domingo, 6 de junio de 2021

Miradas de mujer. 6. Noches insomnes, Elizabeth Hardwick

 

Duomo, 2009

I.

            Con motivo de la reaparición relativamente reciente de este mismo título bajo otro sello editorial –que, al parecer, ha contado con el espaldarazo de Antonio Muñoz Molina quien, además, fuera el responsable de su prólogo-, han sido varias las voces que se hicieron eco de ello y emitieron sendas opiniones, todas ellas entusiastas. Tratándose de un ejercicio de memoria, como señala la propia autora, decidí incluirlo bajo esta etiqueta.

II.

            El breve libro que apenas excede el ciento de páginas cuenta con una Introducción a cargo de Geoffrey O’Brien, quien fija el contexto en que fuera escrito y se explaya sobre las letras y el estilo de Hardwick. Estructurado en diez capítulos, ella repasa parte de su biografía, sus viajes y estadías en distintas ciudades de E.E.U.U. y Europa. Pero no se circunscribe al mero recuerdo, sino que cada evocación dispara reflexiones, citas de autores –entre ellas, las de Borges, Pasternak, Louise Colet, Dostoyevski visten sus páginas- e interpretaciones personales, mientras desgrana historias y testimonios varios.

III.

            La definición del libro se vuelve evasiva. Es una suerte de diario que se acerca a lo que hoy se conoce como autoficción –aunque sospecho que el vocablo era impensado en 1979, año de su aparición-. Una prolífica madre que cambiaba continuamente de lugar, las carreras de caballos en Lexington, Kentucky; los compañeros de cuarto y el inicio sexual; ser testigo de un triángulo amoroso en Ámsterdam; una semblanza más que interesante de Billie Holiday; la vida de las criadas que supo conocer, son parte del derrotero elegido por Hardwick para hablar sobre la vida, los afectos, los vínculos familiares, sociales y de pareja.

IV.

             Con una pluma ágil y apreciaciones inteligentes, Hardwick construye un trabajo del que no está ausente su cercanía con los menesterosos, los desamparados, los solitarios que abundan en las grandes ciudades, puesto que ella misma participa de esa naturaleza. Y al igual que Olivia Laing, Vivian Gornick y Lauren Elkin –autoras que también se encuentran bajo esta etiqueta-, defiende su derecho a pasear por las urbes y observar –y describir- la vida de sus gentes y el rol de la mujer en ellas.

V.

            En resumen, un libro que abarca un período de tiempo importante –entre los ’40 y los ’80 del siglo pasado-, con su cuota de libros, autores y jazz incluido, y que se disfruta mucho. Agradezco a un par de amigas lectoras –Ana B. y Utopía- quienes, cada una en su momento, me descubrieron título y autora. Sus opiniones personales pueden visitarse con sólo hacer click en sus nombres.


6 comentarios:

  1. Querido Marcelo, está usted llenando mi lista de pendientes despiadadamente. Pero no me importa, porque son títulos que seguro que disfruto mucho y me hacen pensar en mi recomendador del otro lado del Atlántico. Encima va de viaje, es como un diario, y toma como referentes no pocos nombres importantes de la literatura. Y para colmo me saca usted como comparación a la Gornick, que es oro puro en eso de las narraciones urbanas que tanto me gustan.
    Apuntado está.
    Besitos comprometidos

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    1. Dicen, Guapa, que las comparaciones son odiosas. Pero éste está a la altura de la mejor Gornick -la que no he leído aún, aunque sabes que lo haré-.
      Sospecho que te gustará. Vaya este aporte con el afán de descontar los que me he apuntado de tus lecturas -que suman...-.
      Besitos recíprocos.

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  2. Interesante época la que narra este libro. Y además en Estados Unidos que siempre tiene para mí un plus de interés añadido. Como la de Norah, mi lista de pendientes crece cada vez que me paso por aquí, pero igual se agradece.
    Un beso.

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    1. Si de algo sirve, Rosa, es que yo -un masculino heterosexual, al borde del retiro- lo he encontrado más que interesante. Debe ser que me gusta que las mujeres me cuenten cosas desde su propia óptica, a las que no puedo acceder por limitaciones de género. Me amplían la mirada, el panorama.
      Buen libro para una voraz lectora como tú.
      Un beso para ti.

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  3. He visto comentarios sobre él (de esa edición más reciente que comentas) y la verdad que parece una buena lectura que podría gustarme.
    Un abrazo

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    1. Estoy convencido de que será de tu agrado, Lorena. Sobre todo porque se afirmará en ese costado sensible que despliegas en tus reseñas. No adhiero mucho a la empatía con nuestras lecturas, puesto que éstas obedecen a otros contextos. Pero se que sacarás buen rédito de este libro.
      Un fuerte abrazo para ti.

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