miércoles, 1 de febrero de 2017

Pentalogía Alexiévich. 2. Las que no han tenido voz. La guerra no tiene rostro de mujer, Svetlana Alexiévich


Debate, 2015

I.

            De los combates, aciertos y errores, triunfos (más) y derrotas (menos) de la Segunda Guerra Mundial, hemos visto y aprendido a través de los films bélicos que Hollywood (en su mayoría) nos ha querido mostrar (vender); sobre todo, del protagonismo yanqui en la misma, como si ellos hubieran sido los (únicos) triunfadores. También hemos vibrado con la defensa aérea inglesa al intenso bombardeo de sus ciudades y la acción de la resistencia francesa una vez que los nazis ocuparon su territorio. Poco se ha exhibido, en cambio, del frente ruso, verdadero vencedor o, al menos, responsable de inclinar la balanza a favor de los Aliados. Pero mucho menos se sabe de las mujeres soviéticas que participaron junto a los hombres en la contienda.

II.

            Con este trabajo, Alexiévich viene a cubrir un enorme vacío que dejó la Gran Guerra Patria –así se la llama a la IIGM en Rusia- con todas esas mujeres que de alguna manera tomaron la valerosa decisión de enfrentarse a un enemigo poderoso y mejor equipado. El libro compila una serie importante de testimonios de las sobrevivientes, tomados entre 1978 y 1985, dándole de esta manera voz a las que, por prudencia, miedo o principio de conservación, callaron una vez alcanzada la Victoria. Porque hasta ahora, la guerra era sólo cosa de hombres.

III.

          No solo narran sus anécdotas aquellas destinadas a comunicaciones, enfermería, medicina y propaganda, sino también las que tomaron armas -francotiradoras, pilotos, tanquistas, etc.- y las que formaron parte de los partisanos, la milicia rural. Cada una, a medida que evoca sus recuerdos, le va entregando al lector jirones de su propia vida. Varias de ellas lloran; otras prefieren callar para no volver a sentir aquel dolor. Alexiévich sabe darle el espacio a todas para que se explayen, se tomen sus tiempos y prosigan con sus relatos. Como siempre, desgraba las pláticas una vez concluidas y las vuelca al papel sin su participación.

IV.

            Los testimonios abordan distintos temas: el horror de los bombardeos, las condiciones sanitarias, los motivos por los que se enrolaron en la milicia, los actos de heroísmo, el escaso reconocimiento de las autoridades, el frío y el hambre, el miedo a quedar mutiladas, el amor y el regreso a casa, entre otros. Para muchas, la guerra no concluyó el día de la Victoria; prosiguió desactivando minas del terreno y enfrentando a las otras mujeres –las que se quedaron en casa- que las tildaron de prostitutas.

V.

            Alexiévich agrupa la temática por capítulos en un libro que es fiel reflejo de lo vivido por todas esas mujeres que, fusil o gasa en mano, decidieron hacer suya la lucha contra la invasión nazi.

8 comentarios:

  1. Hola Marcelo.

    Pues lo cierto es que estoy en parte de acuerdo con el libro y en parte no... Me explico, siempre me ha interesado, desde adolescente, la 2º Guerra Mundial en Rusia, tengo libros sorbe stalingrado,Kursk. Moscu, la operación barbarroja, Stalin, Zhukov...en fin de todo un poco, y ahora, cuando pienso en ella tengo en mente la importancia de la mujer en esa guerra, y me queda la duda, de ahí lo de que estoy en parte de acuerdo, porque no sé si es un reflejo de lo que leí o de la interpretación y conocimiento posterior de los hechos. No sé si me explico...la interpretación parece que el tiempo hace parecer momentanea y ha sido a posteriori, mi problema es que los he leído desde y durante muchos años ;)También es cierto que muchos de los historiadores no son rusos...ASí que me quedo equidistante, no me decido, con lo que dice, lo tendré que leer, para opinar en "vivo"
    Interesante como siempre Marcelo
    un abrazo

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    1. Hola, Wine.
      Entiendo tu punto de vista. La propia Alexiévich advierte al lector que muchos de los testimonios pueden ser construcciones a posteriori, pero ella no puede saber dónde termina el relato verdadero y comienza la fantasía. De hecho, la que señalas debe ser la primer crítica que ha recibido. Cuánto hay de testimonio y cuánto hay de ficción...
      Por lo demás, resulta importante como mirada de género. Una vez liberadas del yugo estatal y de la mirada culpógena masculina, algunas dicen cosas significativas respecto de su rol y del entorno.
      En cualquier caso, échale una mirada y haz tu propia experiencia; debe ser que me gusta cuando los demás intentan ser sinceros, por más que se vuelvan irrelevantes.
      Recibe un fuerte abrazo, Wine

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  2. La historia de las dos grandes guerras mundiales es un relato que parte de la voz y visión masculinas, en ese sentido es una historia cercenada, y me consta que muchas mujeres inmersas en esa realidad sentían la necesidad de pronunciarse, ajustar las cuentas con generaciones venideras sobre el protagonismo decisivo que tuvieron. Cualquier intento de hacérnoslo visible, como este libro, nunca habría que ignorarlo.

    Un fuerte abrazo, Marcelo :)

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    1. Coincido contigo, Paco. ¿Desde cuándo la guerra fue sólo cosa de hombres y no de toda la sociedad? Hay tantos actos heroicos en uno y otro género. Y sospecho que muchos hombres no hubieran sido quienes fueron sin el sostén de sus mujeres; Franklin y Eleanor Roosevelt, por citar un caso conocido.
      Pero hasta el momento, parece que la mujer en guerra no vende...
      Un libro de esos que no abundan.
      Un gran abrazo, Paco!

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  3. Que los alemanes no contaron con el frío siberiano y los pilló en bragas era la versión light, como para mí, era lo que yo sabía y para qué más detalles. Este no es para mí. De momento y en espera de los otros tres, sigue ganando Chernobil como candidato para que yo conozca a esta autora.
    Besos cobardes

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    1. Lo llamativo de lo que comentas es que a Napoleón le pasó lo mismo y Hitler no parece haberse enterado...
      Espera al último, entonces, y tendrás algo para elegir.
      Besos rusos.

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  4. Lo tengo comprado, pero necesito dejar más tiempo entre cada libro de Alexiévich porque son lecturas que me impactan mucho por su autenticidad. Pero lo leeré sí o sí.

    Abrazos!!

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    1. Creo que los testimonios son reales, U-to; por ello impactan más. Algunos críticos han dicho que muchas de las historias que aparecen son fábulas creada por ella, pero han sido pocos los que argumentaron judicialmente.
      Vale la pena el esfuerzo de leerla. Más, para quienes nos apasiona la historia.
      Un fuerte abrazo!

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