La Parte Maldita, 2020
I.
Escasos eran los datos acerca de este escritor, que falleció de
leucemia a los treinta y seis años, en 1997, dejando tras de sí una obra
constituida por tres novelas y un poemario. A propuesta de un taller de lectura
en el que participo, me pareció oportuno hacer conocer a ambos, autor y novela,
a quienes no han tenido la ocasión de visitar sus letras.
II.
Tony
Hope es profesor de latín en un instituto de lingüística. Cercano a la
treintena y algo misógino y extravagante, recibe un llamado telefónico de su
madre notificándole la muerte de su amigo, Juan Carlos Lousteau, a raíz de un
accidente con un arma de fuego. Viejos amigos desde los días en el Liceo Naval,
Hope sospecha que el hecho presenta ribetes de suicidio o, mejor, de asesinato.
A poco de emprender un viaje a Inglaterra gracias a una beca, decide investigar
por sí mismo; para ello, cuenta con la ayuda de Irene, la seductora hermana
menor del occiso.
III.
Ambientado en Buenos Aires en 1989 -poco
después de los comicios-, este policial negro se puede dividir en varios
planos. El primero es la trama, disparada por la muerte de un amigo, que deriva
en un hecho anterior: la aparición de dos cuerpos femeninos dentro de una
bañera, supuestamente electrificados. Después, están los elementos que denotan
el estilo de vida y el pensamiento de su protagonista, tanto en el área
académica como con sus vínculos familiares y amistades varias. Finalmente,
Feiling se vale del paso por la Armada para vincular la historia con un sórdido
trasfondo y una alusión directa al rol de la institución naval en la dictadura
militar.
IV.
Dividido
en dos partes y un epílogo, ordenado cronológicamente entre el último día de
julio y los primeros de setiembre –antes de la partida-, la novela adquiere el
aspecto de un diario, donde abundan citas en latín tanto como en inglés –un original
guiño al lector y, por qué no, una socarrona burla a los cenáculos académicos-,
diálogos entre Hope e Irene –que despiertan la fantasía erótica del primero- y la
compañía de un puñado de personajes secundarios, que no eluden el afecto en el
plano personal, ni tampoco la inclusión de cierta mano de obra desocupada -y de sus extendidas prácticas- entre los efectivos policiales. Todo señala
que el pasado aún cobra víctimas.
V.
Con
un lenguaje personal -pedante de a ratos; siempre displicente-, propios de la
doble filiación de su protagonista –hijo local de padres británicos-, y escenas
habituales del género, Feiling construye una novela que arranca lentamente,
pero donde la tensión va en aumento hasta su desenlace. La presente edición
cierra con un emotivo posfacio de quien fuera su pareja hasta su muerte. En
suma, una buena elección para iniciarse en sus letras.
Qué interesante. Muchísimas gracias por compartir. No sabía nada de este autor y esta novela me llama mucho la atención. Esa trama policíaca con reminiscencias de la dictadura creo que puede gustarme mucho.
ResponderEliminarUn beso.
Charlie (nunca Carlos) Feiling fue egresado de Letras y, entre otras cosas, columnista de algunos periódicos. Su obra fue breve, al igual que su vida. Ésta ha sido mi primera aproximación a sus letras. Es un policial narrado por alguien que no entiende el mundillo. Está muy bien. La primera edición está bajo el sello de Sudamericana, por si es de tu interés.
EliminarUn beso para ti, Rosa.
Seguro que ya sabes que no lo conocía. Y mira que este igual es difícil de encontrar porque el presupuesto de la biblio donde no se me olvida que tengo que hacerle una gestión, flaquea.
ResponderEliminarEl caso es que llama que lo veo diferente, no sé por qué, no es que la historia sea el colmo de la originalidad pero como no es el tipo de historia que yo suelo leer me vale.
Besitos convencidos
Maja, anda gestionando mi llegada, que me queda poco.
EliminarHay una edición anterior bajo sello de Sudamericana. Quizás puedas hallarlo en el mercado de usados, si fuera de tu interés.
Es un policial atípico, narrado por el amigo de una víctima -profesor de latín, para más datos-. Es decir, sin experiencia en investigación policial. Cuesta entrar un poco en tema, pero va mejorando; de menor a mayor.
Te ha de gustar.
Besitos esperanzados.
Hola Marcelo, no te voy a decir que la trama me atrapa pero celebro el género, no lo de la dictadura porque los de mi edad, bisagra, estamos pasados del tema (condenable, vaya se mal interprete).
ResponderEliminarTe cuento que por fin leí Acerca de Roderer, de G. Martínez, vuestro compatriota, disfruto de sus planteos lógicos. Lo leíste?
Pasarla bien y cuidarse, sdos. desde el otro lado del Plata
Hola, Selva. Es un policial cuyo protagonista no tiene oficio en el área; sólo ha sido amigo de la víctima. Feiling alude a los antiguos violentos, a quienes la democracia alfonsinista obligó a re-crearse -aún sin abandonar del todo sus 'viejas prácticas'-. Una buena novela.
ResponderEliminarEl libro de Martínez me fue señalado hace mucho tiempo atrás pero, siendo escasa mi lectura de escritores vernáculos, aún espera su momento -me ofreces un buen recordatorio para iniciarme en sus letras-.
Recibe un fuerte abrazo desde esta orilla. Cuídate.
No conocía al autor, así que te agradezco la reseña. Me gusta eso de que la lectura arranque lenta pero luego vaya a más.
ResponderEliminarUn abrazo
La decisión de participar en el taller con este texto la tomé en función de conocer sus letras, y hacerlo conocer.
EliminarNo es un policial 'al uso', Lorena; es un amigo convertido en investigador que pretende esclarecer qué pasó con él. Parece errático y algo pedante al principio, pero va mejorando a cada página. Puede que sea de tu gusto.
Un abrazo para ti.