domingo, 24 de enero de 2021

Víctimas del pasado. El agua electrizada, C. E. Feiling

La Parte Maldita, 2020

I.

Escasos eran los datos acerca de este escritor, que falleció de leucemia a los treinta y seis años, en 1997, dejando tras de sí una obra constituida por tres novelas y un poemario. A propuesta de un taller de lectura en el que participo, me pareció oportuno hacer conocer a ambos, autor y novela, a quienes no han tenido la ocasión de visitar sus letras.

II.

            Tony Hope es profesor de latín en un instituto de lingüística. Cercano a la treintena y algo misógino y extravagante, recibe un llamado telefónico de su madre notificándole la muerte de su amigo, Juan Carlos Lousteau, a raíz de un accidente con un arma de fuego. Viejos amigos desde los días en el Liceo Naval, Hope sospecha que el hecho presenta ribetes de suicidio o, mejor, de asesinato. A poco de emprender un viaje a Inglaterra gracias a una beca, decide investigar por sí mismo; para ello, cuenta con la ayuda de Irene, la seductora hermana menor del occiso.

III.

             Ambientado en Buenos Aires en 1989 -poco después de los comicios-, este policial negro se puede dividir en varios planos. El primero es la trama, disparada por la muerte de un amigo, que deriva en un hecho anterior: la aparición de dos cuerpos femeninos dentro de una bañera, supuestamente electrificados. Después, están los elementos que denotan el estilo de vida y el pensamiento de su protagonista, tanto en el área académica como con sus vínculos familiares y amistades varias. Finalmente, Feiling se vale del paso por la Armada para vincular la historia con un sórdido trasfondo y una alusión directa al rol de la institución naval en la dictadura militar.

IV.

            Dividido en dos partes y un epílogo, ordenado cronológicamente entre el último día de julio y los primeros de setiembre –antes de la partida-, la novela adquiere el aspecto de un diario, donde abundan citas en latín tanto como en inglés –un original guiño al lector y, por qué no, una socarrona burla a los cenáculos académicos-, diálogos entre Hope e Irene –que despiertan la fantasía erótica del primero- y la compañía de un puñado de personajes secundarios, que no eluden el afecto en el plano personal, ni tampoco la inclusión de cierta mano de obra desocupada -y de sus extendidas prácticas- entre los efectivos policiales. Todo señala que el pasado aún cobra víctimas.

V.

            Con un lenguaje personal -pedante de a ratos; siempre displicente-, propios de la doble filiación de su protagonista –hijo local de padres británicos-, y escenas habituales del género, Feiling construye una novela que arranca lentamente, pero donde la tensión va en aumento hasta su desenlace. La presente edición cierra con un emotivo posfacio de quien fuera su pareja hasta su muerte. En suma, una buena elección para iniciarse en sus letras.

 

8 comentarios:

  1. Qué interesante. Muchísimas gracias por compartir. No sabía nada de este autor y esta novela me llama mucho la atención. Esa trama policíaca con reminiscencias de la dictadura creo que puede gustarme mucho.
    Un beso.

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    1. Charlie (nunca Carlos) Feiling fue egresado de Letras y, entre otras cosas, columnista de algunos periódicos. Su obra fue breve, al igual que su vida. Ésta ha sido mi primera aproximación a sus letras. Es un policial narrado por alguien que no entiende el mundillo. Está muy bien. La primera edición está bajo el sello de Sudamericana, por si es de tu interés.
      Un beso para ti, Rosa.

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  2. Seguro que ya sabes que no lo conocía. Y mira que este igual es difícil de encontrar porque el presupuesto de la biblio donde no se me olvida que tengo que hacerle una gestión, flaquea.
    El caso es que llama que lo veo diferente, no sé por qué, no es que la historia sea el colmo de la originalidad pero como no es el tipo de historia que yo suelo leer me vale.
    Besitos convencidos

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    1. Maja, anda gestionando mi llegada, que me queda poco.
      Hay una edición anterior bajo sello de Sudamericana. Quizás puedas hallarlo en el mercado de usados, si fuera de tu interés.
      Es un policial atípico, narrado por el amigo de una víctima -profesor de latín, para más datos-. Es decir, sin experiencia en investigación policial. Cuesta entrar un poco en tema, pero va mejorando; de menor a mayor.
      Te ha de gustar.
      Besitos esperanzados.

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  3. Hola Marcelo, no te voy a decir que la trama me atrapa pero celebro el género, no lo de la dictadura porque los de mi edad, bisagra, estamos pasados del tema (condenable, vaya se mal interprete).
    Te cuento que por fin leí Acerca de Roderer, de G. Martínez, vuestro compatriota, disfruto de sus planteos lógicos. Lo leíste?
    Pasarla bien y cuidarse, sdos. desde el otro lado del Plata

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  4. Hola, Selva. Es un policial cuyo protagonista no tiene oficio en el área; sólo ha sido amigo de la víctima. Feiling alude a los antiguos violentos, a quienes la democracia alfonsinista obligó a re-crearse -aún sin abandonar del todo sus 'viejas prácticas'-. Una buena novela.
    El libro de Martínez me fue señalado hace mucho tiempo atrás pero, siendo escasa mi lectura de escritores vernáculos, aún espera su momento -me ofreces un buen recordatorio para iniciarme en sus letras-.
    Recibe un fuerte abrazo desde esta orilla. Cuídate.

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  5. No conocía al autor, así que te agradezco la reseña. Me gusta eso de que la lectura arranque lenta pero luego vaya a más.
    Un abrazo

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    1. La decisión de participar en el taller con este texto la tomé en función de conocer sus letras, y hacerlo conocer.
      No es un policial 'al uso', Lorena; es un amigo convertido en investigador que pretende esclarecer qué pasó con él. Parece errático y algo pedante al principio, pero va mejorando a cada página. Puede que sea de tu gusto.
      Un abrazo para ti.

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