miércoles, 19 de diciembre de 2018

Sin salida. Era tarde, muy tarde, James Kelman


Galaxia Gutenberg, 2013

I.

            Fue verlo en esta traducción castellana la última Feria del Libro local y llevarlo, pues lo tenía presente después de hojear el libro que sugiere un millar de títulos para leer. El hecho de que su autor narrara la vida de un obrero de Glasgow en paro, junto al uso del lenguaje de la clase trabajadora fue el motor disparador de su lectura.

II.

            Sammy Samuels es un hombre de treinta y ocho años que vive junto a Helen -una joven que se gana la vida en un bar nocturno-, tiene un hijo de quince que vive con su madre, y se ha quedado sin trabajo en el área de la construcción, por lo que percibe un subsidio. Tras una borrachera prodigiosa, un sábado despierta en medio de la calle, sin cartera y sus zapatos han sido reemplazados por un par de zapatillas deportivas. Se traba a puños con dos policías vestidos de civil, es atrapado, conducido al destacamento y golpeado brutalmente hasta perder la vista.

III.

            Lo que sigue es su historia después de la golpiza, sus días en la cárcel –la que ya conocía por haber cumplido una condena de varios años- y sus primeros pasos en la realidad de un hombre ciego. Para colmo, Helen lo ha abandonado tras la última bronca, la Seguridad Social le niega un subsidio adicional por ceguera, la policía le sigue los pasos –por trapichear camisas sin el pago de impuestos- y un desconocido leguleyo –que huele a policía- intenta representarlo judicialmente contra ésta. Así, sin formular denuncia para no perder el seguro de desempleo, no parece haber otra salida que huir.

IV.

            ¿Qué tiene el libro de valioso? En principio, Kelman se apega al dialecto callejero del trabajador de Glasgow (el working-class Glaswegian), abundoso en palabrotas, para narrarnos sus peripecias. Además, aprovecha éstas para realizar un retrato de la clase social baja, con trabajo precario, inclinación hacia el alcohol y dependencia de la protección estatal. Finalmente, las descripciones de sus primeras horas de ceguera son para el aplauso.

V.

            El estilo elegido no es fluido. La composición del protagonista respeta sus limitaciones en cuanto a recursos lingüísticos y escasez de objetivos personales. Por momentos, una voz interior dialoga con él, reforzando lo que piensa aunque no lo exprese. Las escenas resultan cotidianas para quienes habitan los suburbios de las grandes urbes, con lo que la obra podría enmarcarse dentro del ámbito de la novela social. Por último, la traducción a cargo de Vicente Campos merece una mención, al intentar respetar expresiones que, sin ser exactas, mantienen el espíritu del original. Algo distinto, para lectores distintos.

8 comentarios:

  1. Interesante novela por lo que cuentas, aunque creo que esta no la apunto porque apunto mucho más de lo que leo y mi lista es ya inabarcable en tres vidas largas.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí que es interesante; sobre todo por el planteo social de la vida de las clases bajas, desprotegidas o protegidas a medias por los recursos estatales.
      Si es por apuntarla o no, yo ya tengo claro que he de morirme antes de leer todo lo que deseo -ni hablar de lo que está disponible-, pero algunas cosas me gustaría tenerlas a mano, de todos modos, por si el paso en esta vida se prolonga, Rosa. No fuera cosa de tener que salir a buscar un libro agotado cuando ya no pueda hacerlo.
      Besos.

      Eliminar
  2. No tenía ni idea del autor. Lo que cuentas me guía a su lectura, parece que refleja bien esos sectores de población que quedan descartados por la avaricia del capitalismo, sectores que no se sienten representados por los partidos tradicionales y que son protagonistas de estallidos colectivos o a través del voto apoyando a partidos o personajes populistas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ni más ni menos que lo que expresas. Kelman hace un buen retrato del trabajador en paro. No deja de novelizar algunas cosas, pero la síntesis es bastante objetiva.
      Seguramente será de tu agrado, U-to.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  3. Uf, no tiene ningún espírito navideño ;)Pinta muy bien, pero creo que es de esas novelas que necesitan el momento adecuado. Y pensar que la realidad supera a la ficción... Un abrazo Marcelo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, Ana, simplemente porque lo leí hace algunas semanas. Coincido contigo en que necesita su momento. Rescato el estilo elegido para revelar aquello que todos sabemos pero nos escabullimos mirando hacia otro lado.
      Un abrazo para ti.

      Eliminar
  4. Hola Marcelo
    Mientras te leía parecía ver una película de Ken Loach (cineasta al que aprecio mucho), pero va por otros derroteros supongo la novela. Las novelas traducidas que acompañan su tema con la utilización de modismos o jerga, y que están traducidos siempre me ponen en guardia desde que leí "llámalo sueño· de Henry ROth, y de una traducción extraña (y vieja) que no resaltaba esa utilización, pasé (pasados los años) a una traducción absolutamente distinta, era otro libro.
    Gracias Marcelo tiene buena pinta.
    cuídate

    ResponderEliminar
  5. Hola, Wine
    Sospecho que podría ser de tu agrado, si me permites. El protagonista es un perdedor pero con ganas de no serlo. Un poco de esos personajes marginales que compone Sam Shepard.
    Veré si consigo algo de Loach, creo haber visto 'El viento que acaricia el prado'.
    Un abrazo, Wine.

    ResponderEliminar