I.
Ha sido más producto de un
capricho personal que de una selección estudiada haber encarado el único título de la autora que no
responde a los temas que la han hecho trascender en el mundo literario y alcanzar
el tan ansiado Premio Nobel. No he de negarme a aquéllos; sólo fue un
comentario por lo bajo de una crítica
literaria quien señaló lo interesante de su contenido y me incliné por esta sugerencia
encubierta.
II.
En esta obra Ernaux desarrolla un ejercicio evocatorio,
que tiene como elemento disparador la primera frase de su libro: Todas las imágenes desaparecerán, en
clara alusión a que el paso del tiempo modifica nuestros recuerdos, hasta que
la enfermedad y la muerte posterior se lleva lo último que intentamos rescatar
de nuestra experiencia de vida. Por ello, destina más de tres centenas de
páginas a poner por escrito no sólo retazos de su biografía sino también de lo
que componía su entorno y la sociedad de su tiempo.
III.
En un estilo original, la
narradora utiliza la tercera persona para describir a alguien que no es otra
que ella misma, como si se hubiera sentado frente a una caja repleta de
fotografías y las fuera sacando una por una, con fechas en el revés muchas de
ellas, y se esforzara en recordar situaciones, personas, lugares. Así, el libro
abarca desde su niñez en Yvetot, cerca de Rouen, desde 1940 hasta hace algo más
de una década atrás, cuando el mismo vio la luz.
IV.
Junto a estas escenas, va desgranando su
infancia pobre en la posguerra; la escolarización y el despertar sexual con la
adolescencia –donde sobresalía la reputación
para alcanzar el matrimonio con éxito-; la llegada de la adultez y la
maternidad, y el período de madurez que llama a la reflexión y despierta el miedo
de haber vivido sin darse cuenta. Además, les añade jingles y marcas de TV de
cada época; obras de teatro o musicales a los que ha asistido, filmes que ha
visto y observaciones minuciosas sobre los cambios que aparejó el progreso
tecnológico: la aparición del teléfono, el plástico, etc. De esta manera,
compone un friso de época que se transforma en una autobiografía colectiva.
V.
Párrafo final merece el París del ’68, con su estado de efervescencia y rebelión contra las acartonadas normas sociales que impedían cualquier atisbo de cambio y renovación a los jóvenes, a fuer de alcanzar mayores libertades. En suma, un libro que recoge casi setenta años de testimonios y recuerdos; que se lee y se disfruta por su estilo fluido, escrito en un mismo nivel de agilidad como de fervor. Hará las delicias de quienes aman la combinación de literatura e historia social.
He leído tres libros de la autora y me gustan, pero la verdad es que en cada uno relata un hecho concreto de su vida y creo que éste que tú traes hoy, que no he leído, podría ser el resumen de todos. Me parece un tanto excesivo incidir tanto en la experiencia personal, aunque sí es cierto que lo hace como pretexto para analizar la sociedad y el momento que le ha tocado vivir. Tengo sentimientos encontrados con esta autora. Creo que echo de menos un poco de ficción en sus escritos.
ResponderEliminarUn beso.
Creo que es por esa misma razón que esgrimes, que preferí encarar éste. Debe ser que estoy saturado de la autoficción o ficción del yo. Anhelaría que, para analizar la sociedad y su circunstancia actual, los autores activos se volvieran un poco más originales. Al menos, no dejaría pasar las novedades, como habitualmente hago.
EliminarUn beso para ti, Rosa.
Me estrené con uno de los otros, que como dice Rosa, parece que este pudiera aglutinarlos a todos. En Una mujer se centraba más en la historia de su madre pero también en su relación con ella. Me gusta mucho su estilo, la sensibilidad que tiene y las emociones que plasma. Me apunto Los años, para seguir.
ResponderEliminarBesitos aplicados
Ha sido mi primera experiencia con Ernaux, de la que ha salido muy bien parada. Como he señalado, aun me debo estrenar en sus temas más reconocidos.
EliminarReconozco que posee una pluma versátil, que vuelve más fluido el texto, y dotes de fina observación que, auxiliadas con la concisión, otorgan solidez.
Tendré que volver a ella en breve.
Besitos entusiastas.