Bajo la Luna, 2014
I.
Un mínimo comentario aparecido en
una revista dominical llamó mi atención. No en sí por su contenido sino porque
la autora era (es) de origen coreano, una comunidad bastante presente en este
país, y yo no recordaba haber leído nada de literatura de allí. La curiosidad
hizo que lo incluyera en las lecturas de este año.
II.
El libro está constituido por una
serie de historias, conectadas a través de vínculos entre personajes que
aparecen en capítulos precedentes, sin demasiada conexión entre sí. Comienza
con la vida miserable que lleva un ex catedrático universitario junto a su
segunda esposa, luego que un fatal accidente lo llevara a abandonar su trabajo
y familia. Concluye con un tío agrio y descreído a quien un sobrino interesado intenta
convencer de que la vida que llevó puede ahora ser distinta dado los recursos
con los que cuenta.
III.
La pluralidad de temas que abarca el
texto es extensa, pero la pobreza y la miseria son los más recurrentes. La
falta de voluntad para conseguir un empleo; la manipulación de la información
como causa de sometimiento entre padres e hijos; la pretensión de mantener el nivel de gastos cuando el proveedor de recursos desaparece; los problemas de
encontrar vivienda adecuada para una pareja casadera; el trabajo a destajo, que
no deja tiempo para la vida social; los cambios que se sufren con la llegada
de un hijo, entre otros, son algunos de los que Bae aborda a la hora de exponer
la imperiosa necesidad de dinero, el miedo a la pobreza y, de paso, la avaricia
y la mezquindad humana.
IV.
En un texto polifónico, no exento de
circunstancias violentas, malos tratos, agresiones de toda índole y bajezas
humanas –envidia, prejuicios, pereza-, rescato su estructura arbórea, con personajes que van dando lugar a unos
nuevos con los que se entrelazan los relatos. Amigos, hijos, ex compañeros de
estudios, todos son útiles para introducir nuevas situaciones donde la pobreza
es el tema central. El restaurante al que alude el título sólo se menciona en
algunos capítulos como un lugar que condensa el anhelo para los que sufren
hambre o aspiran a una mejora social.
V.
En estilo directo, con diálogos de tonos rudos, de a ratos reflexivo pero siempre crudo y descarnado, el libro fluye
no sin dejar una imagen de una Corea despiadada, donde sus habitantes valen por
los recursos que poseen y el temor a caer en la más absoluta miseria está
siempre presente. Una obra distinta, interesante, fuera del mainstream editorial.
Lo apunto, parece una lectura diferente y creo que podría gustarme.
ResponderEliminarBesotes
ES una lectura diferente. Me ha sorprendido muy gratamente, porque combina una estructura ingeniosa con un planteo sólido desde diversos ángulos. Ojalá lo encuentres por allí.
EliminarGracias por darte una vuelta por aquí.
Un beso, Shorby
Pues lo que yo he leído de autores coreanos está en el otro lado de la moneda. Aunque también hay tristeza y soledad, la cosa se muestra con delicadeza y cierta belleza. No sé si lectura tan sórdida me viene bien ahora, pero me llama la atención por lo diferente.
ResponderEliminarBesitos cansados
Vamos, Maja, anímate, que tampoco es tan cruel. Es un libro que a los lectores como tú, sin pelos en la lengua, le va que ni pintado. No encontrarás nada que no sepas ya con solo mirar a tu alrededor.
EliminarComo siempre, cuestión de gustos y de momentos.
Besitos animosos.
Nunca he leído literatura coreana, pero me gusta la estructura de esos relatos en que los personajes de uno salen de los secundarios de otros. Ese simple nexo de unión hace que un libro de relatos me resulte más atractivo que sin ninguna relación entre las distintas historias.
ResponderEliminarTambién me atrae ese relato descarnado y sórdido de la pobreza.
Tomo nota, aunque no sé si será fácil de encontrar.
Un beso.
Lo que señalas es uno de los mayores aciertos del libro; al menos, algo que me ha gustado mucho. Al fin y al cabo, la autora podría haber armado un libro de relatos con otros personajes, pero se ha tomado la molestia de usar la psicología de los personajes ya utilizados para hacerlos partícipes en otras escenas.
EliminarLo demás, es un compilado de distintas miradas acerca de la pobreza, desde quien la padece o quien la ronda hasta aquellos que la perciben en los demás.
Si lo encuentras, no dudo que te gustará.
Un beso grande, Rosa.
Me inspira tremenda curiosidad esta autora por lo que explicas de su novela. Me suele gustar mucho esa polifonía de miradas acerca de la pobreza. Lo buscaré a ver si lo encuentro. Por cierto, ¿Corea del Norte o del Sur?
ResponderEliminarUn inmenso abrazo!!
La misma curiosidad que me llevó a leerlo, de seguro. Y para más inri, hay mucho de sumisión de la mujer en una sociedad tradicionalmente machista.
EliminarLa novela transcurre en Seúl, Corea del Sur. La autora es de allí; nació en 1965 aunque vive fuera de Corea -al parecer, en Alemania- y además de ser traductora es Licenciada en Química -afín con mi profesión-. Datos de la solapa interior.
Ojalá lo encuentres -y te guste!-.
Un abrazo fuerte para ti.
Vaya, leyendo toda esa exposición de grandes problemas y situaciones que acontecen en el libro, era como asomarme a la actualidad de aquí, y tantos países azotados por la crisis, ojeas un periódico o ves telediarios y tienes eso.
ResponderEliminarHa de ser interesante el planteamiento literario que hace esta coreana, absolutamente desconocida para mí.
Gracias, Marcelo.
Cuídate campeón!
Sí, Paco, así es, pero si quieres, en este caso, hay una carga más agresiva, más expuesta que lo que aparece en los periódicos. Como si la violencia no pudiera ser contenida.
EliminarHa sido una buena experiencia.
Un abrazo para ti, pibe!
Me gusta esa estructura de personajes interrelacionados sin aparente conexión. Me recuerda un poco (por esa estructura más que por la temática) a Felices los felices de Yasmina Reza.
ResponderEliminarEn cuanto a la literatura coreana, me temo que es una gran desconocida por mi parte. Si no me falla la memoria solo he leído dos libros procedentes de ese país. Uno de ellos es La vegetariana, de Hang Kang; novela brillantísima que no me canso de recomendar.
Un abrazo
No he leído el libro de Reza que citas, aunque la estructura puede no ser muy original. Pero aprovecha muy bien la psicología de los personajes ya desarrollados para elaborar nuevas historias.
EliminarSí he leído el libro de Kang, que me pareció impecable, pero he opuesto mis reparos a la empatía que suscita la supuesta inocencia de la protagonista. Puedes leer mi opinión haciendo click en la columna de la derecha.
Ojalá que puedas hallar éste.
Un abrazo para ti.
No he leído nada de literatura coreana, creo que tengo algo, pero no recuerdo si es norteamericana/coreana, o asiática solamente. La temática supongo que es universal, lo que queremos ser, y si es lo que deseamos o nos hacen desear. LA sociedad, la superación, el mito de los perdedores, el ser superior; siempre es un método de dominio. la prueba es EEUU. el país con tanta pobreza y.... Bueno este libro no es momento para comentar eso.
ResponderEliminarcuídate
gracias
Si, creo que viene por ahí, Wine. Pero tiene un carácter más violento, cruel, despiadado. Yo he mantenido cierto contacto con la comunidad local de ese origen debido a que algunos de ellos fueron mis alumnos. Creo que esa fue la génesis de esta lectura, por demás curiosa.
EliminarUn abrazo grande.