Siruela, 2013
I.
Era el título con que cerraba el
ciclo 2022 el taller de lectura en el que participo. Hacía mucho tiempo que no
volvía a las letras de Calvino, a pesar de haber consultado esa magnífica obra,
que sirve como guía de lectura para adentrarse en los vericuetos del Orlando Furioso, de Ludovico Ariosto,
unos años atrás. A sabiendas de su contenido, no despertaba mi curiosidad y,
para colmo de males, comenzaba con algo que detesto: una suerte de descargo que
efectúa el autor ante el cuestionamiento de un crítico literario, al aparecer
el libro en 1979.
II.
Es difícil definir de qué trata el libro.
Aparentemente, un Lector innominado decide leer el nuevo libro de Ítalo Calvino
con el título de marras, pero al poco se da cuenta de que éste se halla mal
compaginado. Al efectuar el reclamo al librero, se le entrega otro que nada
tiene que ver con el anterior y, así sucesivamente, por espacio de diez
historias, comenzará con sendas novelas, que no hallarán continuación. Lo único
que ganará ese Lector es conocer a una Lectora, Ludmilla, a quien le ocurre lo
mismo y, entre ambos, conformarán su propia historia.
III.
Esa narración de superficie nos
lleva a un segundo plano, el del narrador -que va diciéndole al Lector cómo
debe leer- en una suerte de comentario continuo, y todo aquello que acontece en
derredor del Lector y Ludmilla: el descubrimiento de una historia escrita en
lengua cimeria, con continuación cimbra; un editor poco escrupuloso; un
traductor y escritor que produce textos apócrifos… en fin, una serie de realidades
editoriales que sirven para enredar más la trama y constituyen en sí misma una metanovela, con abundante
hipertextualidad.
La versión digital, gentileza de EpubLibre
IV.
En esta original propuesta, Calvino hace gala
de inicios diversos para lectores distintos y dispone estos planos que se
solapan, en capítulos que empiezan con el derrotero del Lector y de Ludmilla,
antes de ingresar en cada comienzo de novela –que lleva un título propio-. El conjunto
permite reflexionar a los lectores acerca de sus gustos, la manera de encarar
una lectura, los elementos que despiertan interés, creando así un universo
entre libros y lectores.
V.
Si bien el texto resulta fluido y entretenido, con guiños y sobreentendidos de camaradería propios de quien conoce a los lectores, por momentos se tiene la sensación de estar perdido entre la maraña de situaciones, haciendo necesaria una lectura pausada, cuando no una relectura de párrafos anteriores. En todo caso, ya sea por la novedad de su planteo –o por sentirnos identificados en alguna parte del texto-, vale la pena encarar su lectura. No defrauda.
Vamos, que hay que tener las neuronas a pleno rendimiento. De este autor y de esta misma editorial tengo yo uno que recopila cuentos. Voy muy despacio con él, leo un cuento muy de vez en cuando.
ResponderEliminarMe gusta la relación de lectores construyendo su propia historia.
Lo tendré en consideración.
Besitos dispuestos
No es un libro muy fluido, pero guarda muchas reflexiones acerca del arte de narrar, de los tics de los lectores y de quienes constituyen el día a día del entorno editorial. Es un libro inteligente y poliédrico.
EliminarEstá bien que lo tomes en consideración.
Besitos refrendadores.
Curioso el enfoque, una forma de no necesitar acabar las historias que surgen en la mente del autor. Un buen ejercicio literario. Creo que me gustará leerlo, más aún siendo los libros, los lectores, un librero, una librería.... los protagonistas. Siempre me sorprende como puede haber tantas y tantas historias distintas disponibles. Un lujo para los lectores. Un abrazo, Marcelo.
ResponderEliminarHola, Ana. Gracias por darte una vuelta por aquí. Realmente, es un libro original, para tener en cuenta; al menos, para cuando tienes algo de tiempo, sin prisas.
EliminarLos lectores debiéramos estarle agradecido a Calvino por este libro, en el que cada cual puede reconocerse.
Un abrazo para ti.
A este libro lo tengo mucho cariño. Lo leí en una etapa difícil y sus páginas me transportaban a un sitio mejor. Un abrazo Marcelo!
ResponderEliminarQué alegría brinda saber que, en una época difícil, te ha sido significativo, Esther! Es una inyección de ánimo para todo buen lector. Gracias por compartirlo!
EliminarUn abrazo para ti.
Le tengo muchas ganas, pero aún no me he atrevido con él. Un abrazo y feliz semana.
ResponderEliminarEs original e interesante su planteo, Rocío. Es cuestión de animarse.
EliminarUn abrazo para ti, y gracias por pasar.