Alfaguara, 1994
I.
Iniciarse en las letras de Juan
Goytisolo nada menos que con este título era todo un desafío, acaso una
quimera. Estaba advertido de la complejidad, tanto de estructura como de
contenido, pero había llegado como respuesta a un ruego personal a mis amigos
lectores y no quería –ni quiero- dejar de ser agradecido con aquellos que me
han facilitado buenos libros como el presente, favor que Yossi Barzilai me lo
allegara hace algo más de dos años.
II.
Libro raro si los hay. Según el propio autor, ‘es la Obra Completa de San Juan de la Cruz
la que vertebra la estructura de la novela’, aunque hace plena referencia
al Cántico Espiritual y entronca con la tradición sufí de la mística musulmana
–particularmente con la obra de Ibn al Farid, a la que también alude-. En
principio, carece de núcleo narrativo; es más un montaje de escenas que se
superponen unas a otras, que una novela en sentido estricto. De esa manera,
Goytisolo sólo sugiere posibles cursos de acción que el lector deberá elaborar.
III.
Del poliédrico texto rescato un par de planos
principales. En principio, no hay un solo narrador sino voces que van cambiando
y relatando distintos aspectos, pero el principal protagonista se solapa con la
figura del Santo: parece ser un estudioso del Cantar de los Cantares a quien
han apresado en un edificio y sometido a cierta clase de tortura –como lo hacía
el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición-. Fuera del edificio, ha habido
una catástrofe cuya naturaleza no está clara: podría ser de origen nuclear -se
habla de radiación, becquerels, etc.- o de una epidemia de HIV –sugerido a
través de la aparición de la Parca en medio de un grupo de mujeres que prestan
servicios de carácter prostibulario-.
IV.
Otro plano lo ocupan contrapuntos
entre onirismo y realidad; la vida mística y la mundana; el libre albedrío y la
obediencia totalitaria que impone el poder. Así, ese pájaro solitario que evoca
Goytisolo ya no es aquél que encarnaba el alma del hombre según el Santo, sino
que ahora se ha convertido en emblema de libertad, capaz de contagiar a otros
pájaros como él, por lo que debe ser apresado, confinado y destruido, para que
los demás no sigan su ejemplo.
V.
Goytisolo construye un relato
totalmente original, no siempre evidente para el lector, pero que se disfruta
si éste participa del juego propuesto. Eso sí, lo hace a través de una prosa
exquisita, con ribetes poéticos y líricos en muchos pasajes, que valen el
esfuerzo de armar la novela con entera libertad; ejercicio arduo pero
satisfactorio. Un gran libro, sin duda.
Hace demasiado calor para esto, con medio cerebro derretido. Prefiero un vendaval que destruya ciudades o amor, tanto da.
ResponderEliminarBesitos licuados.
Por cierto, me tomo prestado lo de "Alas de libertad".
EliminarPor eso yo le he dejado para el invierno...
EliminarAnda, llévate lo que necesites. Si así no fuera, ¿para que están los amigos literarios?
Ah! Podrías haberme avisado de tu lectura vegana, así la compartíamos. Mal, mal...
Besitos recelosos.