lunes, 1 de junio de 2020

El precio de un descuido. Cameron, Hernán Ronsino


Eterna Cadencia, 2018

I.

            La grata experiencia sobre un libro anterior del autor hizo que me fijara en éste. Como venía precedido de buenos comentarios, me hice del ejemplar –previendo la cerrazón que se abatiría sobre nuestras existencias-. La brevedad del texto confluyó para que lo intercalara entre otras lecturas más extensas.

II.

            Cameron es el patronímico de Julio, el protagonista de esta ficción. Lleva el apellido de su abuelo, el general, y de su padre, a quien no conoció. Ambientado en un pueblo en las cercanías de un bosque nevado, vive en soledad, con la asistencia de Mita –durante el invierno-; carga con una pierna ortopédica y sólo visita el Club de Jazz los días martes, en los que se encuentra con Juan Silverio -el locutor de la radio local- que escucha cantar a Elda Cook. Una noche, Silverio le avisa que Cook los invita a cenar a ambos y lo han de pasar a buscar. Al despertar al día siguiente, ya nada será igual.

III.

            Este breve texto está construido en base a medias palabras, donde el lector debe inferir lo ocurrido. Cameron va entregando datos a medida que se desarrolla la trama: su relación con la vecina –que acaba de mudarse-; el rol del nuevo propietario –que tiende a brindarle apoyo en momentos difíciles- y los personajes anteriormente citados, con los que se reconstruye un pasado turbio, que se inicia con la construcción de un puente en los pasados años ’70 y continúa con hechos de violencia. Cameron ya tiene muchos años y sus recuerdos son la materia narrativa.

IV.

            Toda la historia es una suerte de rompecabezas a armar, donde algunas de las piezas están en falta. Ronsino fuerza al lector a que sea él quien aporte las mismas para que las escenas puedan estar completas. Cameron deberá pagar el precio de un descuido que, como bien lo señala, es más una falta de tacto que de pérdida de talento. Un hombre que, al final de su vida, no tiene lugar dónde esconderse.

V.

            De estilo tan crudo y sombrío como su protagonista, en medio de una atmósfera que transmite inquietud y donde la tensión aumenta con los sucesos que tienen lugar, Ronsino compone una novela que no alcanza las ochenta páginas y que de alguna manera evoca el estilo literario que hizo famoso a Juan José Saer, donde la narración depende del punto de vista del personaje. Un libro recomendable, sin duda. Existe una edición mexicana, bajo el sello de Almadía.

10 comentarios:

  1. ¡Hola Marcelo! Pues sí es cortita la novela..., ni llega a las ochenta páginas. La verdad es que lo que cuentas me llama mucho, esa atmósfera inquietante, un argumento cargado de tensión y ese descuido, descubrir cuál fue. Pero eso de que falten piezas del rompecabezas ya no me hace tanta gracia, supongo que es de esos en los que el autor deja un poco al libre albedrío del lector la resolución de algunas tramas, no sé..., prefiero que me lo dejen todo más o menos explicado
    Pero lo tendré en cuenta porque parece original
    Besos

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    1. Hola, Marian
      El autor va 'goteando' (dropping) algunas pistas relacionadas con la cual componer la historia y el por qué de los hechos; pero lo sugiere, no lo explicita. Personalmente, me gusta que el autor sugiera cursos de acción, de manera que el lector tenga que construir lo que no está dicho -aunque se puede deducir-.
      Ha sido original en cómo lleva la trama. 'Glaxo', la novela suya a la que aludo al principio, es una joyita.
      La edición mexicana de ésta tiene piezas de puzzle en la portada.
      Besos para ti.

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  2. Hola. Pues yo a medias no, si vamos, vamos con todo. El encargado de imaginar y construir la historia es el autor, luego el lector le hará su versión pero las cosas tienen que estar. Sombrío y crudo no son anzuelos que vaya a morder ahora mismo. Lo dejo pasar.
    Besitos de ánimo para las circunstancias.

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    1. Como comenté recién, no todo tiene por qué ser explícito; el lector puede construir lo que falta, en muchos casos, sin perderse. Cuestión de gustos.
      Besitos de aliento para seguir adelante.

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  3. Qué atractivo e intrigante. Me encanta armar rompecabezas literarios, por lo que creo que este libro me puede gustar mucho. Y a mi marido, con eso del club de jazz y el locutor de radio, más aún. Tomo nota.
    Un beso.

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    1. El autor alude a un episodio anterior que ha de revelar el por qué de los hechos, pero solo lo construyes hacia el final del libro.
      Dile a tu marido que con el sonido de John Coltrane, Miles Davis, Bill Evans o las sensuales canciones de Diana Krall de fondo, le van que pintados.
      Un beso para ti, Rosa.

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  4. Otro autor desconocido para mi, nuevo descubrimiento que haces y que me tienta mucho. No es menor las referencias al jazz. Voy a ver si me hago con un ejemplar.

    Un abrazo bien grande.

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    1. Si nada has leído de Ronsino, te sugiero comenzar por 'Glaxo', bajo el mismo sello editor.
      El jazz pareciera ser 'la música de fondo' que suena en la trama. A ti, que te sé amante del género, te gustará esta historia sórdida, con un pasado turbio a construir.
      Un fuerte abrazo para ti.

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  5. Pues me gusta eso de narrar en base a medias palabras y que el autor juegue a que el lector ponga de su parte. Tomo buena nota.
    Un abrazo

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    1. Es muy original cómo Ronsino hace participar al lector. Incluye sus deducciones.
      Si puedes, visita primero 'Glaxo'; una joyita, como le he dicho a Marian.
      Otro abrazo.

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