Recordaba
nebulosamente el film, cuyos protagónicos rondaban por mi cabeza como un
tiovivo, sin acertar bien el reparto; sí sabía quién lo había dirigido. Ése fue
el motivo y no otro cuando vi la portada del libro y me lo llevé hace más de
cuatro años. Ya había una clara intención de armar este Pelibro. La película
vino mucho tiempo después y ambos esperaron hasta ahora, para casi despedir el
año en curso.
Libro
Jeffrey Eugenides (Anagrama, 2010)
Los Lisbon tienen una casa en el barrio
y las cinco hermanas, que sólo se llevan un año de una a otra y están entre los
13 y los 17, tienen alborotados a los jovenzuelos locales. De pronto, la más
pequeña decide cortarse las venas mientras toma un baño y, tras un rescate
oportuno, probar suerte en un nuevo intento posterior, esta vez exitoso.
A partir de allí, se desencadena una
suerte de psicosis colectiva, pues a la vez que el resto de la sociedad asiste
silente a los hechos subsiguientes, la familia Lisbon comienza a aislarse y a
encerrarse en sí misma, sin participar de vínculos sociales, abandonando todo
contacto con el medio exterior y dejando sin escapatoria a las jóvenes, que
comienzan su deterioro físico y mental hasta su desenlace macabro en poco más
de un año. Con una madre dominante sobre marido e hijas, de acendrada
naturaleza religiosa, estricta en sus normas y cumplimiento, la casa Lisbon no
parece ser el lugar más propicio para el desarrollo y la formación de cinco teen agers. Mucho menos, en la atmósfera
sórdida y opresiva que sobreviene después del primer suicidio.
Eugenides compone en poco más de
doscientas páginas una novela psicológica, donde se descubre el final en el
inicio del libro. Todo el resto es una reconstrucción de los hechos a través de
un narrador en primera persona del plural, veinte años después de lo ocurrido.
Son esos ya no tan jóvenes amigos o compañeros de las chicas los encargados de
relatar al lector los pormenores, así como ir entregando pistas e historiando
los sucesos. Ese narrador supernumerario
es un acierto, pues pareciera que el grupo que lo compone se ha turnado en
observarlas casi sin solución de continuidad a partir del primer suicidio,
demostrando que han vivido todo ese tiempo por y para ellas.
Otro acierto es el contrapunto entre
una familia que se desmorona paso a paso mientras la sociedad que la rodea
permanece indolentemente despreocupada, sin reacción ni participación alguna
que pudiera conferir un cambio. Por último, la escena final y el remate de la
historia están a la altura de la tensión alcanzada, que ha venido in crescendo desde marras.
Con sólidos personajes bien definidos, escenas de alto voltaje y diálogos apropiados, el autor nos ofrece un libro en el que critica la aquiescencia de la sociedad americana, individualista y superficial, incapaz de tomar partido siquiera por humanidad. Fluido y ameno, se lee bien aunque es conveniente tomarse el tiempo para ir asimilando de a poco la tragedia.
Con sólidos personajes bien definidos, escenas de alto voltaje y diálogos apropiados, el autor nos ofrece un libro en el que critica la aquiescencia de la sociedad americana, individualista y superficial, incapaz de tomar partido siquiera por humanidad. Fluido y ameno, se lee bien aunque es conveniente tomarse el tiempo para ir asimilando de a poco la tragedia.
Film
Sofia Coppola (Paramount, 1999)
Confieso que esperaba más de esta
realización. Salvo Hanna Hall -que encarna a Cecilia, la menor de las hermanas-
las otras chicas no parecen ni de lejos contar con las edades del libro de
Eugenides. Aún Kirsten Dunst, quien destaca por alcanzar un perfecto equilibrio
entre inocencia y sensualidad -en la piel de Lux Lisbon- se ve bastante mayor a
una niña de catorce años.
El film de Sofia Coppola respeta en
gran medida el texto del escritor, con pequeñas omisiones que no hacen al
trasfondo de lo que se relata, salvo la ausencia de la escena final. Pero
decididamente en contra juega la voz en
off del narrador que, siendo un gran acierto en el libro, digamos que nadie
asiste al cine para que alguien le cuente
lo que ha de ocurrir. Es este recurso el mayor responsable –no el único- de la
pérdida de la tensión necesaria para que el espectador mantenga la atención,
con lo cual el film languidece.
Testimonio del octavo Pelibro
Las actuaciones de James Woods en el
rol del padre y de Kirsten Dunst están por encima de las demás, aunque no son
sobresalientes. La ambientación tanto como la fotografía y la atmósfera de
inquietud creada por Coppola para esta versión cinematográfica son adecuadas,
lo mismo que la música escogida y compuesta por los músicos franceses de Air.
A lo largo de poco más de hora y
media de duración, no logré conectar del todo con la propuesta, a la que
encuentro sosa, con faltas de continuidad, acción y transgresión, que sí están
presentes en el texto. Y aunque a la postre se pone en evidencia esa indolencia
americana ya señalada en mis comentarios al libro, la ausencia del remate de la
historia deja una versión deslucida, desflecada y algo anodina.
Mejor suerte para la próxima vez, Sofia.
Mejor suerte para la próxima vez, Sofia.
Muy de acuerdo con ambas opiniones. En su momento vi la peli primero y me quedo con la estética sobre todo, acompañada de esa banda sonora maravillosa pero le faltó la intensidad que sí consigue el libro. En la peli daba la sensación de que las nenas eran unas exageradas y que podían haber solucionado el asunto fácilmente pero en el libro sí que se siente que no hubo otra escapatoria, sí que consigue esa sensación de asfixia y de no tener salida.
ResponderEliminarBesos de sorteo navideño.
Queda claro que está mejor el libro que la peli, Norah. La portación de apellido nunca garantiza el éxito, puesto que el talento no se hereda.
EliminarComparto tu visión de la pantalla. El libro, en cambio, sostiene magníficamente la tensión hasta el final.
No participo del sorteo navideño; contigo, ya me he ganado la grande.
Un beso.
Me gustó mucho Middlesex y tengo pendiente de lectura esta y La trama nupcial, a ver cuando retomo a este autor. La historia parece tremenda, dan miedo esas familias (o grupos) que se autoaislan y van construyendo un mundo enrarecido y ajeno al resto de la sociedad.
ResponderEliminarLa película no la he visto (y parece que la puedo perdonar ¿no?).
Abrazos grandesss!!
También tengo pendiente 'La trama nupcial' pero no 'Middlesex'.
EliminarEl libro vale la pena leer; la atmósfera que va oprimiendo inexorablemente a sus protagonistas es su gran logro. Tómalo en cuenta.
No! Decididamente, de la peli puedes pasar.
Un fuerte abrazo!