sábado, 14 de octubre de 2017

e-book 22. En tierra de Venus. Mujeres, Andrea Camilleri


Salamandra, 2015

I.

            Es difícil sustraerse a la idea de leer a Camilleri y no encontrar ecos de Montalbano, su inspector estrella. Debe ser que, a esta altura, el nonagenario autor siciliano ha querido dar fe de su amor por las féminas, con una vida plagada de romances y aventuras y, de paso, hacer honor a aquellas figuras literarias o legendarias quienes, de algún modo, le resultaran significativas. Cualquiera sea el caso, me he decantado por una lectura fresca y emotiva.

II.

            Este libro reúne treinta y nueve relatos, ordenados alfabéticamente desde la A a la Z, que llevan el nombre de sendas mujeres con las que el autor establece relaciones literarias, sociales y, por qué no, sexuales. Entre las más conocidas se encuentran Helena de Troya, la Beatrice (Bice) del Dante, Nefertiti y Winnie, la protagonista de Los días felices, de Samuel Beckett. Otras, poseen el color local de la Sicilia renacentista y muchas sólo responden a encuentros ocasionales: durante la guerra, la posguerra y derivadas de la profesión.

La versión digital, gentileza de epublibre

III.

            En algunos relatos, es el propio narrador –alter ego de Camilleri- el protagonista de los hechos; en otros, deja paso a personajes de ficción que alternan éxitos y sinsabores. Todos involucran diversos aspectos y cualidades que el maestro intenta rescatar del objeto de sus letras: la abnegación, la fidelidad, la defensa de la familia, el espíritu para sobreponerse a las adversidades y una sensualidad unida a cierta dosis de coquetería que refuerza la imagen de género.

IV.

            Haciendo gala de su ya clásico y escueto estilo coloquial, afinando matices de las mujeres que describe, Camilleri nos ofrece su propia visión del universo femenino, del que es ferviente devoto. Con un arte sin par, delinea prototipos reales e imaginarios que permiten la identificación y promueven la empatía del lector. Quizás abunde en demasía con mujeres jóvenes, de siluetas voluptuosas -resaltando así su naturaleza sexual-, pero… ¿quién no le va a permitir a un noventón semejante deleite, al adentrarse en tierra de Venus?

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