domingo, 25 de abril de 2021

Pelibro 21. Memorias de África

           

          Al revés que en otras ocasiones, primero fue el film y luego la banda sonora, para terminar en el texto de origen. Hacía más de un cuarto de siglo que la novela esperaba su momento; que me dignara encarar un libro de memorias de alguien que supo abandonar su Dinamarca natal a principios del siglo XX, para pasar gran parte de su vida en una colina africana. Ilusiones, vida cotidiana y una sensación de fracaso final llenan sus páginas, aunque sin pesar, con la plena aceptación de aquello que se ha vivido. Un cóctel demasiado atractivo como para soslayar por más tiempo.

Libro

MEMORIAS DE ÁFRICA

 

Isak Dinesen (RBA, 1993)

            Este libro resume la vida y obra de la baronesa Karen Blixen en una granja ubicada en Kenya, cerca de Nairobi, en las estribaciones de las colinas Ngong, donde ella y su esposo –al que hace escasa referencia en todo el texto- tenían una granja productora de granos de café. El emprendimiento era todo un desafío, puesto que el terreno se hallaba por encima de las alturas para el cultivo óptimo, con los consiguientes problemas que las inclemencias climáticas le acarrearían. A principios del siglo XX, los animales salvajes rondaban libremente los asentamientos humanos, tanto de los colonos como de los nativos.

            El libro se estructura en cinco partes. En la primera da cuenta del impacto de su llegada, y describe detalladamente la vida de los nativos, de origen kikuyu; la presencia e importancia de los somalíes mahometanos; la díscola tribu masai así como el contacto estrecho con la fauna animal y la tendencia de los colonos a encarar safaris de caza en ciertos cotos permitidos.

            Luego, se vale de un accidente trágico ocurrido en la granja para describir los vínculos y relaciones legales entre nativos, el respeto a las decisiones de los jefes tribales y su sentido de equidad. Más tarde, se ocupa de los visitantes asiduos de la granja, desde un personaje de origen indio a otros de neto corte occidental, tal como sus amigos Berkeley Cole y Denys Finch – Hatton, con quienes mantiene un lazo de estrecha colaboración y complacencia recíproca.

            Hacia el final, en una suerte de agenda diaria, recolecta un grupo importante de vivencias, reflexiones acerca de sus servidores, una interpretación sobre las relaciones entre razas, la presencia de la guerra y demás historias locales que condimentaban lo cotidiano, de manera que el lector puede hacerse una idea de cómo transitaba la vida de la comunidad en medio de una realidad cambiante. Por último, enfrenta no sin desazón los motivos que hicieron imposible seguir con la explotación y su decisión de regresar a Dinamarca, tras la desaparición trágica de quien fuera su apoyo y supuesto amante –algo que la propia Dinesen no deja en claro-.

            En suma, un libro de memorias, que incluye sabrosos comentarios, descripciones fidedignas y detalles de la vida en una África ya extinguida, salvaje y silvestre, que no ocultan un dejo de nostalgia sobre el esfuerzo por intentar salir siempre adelante, a pesar de todas las adversidades. Un libro que despierta la empatía del lector.

 

Film

ÁFRICA MÍA

Sidney Pollack (Universal, 1985)

            Antes que nada, debiera advertir al ávido lecto - espectador de un equívoco inicial. El film de Pollack, promovido como una realización basada en la novela homónima, es una falacia que no guarda relación con el texto original, salvo escasas escenas. Si nos apegamos a la verdad –la letra chica-, toma en cuenta los escritos de Dinesen ‘Sombras sobre la hierba’ y ‘Cartas desde África’, además de la de marras –en menor medida-. Pero la verdadera base del guión adaptado, parece ser ‘Isak Dinesen. Vida de una escritora’, una suerte de biografía novelada, de Judith Thurman, junto a elementos de la biografía que Errol Trzibinski escribió sobre Denys Finch – Hatton, titulada ‘El silencio hablará’.

            La trama se centra en la figura de Karen, la baronesa Blixen, una mujer perteneciente a una familia danesa con recursos, que adquiere el título casándose con un aristócrata mujeriego y hedonista quien, gracias a su continuo despilfarro, se ha quedado sin un centavo. Ambos, en 1913, deciden radicarse en las cercanías de las colinas Ngong, en Kenya. Con un terreno de mil acres producirán café en una zona alta, poco apta para ello.

            Yendo al grano –nada más apropiado-, el film es una historia de amor romántico con un desenlace tan trágico como previsible. Las vicisitudes propias del manejo de la granja –con su cuota de interacción con los nativos y los sucesivos endeudamientos-; la llegada de la Primera Guerra a esas regiones –con las consiguientes discusiones sociales-; la infidelidad del barón y el incipiente nacimiento de una pasión entre Karen y Denys Finch – Hatton -un aventurero inglés-, todos contribuyen a poner el condimento necesario con el fin de acompañar las impactantes imágenes de los inconmensurables paisajes de la sabana africana, su fauna salvaje y sus crepúsculos iridiscentes, que subyugan y enamoran al espectador.

