miércoles, 2 de noviembre de 2022

La muñeca. El bosque de la noche, Djuna Barnes

 


RBA, 1993

I.

               Una entusiasta sugerencia de un Reading Influencer disparó una lectura colectiva al aparecer una nueva edición bajo otro sello editor -que además cuenta con un prólogo de Siri Hustvedt-. Al poco, la comunidad comenzó a cuestionarse, pues la lectura demandaba atención y concentración. Así, fuimos contados aquellos que alcanzamos el final; es que no toda novedad –aún breve- que gurús literarios proponen son para estos tiempos de prisas varias.

II.

                Este libro escrito en 1936 y ambientado en la bohemia parisina de 1927, narra el acontecer de Robin Vote, una mujer joven y seductora que se casa con Felix Volkbein, un falso noble judío con quien tiene un hijo deficiente. Tras ello, abandona a ambos al conocer a Nora Flood, con quien se va a vivir durante un tiempo hasta que la millonaria viuda Jenny Petherbridge la deslumbra y la lleva a América. Toda su historia es observada por un espectador de lujo: Matthew O’Connor, supuesto médico que no es tal.

III.

               Destaco la estructura narrativa elegida por Barnes. El lector va conociendo la vida de Robin a través de las descripciones que realizan los personajes que se vinculan con ella, no por sí misma. En este aspecto, Robin encarna un espíritu libre que deambula por las noches en busca de relaciones tan tempestuosas como fugaces. Incapaz de asentarse, oscila entre el oscurantismo esotérico, la liberación sexual y la sensación de irrealidad que emanan las figuras del circo.

IV.

                Otro punto fuerte tiene lugar en las reflexiones que O’Connor realiza a medida que Nora o Felix le consultan, verdaderas interpretaciones psicológicas con elementos freudianos y dosis de surrealismo onírico. Para él, Robin es una muñeca, porque parece tener vida, pero no la tiene; es una muchacha que debiera haber sido chico –en clara referencia a su naturaleza lésbica-. El capítulo ‘Vigilante, ¿qué me cuentas de la noche?’ es un alegato sobre el poder que ejerce lo desconocido y la presencia omnímoda de la muerte, expuesta como una noche eterna.

V.

               De estilo rebuscado, barroco, el texto no es nada ameno con el lector, al que obliga a leer y releer las líneas más de una vez en busca del significado adecuado. No obstante, su atractiva prosa poética conduce hacia una suerte de desagravio sobre esos seres marginales -falsos, herejes, egoístas y transgresores- que habitan las urbes –y las vanguardias artísticas-, a quienes la sociedad en general prefiere desconocer. Una interesante novela, recomendable solo para lectores pacientes.

8 comentarios:

  1. Veo que es una lectura agradecida tan solo con aquellos lectores más perseverantes, que ese estilo un tanto alambicado le resta fluidez. No obstante, se ve una lectura interesante para la que supongo que es mejor escoger un buen momento, y que parece reflejar el ambiente más trasgresor de los años veinte del pasado siglo, así como la intelectualidad de la época. Me atrae también eso de conocer a la protagonista no a través de si misma si no de aquellos que la conocieron.
    Tomo nota para otro momento, Marcelo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Maravillosa síntesis, Lorena. Me enorgullece tu comentario y me alegra saber que he sabido transmitir acertadamente mis impresiones.
      Como bien señalas, es una lectura que obliga a una lectura sin prisas y debe ser escogida en el momento adecuado.
      La construcción a través de testigos debe haber sido novedosa para su tiempo, y su enfoque sobre la transgresión bohemia, un hecho no menor.
      Estimo que, cuando te decidas, la disfrutarás tanto o más que yo.
      Un abrazo para ti.

      Eliminar
  2. La empecé 2 veces y no pude continuar, definitivamente no es para mi

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchos lectores han abandonado su lectura, Paula. No te sientas mal por ello. Es un libro que requiere trabajo por parte del lector y la vida cotidiana limita seriamente nuestra capacidad de atención.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Este comentario amplía las apreciaciones que comentábamos esta mañana por teléfono. No es para nada una lectura exclusiva para el sexo femenino y tu mirada de varón, para nada machista, me reveló algo más de esta lectura que sí me gustó. Abrazo,Marce!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entiendo que querías hacer el comentario sobre el libro de Lydia Davis, Teresa. No problem.

      Eliminar
  4. Me equivoqué de libro,Marce!!.-Mi comentario era para el de L. Davis “El final de la historia”..Con respecto a Djuna Barnes me pasó igual que a quienes intentamos leer el libro:es para contar con tiempo, hacer pausas y releer. Muy bueno tu comentario,Marce.Beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus líneas. No están dadas las condiciones para leer un libro que requiere atención y tiempo del lector. Por eso insisto en que nadie debiera sentirse mal por abandonar esta lectura. Quizás pueda encontrarse un momento donde los requerimientos diarios aflojen lo suficiente como para hacerle cabida a este tipo de lectura.
      Un abrazo cariñoso, Teresa.

      Eliminar