Alpha Decay, 2014
I.
Los misterios se asocian
alrededor de esta novela. Tengo la factura de compra, de julio de 2016; ¿una
recomendación del librero, tal vez?, ¿acaso, una reseña? Decidí leerlo hace
poco, sin poder precisar el motivo -¿porque alguien del entorno lo señaló, o
porque lo tenía al alcance de la mano en la biblioteca?-. Lo cierto es que,
como no había visitado las letras de la autora –y tampoco podía explicarme por
qué se hallaban en mi haber todos sus libros en español- incluí éste entre mis
lecturas.
II.
La narradora, una escritora y traductora
cincuentona a la sazón, recuerda su relación con un joven con ínfulas de poeta
cuando ella atravesaba la mitad de su treintena y él era poco más que un
mozalbete, doce años menor. Quedó prendada, aunque esa relación no pareciera
haber tenido mayor importancia hasta que él decidió largarse. A partir de allí,
ella comienza a valorarlo, convirtiendo el pasado en una dolorosa e inexplicable obsesión.
III.
Esta obra puede dividirse en dos
partes. Por un lado, está la historia de la narradora que, en una inmersión
retrospectiva, no solo desgrana sino que bucea entre los pormenores de ese
vínculo, con la precisión de alguien que acomete una disección -separando cada órgano-, de lo que ha sido un amor desigual.
Como tal, el lector asiste a la evisceración
de un cadáver, donde cada pieza va entregando de sí toda información relevante acerca
de la naturaleza de él.
IV.
Por otra, está la novelista que intenta
hacernos llegar el material narrativo y se cuestiona –continuamente- sobre cómo
hacerlo. ¿Es mejor el uso de la primera persona o de la tercera, para darle más carácter a
la trama?, ¿respeto la cronología o narro según mis recuerdos?, ¿restrinjo mis
obsesiones o me animo a exponerlas? El conjunto es una alternancia entre la evocación y los aspectos literarios que hacen de todo el relato algo distinto, original.
Valioso.
V.
He intentado contactar con otra mirada masculina sobre el texto; no tuve suerte. Me hubiera gustado compartir apreciaciones, pues mi punto de vista difiere con el de la narradora. Por momentos, parece una obra dirigida exclusivamente al género femenino y sospecho que no es así. No obstante, escrito en un estilo fluido y coloquial, muy frontal y directo, es una novela para tomar en cuenta. No se va por las ramas; relata lo esencial y expone de manera sucinta su propia evaluación de aquel amor, ahora en el recuerdo. Recomendable para quienes deseen explorar en vínculos de pareja.
Me gustó comentar el libro con vos, Marce. Como siempre muy linda tu reseña
ResponderEliminarMuchas gracias, Pau. Fue bueno coincidir en nuestras apreciaciones. Un abrazo.
EliminarUy qué pereza me da explorar vínculos de pareja y más en novelas que parecen escritas para mujeres porque siempre acabo sintiendo que es para otro tipo de mujeres aunque hay que decir que la autora parece inocente del cargo.
ResponderEliminarTiene su interés, no lo voy a negar y los personajes escritores me atraen mucho. Lo dejaré en los posibles.
Besitos azaroso.
No estoy muy seguro que haya estado escrita para mujeres; me inclino por lo contrario. Pero me quedó una duda: ¿es de la naturaleza humana, en general, o de la naturaleza femenina, en particular, obsesionarse con una pareja tras la ruptura, cuando admites que estando junto a ella te has comportado -cuanto menos- de manera displicente y poco afectuosa?
EliminarLamento no tener ejemplos masculinos a quienes recurrir; ningún conocido mío actuó como la narradora de esta novela en circunstancias similares.
Besitos pensativos.