Anagrama, 2003
I.
Decidí poner rumbo al ensayo tras
muchos libros de ficción, de manera de no saturarme y, por otro lado, hacer
armas en un género que frecuento extremadamente poco. Encontré este título por
casualidad; lo tenía esperando su ocasión desde hace varios años y observé, no
sin sorpresa, que se hallaba vinculado a otros que había seleccionado para el
presente año.
II.
Quizás el autor haya sido, como él
mismo lo expresa, el último republicano de E.E.U.U. Esta mezcla de escritor,
periodista y político norteamericano destinó gran parte de su vida a esclarecer
al pueblo a través de novelas, ensayos e investigaciones históricas, con el fin
de que el ciudadano común acceda a los entretelones del poder político y económico
de esa nación.
III.
El breve libro recopila diez
artículos escritos por Gore Vidal en diversos medios locales entre 1992 y 2003.
En todos ellos critica la pérdida de la Vieja República tras la sanción de la Ley
de Seguridad Nacional, de 1950, cuando la representación del pueblo pasó a
manos de las corporaciones –empresas de defensa, bancos y compañías de seguro-,
de manera que el Parlamento les garantizara pingües beneficios dentro y fuera
de sus fronteras, sin importar el incremento de la deuda pública y la carga
impositiva necesarias para hacer frente a ese esfuerzo.
IV.
En principio, menciona las acciones
de la CIA cometidas en Chile para eliminar al presidente Allende; repasa el
derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala, cuyo único error táctico fue
intentar cobrarle un mínimo impuesto a la mayor empresa instalada en su
territorio: United Fruit. Pero lo prodigioso se resume en el trabajo central,
sobre los atentados a las Torres Gemelas en setiembre de 2001. Denuncia que el
gobierno de Bush estaba al tanto de los posibles atentados, y los dejaron correr, así tenían motivo
para atacar Afganistán que, con la excusa de la búsqueda de Bin Laden –supuesto
responsable de los mismos- procedieron a domesticar
a los díscolos talibanes que impedían la construcción de un oleoducto sobre el
Mar Caspio, en los que ¡oh, casualidad!, estaba interesada la empresa Unocal, perteneciente
al monopolio del petróleo manejado por Cheney… y el propio Bush.
V.
Con una prosa amena, directa, sin
ambages, Vidal desnuda el imperialismo de su país, al que culpa de haber
generado la mayor deuda pública de todo
el mundo, haberse entrometido en la política de otros países sólo para defender
sus intereses y valerse de los medios de comunicación de masas para desinformar a la población, que será
quien deba pagar los gastos con sus impuestos. Un libro colosal e irrepetible.
Me parece de lo más atractiva esta propuesta en forma de ensayo, género que siempre tengo a mano para leer y cambiar de tercio. Gore Vidal es un autor al que he "merodeado" varias veces, no estaría mal abordarlo con este libro que parece abrir tantos interrogantes.
ResponderEliminarTomo nota, Marcelo ;)
Un abrazo, pibe !
Lo tengo hace tiempo, Paco, y nunca encontraba el momento para encararlo. Expresa mucho sobre su país, y no precisamente rosas. Buen libro.
EliminarUn abrazo con tos, chaval (ajax, ajax).
Muy interesante lo que dices que cuenta el autor en estos artículos. Ya me lo habías recomendado y andaba dudosa de qué leer. Intentaré buscar esta recopilación de artículos. Si no la encuentro, igual me decido por una novela.
ResponderEliminarEs increíble las barbaridades que se han cometido por intereses personales. Miles de muertos y refugiados y países destruidos para qué las cuentas bancarias de unos señores engorden hasta explotar. Algunos se enriquecen vendiendo armas, otros reconstruyendo los países, otros controlando los recursos. Poco puede hacer la política frente al Mercado y el Capital. Terrible.
Un beso.
Lúcido y conciso, Vidal desgrana la entretela de la defensa de los intereses económicos, a ultranza.
EliminarNo se si Orwell, al escribir '1984', pudo imaginar cuán adaptado fuera su argumento a los EEUU. Pero sí... el Gran Hermano aún nos vigila.
El desafío, Rosa, será pensar cómo nos deshacemos de este capitalismo injusto y, una vez hallado, ejecutarlo.
Un autor a considerar.
Un beso para ti.
Vaya, qué sorpresa encontrar estos artículos en un momento en que EUA vuelve a las andanzas de "entrometerse" donde no le llaman y creerse defensor de la democracia, síii, esa de las corporaciones. Nunca antes estuvo en peores manos.
ResponderEliminarInteresante lo que cuentas.
Un abrazo.
El Gran Gendarme va a regresar cada vez que sus reales intereses se sientan lesionados o en riesgo. Y estos intereses cubren el mundo. Gore Vidal sólo los expone de manera descarnada.
EliminarNeron Golden -así lo llama Rushdie- es otro idiota útil.
Un fuerte abrazo.
Leo muy poco ensayo y es una auténtica pena porque los hay muy bien escritos, de forma muy amena y a la vez didáctica, y además de los más diversos temas. Por eso valoro mucho cuando hacéis reseñas de ensayos. A ver si así me animo y poco a poco los voy intercalando entre mis otras lecturas.
ResponderEliminarUn abrazo
El problema con los ensayos, Lorena, es que superan a la ficción. Creo que por eso nos resulta más fácil destinar horas a éste genero y no a aquél.
EliminarNo obstante, tendría que visitarlo más frecuentemente. Eso me he propuesto.
Espero que encuentres algún título de tu agrado e interés.
Un fuerte abrazo.
Es curioso no hace demasiado me hice con un libro de Edhasa que son ensayos de 1952 a 2001 de GOre Vidal( a un precio insultantemente bajo, no sabían lo que tenían, pero uno vive de esos fallos:)) EN cualquier caso, Gore VIdal es una figura relevante en la literatura y política norteamericana- cosa que hizo que le surgieran enemigos como ratas-.Pero leerlo es algo que debe hacerse, aunque solo sea para no acomodarte en el discurso oficial que nos mandan todos los días por el aire.(con mira laser)
ResponderEliminargracias
cuídate
Desnuda los intereses económicos que pujan por detrás de las decisiones del Parlamento, así como el rol de ‘sicarios’ de los medios de comunicación, al servicio de aquellos. Me ha gustado particularmente que dijera que la CIA es el centro de desinformación.
EliminarUn abrazo, Maestro.