Libros del Zorzal, 2016
I.
Un comentario en la Red lo trajo
hasta mi. A la autora la habían galardonado en el 2015 con el Premio
Hispanoamericano de Cuento ‘Gabriel García Márquez’ por este trabajo y despertó
mi curiosidad porque uno de ellos alude a la ciudad donde habito. Si a eso le
añadimos que Baudoin es boliviana pero nacida en Caracas, ya tenía suficiente
condimento para abordarlo.
II.
¿Qué pueden tener en común el crimen
de una menor, la asfixia que provoca la sobreprotección, el miedo a quedarnos
solos, la pérdida de un hijo, el aislamiento de una pareja en un paraje remoto
–por exhibir algunos argumentos del contenido- que no sea una atmósfera de
inquietud, de peligro inminente por más que todo siga pareciendo normal?
III.
Los catorce relatos que componen el
volumen nos hablan de soledad, inconformismo, aburrimiento, sentires todos que conllevan
hacia un cambio brusco, a veces violento. La necesidad de abandonar la
situación existente, cansados ya de hacerle frente a lo que no tiene
posibilidad de cambio o el repetirnos en las mismas respuestas o en las mismas
malas decisiones nos conduce al borde de un abismo que nos invita
a saltar, sin medir consecuencias.
IV.
Baudoin reúne en un puñado de escenas
la coexistencia de la vida diaria con lo siniestro, lo inexplicable, lo
alarmante con solo exponer a través de hechos cotidianos cómo todo puede
ponerse mal, tétrico, horroroso. Es la inestabilidad del clima la que presagia
algo que al lector se le escapa; sabe que puede ocurrir o ha ocurrido algo pero
no tiene la certeza. Así, lo hace partícipe, aunque lo deja pensando.
V.
En un estilo directo y con una pluma
ágil, Baudoin nos enfrenta a ese costado impredecible que no solo alberga la
vida humana sino también nuestros vínculos, capaces de desmoronarse en un abrir
y cerrar de ojos. Para alguien que no suele leer relatos, ha sido todo un
descubrimiento. Recomendable ciento por ciento. Para quienes gusten, hay una
edición española bajo el sello de Navona.
Pues con lo que me gusta la literatura latinoamericana, haciendo seguimientos, y no sabía nada de esta escritora boliviana, todavía hay mucho que desconozco, desde luego.
ResponderEliminarVeo que sus relatos abordan nuestra sempiterna lucha con la vida, pero desde aspectos en los que no siempre reparamos, eso tiene su atractivo.
Me apunto esta propuesta, además tengo mucho cariño a Bolivia, país en el que estuve hace bastantes años.
Gracias, Marcelo, por tus siempre providenciales apariciones ;)
Un abrazo pibe!
Me ha gustado mucho. Y eso es mucho decir para un escaso lector de relatos.
EliminarPareciera existir una generación de jóvenes escritores de origen latinoamericano que destina sus letras a relatos donde lo siniestro, el peligro inminente y el horror conviven con lo cotidiano.
De todas formas, es un libro interesante.
Un fuerte abrazo, chaval!
tampoco yo conocía a esta autora, y no es que sea muy amiga de relatos, pero lo que cuentas de estos es suficiente para dedicarle mi atención. Lo buscaré.
ResponderEliminarUn beso.
Yo, mucho menos que tú, Rosa. Sin embargo debo reconocer que me ha sorprendido gratamente.
EliminarTampoco tenía mucha idea sobre el contenido, pero me pareció muy interesante.
Ojalá lo encuentres -allí fue editado por Navona- y sea de tu agrado.
Un beso para ti.
Creo que me iban a gustar pero ahora no necesito este tipo de lecturas que me hacen poner triste. Así que me los guardo para cuando tenga ganas de enfrentarme a ella.
ResponderEliminarBesitos conservadores.
Déjalos para cuando estés de ánimo, pero son buenos relatos -y mira que no soy de leerlos-.
EliminarBesitos de aliento.
Me encanta lo que señalas de este libro de relatos que desconocía totalmente. Todos son temas que me interesan. Me he hecho el propósito de no comprar más literatura en un tiempo, tengo tanto por leer que no me da la vida, pero este igual se mete por algún resquicio.
ResponderEliminarAbrazos!!
Yo me formulé el mismo propósito, y he disminuido la cantidad de libros adquiridos, pero siempre hay algunos que engrosan la lista.
EliminarEste libro me ha gustado mucho, tanto en el contenido como en el estilo. Ojalá lo disfrutes tanto como yo.
Un fuerte abrazo!
Leo mucho cuanto, bueno leía, ahora leo casi siempre poesía, el cuento es el sitio donde experimentar lo nuevo. Si alguien quiere leer lo que yo leo, que nadie quiere, pero cuando hay, comienzo aconsejando los cuentos que leo( y con PErec) si de ahí no pasan... no sigo aconsejando. EL cuento es un buen lugar para quedarse.
ResponderEliminarNo conozco a tu autora, y si se presenta la oportunidad..
cuídese
No soy mucho del cuento, Wine. He leído bastante, sobre todo de autores de esta tierra -que los hay y muy buenos-, pero me saturé, al igual que con el género policial.
EliminarSi lo encuentra por allí, no pierda la posibilidad.
Un abrazo, Maestro.