jueves, 17 de noviembre de 2022

Sin refugio. Otro Manhattan, Donald Antrim

Chai, 2020
 

I.

            La Feria de Editores –que convoca a las editoriales locales independientes- fue el primer evento literario al aire libre en 2021 que tuvo lugar tras año y medio de encierro. En esos tres días, la masiva asistencia generó una larga cola de espera en el ingreso. Nadie a quien hubiera conocido se fue con las manos vacías. La mayoría, no llevó menos de una decena de ejemplares; este título estaba entre los míos. Un año después visito a este, para mi, ignoto autor.

II.

            El breve libro contiene siete relatos que no alcanzan las dos centenas de páginas. En ellos, el autor desnuda a una clase media –con presencia de artistas en ciernes- que aspira a ser miembro del Gran Mundo, cuando en el fondo es incapaz de generar nuevos proyectos y sobrellevar de la mejor manera sus frustraciones. En ese aspecto, los protagonistas apenas pueden mantener el equilibrio interior y se esfuerzan por aparentar que todo se desarrolla normalmente.

III.

            Adicciones a la marihuana y al alcohol (el Manhattan del título refiere al trago, no a la ciudad), profusión de antidepresivos y ansiolíticos, tratamientos psiquiátricos tras intentos de suicidio desfilan en el main course que Antrim instala en los lectores, donde el fracaso ya ocurrió y habrá que poner el pecho ante las consecuencias. Borracheras y pérdida de noción de sí mismo; creativos que se debaten entre latas, poemas superficiales y trazos de pinceles intrascendentes; toda esa mezcla ecléctica en la que se centrifuga la realidad cotidiana -que tiende a ser insoportable- es parte de esta runfla que tiene mucho de bohemio y desalentador.

IV.

             Un par de parejas que se engañan recíprocamente; el novio que intenta congraciarse a través del vástago de su mujer; amantes que sólo pueden encontrarse en apartamentos prestados; un director de escena casi cincuentón que utiliza las clases de teatro para acercarse a las bellas alumnas, son parte de las historias que nutren esta serie de relatos, que se hallan a medias aguas entre el desencanto profundo que transmite Carver y la cínica mirada acerca de los perdedores, que brinda Truman Capote.

V.

            De estilo ameno y coloquial, con escenas rayanas en lo grotesco, donde la ansiedad y la desesperación se reparten por igual, Antrim entreteje siete historias no exentas, tampoco, de momentos lúcidos y epifánicos, como el del adicto que cede su dosis de droga para aliviar a una enferma de cáncer terminal. Un libro interesante, más que apto para llevar de vacaciones o para disfrutarlo en un viaje.

2 comentarios:

  1. Hola Marcelo
    Hace años leíl Los cien hermanos, a la sombra de una elección de que Donald era uno de los mejores escritores menores de 30 años, creo que por el Newyorker, me gustó, pero no tanto para comprar más. A su lado hubo una multitud de escritores de EEUU que se han quedado un poco atrás, sin esa gran novela que suelen buscar y pedir la crítica literaria.
    Un saludo

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    1. Qué placer leerte nuevamente por aquí, Wine!
      En lo personal, este libro me ha gustado porque mantiene cierta perspectiva ácida acerca de la realidad americana de jóvenes en los cuarenta, sin caer en la desazón ni en el cinismo.
      Dicen que la gran novela americana sigue vacante.
      Un abrazo grande, Maestro.

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