Puntocero, 2010
I.
Con motivo del lanzamiento de la
edición española de este título –a cargo de una novel editorial madrileña-,
fueron varios los comentarios auspiciosos que rescataron una ya transitada y reconocida obra en nuestros
medios, cuyo origen se remonta al año 2001. Esa buena repercusión disparó su
búsqueda y, no sin esfuerzo, pude hacerme de uno de los pocos ejemplares que
aún podían hallarse. La brevedad, inclinó la balanza hacia su lectura.
II.
Clara habita un apartamento cómodo en
algún lugar de Montevideo. Está encinta, y comparte el lugar con su padre, al
que mantiene encerrado en un cuarto, junto a su pájaro que se encuentra, como
él, dentro de una jaula. Tras la muerte de Julia, la mujer de su padre, Clara
decide abandonar su trabajo para dedicarse exclusivamente al cuidado de aquél, un
hombre enfermo. Pero los fondos de los cuales han de sobrevivir son los que ha
dejado Julia y, como todo, también estos se agotan. Con la sola compañía de
Carmen, una vecina de fuerte acento europeo, Clara dará luz a Flor, mientras que
cada día que pasa se encierra más dentro de su casa. El único lugar que le
permite algo de libertad y ser aún un retazo de sí misma es la azotea.
III.
En medio de una atmósfera cada vez
más sórdida y lúgubre, el lector asiste a la implosión familiar. El inestable equilibrio psíquico y emocional de
la protagonista, que teme al mundo exterior y al contacto con él, es incapaz de
afrontar la presión que la sociedad ejerce sobre ella, reduciéndola a la
supervivencia más básica, que declinará en una decisión tan trágica como
previsible.
IV.
Sorprende la economía de personajes y escenas de
las que Frías se vale para delinear una novela breve, en que todo funciona como
un mecanismo sincrónico. Una realidad ominosa que empeora con los días, una
oscuridad sobre los protagonistas que se extiende como una negra mancha de
petróleo y el pavor cerril a las influencias que ejerce el exterior dentro de
una mente que se deteriora minuto a minuto. Es todo un logro transmitir
semejante opresión sin cambiar de ambiente a lo largo del relato.
V.
Con una prosa fluida y directa,
Frías hace gala de una serie de recursos que recuerdan atmósferas inquietantes
de otras autoras contemporáneas. Su sello personal es ese mundo íntimo donde se
debaten la vida y la muerte. ¿Cómo influye nuestra percepción de los demás en
nuestra vida? ¿Hasta dónde podemos renegar de nuestra naturaleza gregaria? ¿Qué
consideramos una ‘pérdida’? ¿Desde qué lugar podemos sostenerla, aún sacrificándolo
todo? Frías se encarga de interpelar al lector para que se formule estas
preguntas. Libro para tomar nota.
Entre ese ambiente opresivo, el secreto que se intuye en el pasado de Clara y la prosa "fluida y directa", me apetece muchísimo. Tomo nota a ver si lo encuentro.
ResponderEliminarUn beso.
Una interesante propuesta literaria, con algún otro condimento que no he querido revelar.
ResponderEliminarLa editorial Tránsito se lanzó con él a fines de 2018.
Que lo disfrutes!
Un beso para ti, Rosa.
¡Hola Marcelo! Según te leía, sobre todo el párrafo ese en el que explicas el encierro voluntario dentro de su casa, me venía a la cabeza la palabra "confinamiento", aislamiento pandémico (jeje, sí ya se que no tiene que ver, pero me ha venido a la mente) y la frase "¿Hasta dónde podemos renegar de nuestra naturaleza gregaria?" pues lo ha reforzado más.
ResponderEliminarEn cualquier caso, me parece interesante tu propuesta. Investigaré un poc a ver...
Besos
Hola, Marian!
EliminarEn realidad, es una mezcla de agorafobia y homofobia, propio del desequilibrio de la protagonista. Pero sí, la atmósfera es asfixiante.
Échale un vistazo si lo encuentras por allí.
Un beso para ti.
Es una de las autoras que tengo pendientes, aunque es el libro "La ciudad invencible". La trama de este también me atrae mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este título es anterior al que señalas, Rocío. Está muy bien y se lee de un sentón.
EliminarUn abrazo para ti.
Tengo muchas ganas de leerla desde que la publicó esa editorial española que mencionas. Si no me equivoco creo además que con esta novela Tránsito inició su catálogo. La verdad que tengo muchas ganas de estrenarme con esta editorial, su selección de títulos me resulta muy apetecible.
ResponderEliminarUn abrazo
Así es, Lorena, y coincido contigo: la selección de títulos es muy interesante.
EliminarSospecho que ha de gustarte. Mantiene la tensión hasta el final -y me guardo detalles 'picantes'-.
Un abrazo para ti.
Me gustan las preguntas, son de las que tienen mucha enjundia y difíciles de contestar. Lo que no me gusta es el camino para llegar a ellas. No sirvo para estar encerrada, y no puedo con historias que me encierran junto a los personajes.
ResponderEliminarMe salto la recomendación.
Besitos libres
A mi me parece que, si el camino escogido es válido -y en este caso considero que lo es-, no sería óbice para elaborar las respuestas. Pero es cuestión de gustos.
EliminarEs un libro con sustancia, sin duda. El encierro es algo circunstancial.
Besitos comprensivos.
Interesante ejercicio el que se nos presenta, la comparativa entre un confinamiento voluntario y uno forzoso como el que hemos vivido, forzoso que para algunas personas se ha convertido a posteriori en voluntario también. ¿Y realmente es voluntario? Un abrazo Marcelo.
ResponderEliminarSi quieres mi opinión, Ana, soy de aquellos a los que el encierro forzoso no los ha afectado mucho, puesto que disfruto de estar en mi casa, junto a mis cosas -aunque he extrañado mis paseos diarios a un parque cercano-.
EliminarEl del libro, es un confinamiento forzado para todos, menos para la protagonista.
Un abrazo para ti.