResponderEliminarUn abrazo
Aparte de éste, he leído algunos otros libros de Barnes, incluyendo el que te espera en la estantería, Ana.
EliminarRespecto de él, me permito advertirte que fue escrito tras la muerte de su esposa y agente, Pat. Es un libro escrito con -notorio- dolor. Los demás, abordan otros temas.
En cuanto a éste, es interesante la visión humana que brinda de Shostakovich, un genio musical y un hombre apabullado por la realidad que le tocó vivir.
Que lo/s disfrutes!
Un gran abrazo.
Estimado Marcelo, pues tenemos idénticas pasiones, en lo que a mí respecta las disfruto en momentos diferentes, no las mezclo. Por tus siempre reveladoras palabras, este libro seguro que no me defrauda, y la historia que propone Barnes la encuentro fascinante. Apuntado queda.
ResponderEliminarUn abrazo amigo :)
Disculpa, Paco, pero no he estado atento. Acabo de ver tus líneas.
EliminarSi eres de aquellos que disfruta de la música clásica y las letras, pues será un buen compañero.
Barnes tiene libros interesantes, a los que suelo recurrir -o recordar- según el ánimo.
Espero que sea de tu agrado.
Un gran abrazo, Paco!