Eterna Cadencia, 2014
I.
Fueron varios los libros aparecidos
de este autor bajo un mismo sello editorial. Parece ser fruto de una
recomendación que Rodrigo Fresán –autor del prólogo- hiciera a sus amigos y que
Eduardo Berti, en virtud de ello, realizara una selección de trabajos que, en
definitiva, componen el presente volumen, a partir de sendos títulos del autor.
II.
Dixon se especializa en
mostrarnos cómo una situación completamente cotidiana y vulgar puede degenerar
en otra totalmente distinta y asaz violenta, cuando no absurda o surrealista.
Un hombre con ciertas limitaciones y dificultades de relación plantea
cuestiones que no pueden invalidarse por su naturaleza; una historia contada desde
diversas posibilidades alumbra distintos aspectos de esa relación; una carta
que cambia su contenido cada vez que es leída, o las diversas miradas acerca de
un hombre al que deben amputarle una pierna, entre otros, son parte de relatos
que combinan, violencia, desidia, incredulidad, heroísmo y una cuota de
sarcasmo unida a grotescos que arrancas sonrisas.
III.
Además, exhibe en un puñado de
circunstancias la carnalidad de nuestra esencia humana, el lado primitivo y
animal, la naturaleza agresiva, el costado menos amable y más censurable de
nuestras decisiones, o de nuestras indecisiones –varias, a lo largo de los
relatos-. Los vínculos quedan al desnudo; no hay escondite posible para actos
brutales e insensibles, como para los tiernos y emotivos. En su paleta desfilan
hombres comunes, con ropajes de héroes o villanos.
IV.
Con una pluma ágil y escenas bien
construidas, Dixon repasa nuestra toma de decisiones en situaciones que se
hallan al límite de lo correcto, sin importar la mirada prejuiciosa de la sociedad
ni de sus cánones de corrección política y social. Parece decirnos ‘también
somos esto; mirad’. Y lo hace de manera brillante, con humor e ironía.
V.
Finalmente, con un texto ameno,
acompañado de un prólogo que conviene saltear, para encarar una vez concluida
la lectura, la selección de relatos resulta una bocanada de aire fresco en
medio de un streaming editorial más
abocado a otras propuestas, de mayor actualidad aunque quizás menos profundas.
Un libro de bienvenida al universo del autor.
Creo que me podría gustar el estilo. Pero no me llama la atención la idea en sí y menos esa parte oscura que muestra. Ahora mismo estoy más por la fantasía y que me cuenten cuentos. No quiero tratos con la realidad a la hora de leer..
ResponderEliminarBesitos de fantasía
Sí, ya he visto por dónde transitan tus lecturas. De todas maneras, es original en la forma de tratar los temas que aborda.
EliminarTenlo en cuenta para otros momentos.
Besitos marginales.
Me atrae muchísimo todo lo que cuentas: la carta que cambia su contenido cada vez que se lee, esa historia contada desde diversas posibilidades, el hombre al que van a amputar la pierna, ese bucear en lo más reprobable de la naturaleza humana con ese mostrarnos que "también somos esto". La única pega que le pongo es que me gustaría más una novela que un conjunto de relatos, pero creo que así todo, lo buscaré.
ResponderEliminarUn beso.
Dixon es especialista en relatos, Rosa. Son varios los libros publicados con este subgénero; lo cierto es que también tiene una novela bajo este sello editor.
EliminarHa sido un grato descubrimiento. Quizás me anime a leer sus otros títulos durante el presente año.
Besos.
Me gusta mucho leer relatos. Y estos tienen una pinta estupenda. Apunto.
ResponderEliminarUn abrazo
La casa editora, en función del éxito alcanzado con este volumen, dispuso una serie de varios títulos del autor. Veré si puedo incorporarlos al presente año.
EliminarUn abrazo, Lorena.
Dixon es un grande, que no se entiende que no sea más conocido aquí, acabamos de publicar su último libro: "Historias tardías".
ResponderEliminarhttps://www.eternacadencia.com.ar/blog/editorial/catalogo/item/historias-tardias-de-stephen-dixon.html
Buena lectura!
Por fortuna para la editorial, ninguno de los cuatro títulos que poseo ha sido 'material de cortesía'; como siempre, he abordado los costos.
EliminarPor desgracia para la librería, los he adquirido en la competencia.
Gracias por pasar; de nada por la auto promo.
Los cuentos me cuestan, aunque luego las experiencias que tengo son buenas. El planteamiento es original e interesante. Muchas veces he pensado cómo un hecho se transforma en función de quién lo recibe y cómo.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
A mi también, U-to. Hay un libro de Tabucchi -cuya reseña está en ciernes- que justamente enfrenta el desafío de mirar desde otro lado. O descubrir aspectos que lo evidente mantiene ocultos.
EliminarUn fuerte abrazo para ti.
Otro autor que me presentas. Los relatos me gustan, aunque dejando pasar un tiempo entre lecturas. Un relato que llega al lector y deja poso es un lujo. Creo que aquí tenemos unos cuantos. A mi también me ha llamado la atención esa carta que siempre es distinta, ese rio que nunca es el mismo.... Un abrazo.
ResponderEliminarHay mucho Dixon dando vueltas por aquí. Quizás sería ocasión de que lo conocieras. Tampoco soy de leer relatos, pero el conjunto me ha gustado.
EliminarUn abrazo para ti, Ana.
Me encantan los relatos, tengo cientos de libros de relatos y me parecen pocos, así que este no será un extraño cuando lo pille.
ResponderEliminarCreo que si está lejos de, como dices, la correción política me gustará, estoy aburrido de la corrección política, ese andar de puntillas por la vida porque puedes ofender a alguien, lo cierto que este mundo se está convirtiendo en un meadero para meapilas.:)
un abrazo
gracias
Coincido, Wine; la corrección política es convertirte en un animal amaestrado al que no le sueltan la cadena nunca. Es un libro irreverente, cuanto menos. Hay unos cuentos geniales, basados en escenas cotidianas. Te ha de gustar.
EliminarUn abrazo, Maestro.