Tusquets, 2018
I.
Venía precedido de comentarios
encontrados. A algunos lectores les parecía una propuesta original, abordando
un momento especial de la historia del nazismo; a otros, les resultaba algo
inconexo e inacabado. Como se quiera, el debate había comenzado y, dado el
tenor del contenido, no deseaba quedarme fuera del mismo.
II.
Mucho se ha escrito acerca del
partido nazi en el poder. Hasta hoy se siguen detallando sus horrores, sus
métodos e idiosincrasia. De igual manera, sabemos que los nazis anexaron
Austria sin disparar un solo tiro, ante la atónita mirada de Francia e
Inglaterra, que negociaban con el poder alemán en una política de apaciguamiento –una expresión poco feliz de lord
Halifax, que encubría el temor a la guerra-. Pero, ¿cómo se gestó su llegada al
poder?, ¿cómo Hitler logró persuadir
al tirano católico que gobernaba Austria para que le cediera el territorio?
III.
El libro abre con una reunión: la del 20 de
febrero de 1933 en el palacio del presidente del Parlamento alemán. Allí,
veinticuatro representantes de la industria, las finanzas y el comercio se iban
a encontrar con el canciller, Adolf Hitler. Éste garantizaría mano de obra
barata y el fin de la lucha con los sindicatos a cambio de dinero para la
campaña de ascenso al poder. Ni decir que estos hombres desembolsaron millones
inmediatamente. Luego, sigue con la otra reunión, que tiene lugar en la segunda
casa de Hitler, el Berghof, en febrero de 1938, cuando se reúne con el
canciller austríaco Schuschnigg en vísperas del inminente Anschluss. Intimidación y guerra psicológica parecen haber sido las
estrategias utilizadas en este caso. Y finalmente, la otra reunión se
desarrolla en casa de Chamberlain con motivo de la despedida del embajador von
Ribbentrop al ascender a canciller, justamente el día en que Hitler invade
Austria, una maniobra distractiva
perfecta. No, ninguna de estas reuniones figuraban en el orden del día de nadie.
IV.
Con escasos elementos tomados de la
Historia y un puñado de acciones posibles –algunas de las cuales no sobrepasan
el terreno de la mera conjetura-, Vuillard plasma una novela breve sobre el
ascenso del nazismo, sus ansias de dominio y, fundamentalmente, sobre el poder
del miedo al enfrentamiento, que sólo logró posponer la guerra, no evitarla.
V.
De prosa sólida, precisa, Vuillard no
elude las consecuencias: entre ellos, la ola de suicidios debida a la invasión;
hasta se burla del ejército alemán al que tilda de inoperante al inicio de las
acciones, con una actuación más propia de Hollywood que de orden marcial. La
lectura resulta fluida porque hace uso de viajes en el tiempo y adelanta el
final de algunos personajes en la horca de Nüremberg en octubre de 1946. Bien
narrado, el libro se devora en horas. Para leer y releer.
Es cierto que el ámbito literario se ha volcado incontables veces sobre el nazismo, precisamente por eso hay que escoger muy bien, un tema que se ha utilizado para construir bestsellers de dudosa calidad...
ResponderEliminarParece que tu opinión no va por ahí con este libro, y puede salvarse de la quema. Desde que leí el "Mefisto" de Klaus Mann, puso el listón demasiado alto, por eso es interesante que éste de Vuillard te haya gustado, sabiendo que eres exigente.
Un fuerte abrazo, Maecelo!!
Recuerdo tu 'Mefisto', Paco. Lo tengo presente.
EliminarEl acierto de esta novela es la voz narrativa; toma distancia de los hechos y se mantiene a nivel de crónica, por más que adelante lo que habrá de ocurrir.
En otro orden, me permití sugerirle esta lectura a Utopía, por ser más versada en este área. Imagino que el nivel de actividad le ha impedido contarnos su experiencia, aunque mantengo la esperanza.
Un gran abrazo para ti y tu familia, Paco!
Pues léelo cuanto quieras, por vos y por todas las veces que no lo voy a leer yo. La guerra y sus entresijos solo se los consiento a un par de favoritos como la Némirovsky pero el resto del tiempo la evito. Y sí, la historia es interesante.
ResponderEliminarBesitos negativos
No habla de la guerra, Norah, sino de los entresijos -qué lindo vocablo has usado- de la política persuasiva y el engaño. No alude a los muertos sino a los empresarios 'vivos' que vieron en esa reunión una oportunidad de hacer dinero a granel.
EliminarTú te lo pierdes.
Besitos con advertencia.
Hola Marcelo.
ResponderEliminarTe confesaré dos de mis muchas debilidades: la primera unida a lo que estudié, y es tener, y haber leído, mucho sobre la historia de la II Guerra Mundial; pero desde niño que descubrí en casa un libro sobre Stalingrado-la batalla-; y la otra debilidad son las películas sobre dicha guerra. Ambas cosas me dan una la veracidad-la probable veracidad- de la historia, y la otra la ficción. Rara vez leo cosas que pudieran entenderse como, digamos, "novela histórica" sobre dicha guerra, me resulta extraño, no me encaja.
Parece, tú me lo confirmarás, una novela de ese tipo.
un abrazo
Diría, más bien, que se trata de una interpretación de un hecho histórico. Vuillard construye una suerte de 'conjetura' basada en hechos reales, sin eludir ni desconocer lo ocurrido; al contrario, en muchos casos se adelanta y comenta el fin de la historia de estos personajes reales.
EliminarEs por esta razón que le sugerí la lectura a Utopía -que no era más que una manera sutil de pedirle ayuda en este área-.
De todas maneras, cabalga entre un ensayo interpretativo y una ficción. Ésta aparece entre Hitler y Schuschnigg; nadie más que ellos puede saber a ciencia cierta qué se dijeron.
Rescato el trasfondo de las consecuencias y el estilo narrativo de Vuillard.
Un gran abrazo, Wine.
Pues yo todas las opiniones que he leído sobre este libro son positivas. Sumo ahora también la tuya. Me quedo con eso de que es un libro para leer y, sobre todo, para releer. Creo que con eso último ya dices mucho sin decir.
ResponderEliminarUn abrazo
En opinión personal, es un buen libro, Lorena. Me ha gustado la distancia de los hechos que toma el narrador y la manera en que compuso el relato su autor.
EliminarLa relectura es necesaria; abunda en datos como en detalles, tanto en la composición psicológica de los personajes implicados como en la evolución de la trama.
Un abrazo para ti.
A mi me pareció un buena novela, de lectura obligada hoy, momento de desmemoria y de auge de la extrema derecha.
ResponderEliminarEs triste comprobar con que facilidad se introduce el mal (por eso banal, como dijo H. Arendt). En este libro se cuenta el principio, luego lo inconcebible se hizo realidad con facilidad inaudita.
Para mi es un libro muy recomendable. Gracias por hablarme de él.
Un fuerte abrazo.
¡Qué bueno tenerte nuevamente por aquí, U-to! Tenía miedo de haber sido un pelmazo por proponerte esta lectura; pero nadie mejor que tú para ir un poco más allá de lo escrito por Vuillard.
EliminarSí, los tiempos que corren favorecen el regreso del Mal -así, con mayúscula-. A la extrema derecha súmale los distintos fundamentalismos... Y qué fragil es nuestra memoria!
Gracias por aceptar mi sugerencia y tomar algo de tu escaso tiempo tanto para leerlo como para pasar por aquí.
Un gran abrazo!