            Los roles principales, a cargo de Meryl Streep y Robert Redford, con buena asistencia de Karl Maria Brandauer, están cubiertos con solvencia mas sin brillo. Destacan sobremanera el vestuario de época, la fotografía y la banda sonora, memorable trabajo a cargo de John Barry. No deja de ser llamativo que, además de ganar el Oscar a mejor película y mejor director, el resto de las siete estatuillas se repartan en áreas técnicas, sin alusión a las actuaciones. En suma, una propuesta interesante para acercarse a la riqueza panorámica que brindan los valles africanos.

            Una anécdota final. Cenaba en una ciudad del interior del país un tórrido verano de 2001 cuando la música funcional con la que contaba el local empezó a emitir el tema central de la película, que no reconocía aunque me complacía grandemente. Le pregunté al camarero si podía identificar la melodía y él, solícito, fue tras la información. Apenas volví a mi domicilio, salí en su búsqueda. Mantengo aún hoy gratos momentos al escuchar ese soundtrack.

Testimonio del Pelibro 21

10 comentarios:

  1. Recuerdo que el libro me decepcionó. Esperaba encontrar ahí la película aun mejorada como suele ocurrir.
    En perspectiva seguro que el libro me gustó, que mejor no tener expectativas, que prefiero leer antes el libro para que los personajes sean los míos y no los del director.
    En cualquier caso estupendo visitar África, de la mano del libro o de la película.
    Un abrazo.

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    1. Es que el film se ha vendido como le encarnación de esta novela, del que poco tiene que ver, Ana. Es la razón por la que suelo leer el texto antes de ver la realización. Por otra parte, Pollack sólo nos ha brindado SU mirada acerca de esta historia, abrevando en varios otros libros.
      Sin duda, esas imágenes de África sobrevolada hacen la diferencia a una historia por lo demás no tan interesante.
      Como libro de memorias, el de Dinesen está muy bien.
      Un abrazo para ti.

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  2. ¡¡ lo tengo todo!! Incluida esa misma edición de libro. No es casualidad, seguro. Me enamoré de la peli, esa que nos alentó a todos a soñar con aventuras que fueron mágicas porque solo eran sueños. Porque solo en imágenes ya vale oro. Cierto es que en ninguno de los casos, a pesar de que nos le faltan cualidades, las interpretaciones son una locura pero esta peli no las necesitaba.
    Y no hace mucho llegó a través de un sorteo este libro previa advertencia general de que no era lo mismo. Y fue maravilloso, solo por la forma de describir lugares uno ya se sentía lejos de todo y acompañando a Karen. Como en otros casos, ambos, libro y peli tienen su valía particular y un lugar en mi corazón.
    Besitos enamorados

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    1. Creo que si la peli de Pollack no hubiera existido, pocos serían -excluyéndome- quienes abordaran el libro de Dinesen -por más que mantenga interés-. Sospecho que el film sacó al texto del casi anonimato.
      Como libro de memorias, es un buen modelo a seguir. Permite el viaje junto a la protagonista en esos años 'prístinos' de un África aún en estado primitivo. Buena conjunción.
      Besitos agradecidos.

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  3. Hola,
    el libro no me gustó nada así que no me he animado con la película y de momento no creo que lo haga.
    Un beso

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    1. Un lástima, Eyra. Es solo un libro de memorias. La peli contiene imágenes impactantes que conmueven a cualquier espectador.
      Un beso para ti.

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  4. No he leído el libro, pero la película me gusta mucho. La primera vez que la vi, cuando se estrenó, no me dijo gran cosa y no entendía las enormes alabanzas que suscitaba, pero luego, volví a verla en televisión y me pareció magnífica. Independientemente de que sea más o menos fiel al libro, creo es una buena película.
    También tengo la banda sonora que es fantástica, aunque a mí la parte que más me gusta, no es la música creada por John Barry, sino el concierto para clarinete de Mozart que suena varias veces.
    Tengo el libro pendiente. A ver si me animo.
    Un beso.

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    1. Coincido contigo: es una buena peli, más allá de su apego al texto de este libro -en el cual no estaba basada-. Por otra parte, la narración de las memorias -en sentido estricto- permiten una composición de lugar geográfico y temporal único.
      Yendo a lo musical, cada cual tiene su corazoncito, no?
      Un beso grande para ti, Rosa.

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  5. No he leído la novela. Sí que tengo ganas de estrenarme con su autora, por lo que sus memorias podrían ser una buena opción. Sí he visto la película, pero hace tantos años que apenas la recuerdo.
    Un abrazo

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    1. Es un buen libro de memorias, bien narrado y que va a lo importante, aunque poco tiene que ver con el film al que dio origen.
      Viendo la peli retrospectivamente, ha perdido cierto brillo con el paso del tiempo.
      Un abrazo para ti.

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