I.
Cobró impulso merced a una propuesta singular,
abrazada por una caterva de
entusiastas seguidores entre los que me hallaba. Al fin y al cabo, no creía
haber leído nada de Bioy hasta la fecha, lo que suponía una prístina ocasión de
hacer experiencia sobre sus letras y, de paso, tantear el pulso de quien, al
igual que un satélite, orbitaba
alrededor de la estrella de Jorge Luis Borges, su amigo de siempre.
II.
Lucho Bordenave es un hombre que se defiende con un taller de relojería
después de haber perdido su empleo en el banco. Vive junto a su esposa Diana,
tan bella como irascible y mal llevada,
y Ceferina -que oficia de sirvienta y confidente de Lucho-, en las inmediaciones
del conspicuo barrio de Parque Chas, en pleno Buenos Aires. Un día, un
amaestrador de perros invita a elegir uno de ellos a Diana, pero pasan días y
no se decide, lo que supone una enfermedad que requiere internación en el
Instituto Frenopático dirigido por el doctor Reger Samaniego.
III.
La historia, narrada por
Bordenave en forma escrita, cuenta las derivaciones del caso, porque cuando
Diana sale del Instituto no solo parece otra: es otra. Es decir, es la misma bella mujer pero su comportamiento
no se corresponde con su mal talante habitual. Bordenave, quien para no sentirse solo se hizo de una perra –con el nombre de su mujer-, sospecha
que se la cambiaron y decide
investigar, exponiéndose él mismo a que se le aplique idéntico tratamiento. El
texto concluye en manos de Félix Ramos, un vecino distante de Bordenave, a
quien éste le hace llegar lo sucedido a través de un cartapacio.
IV.
Con personajes bien construidos –un narrador
enamorado, carente de firmeza (por momentos, voluble e ingenuo); una comadre
criticona y ladina; una esposa inconformista
y con aspiraciones-, Bioy entreteje una ficción con elementos cotidianos y una
pizca de lo fantástico, que divierte y entretiene; una fantasía entre espejos.
¿Es posible convertirse en una persona diferente tras un tratamiento médico - psicológico?,
¿se pueden transmutar las almas de los seres vivos? Estas son algunas preguntas
que dispara esta breve novela.
V.
De estilo coloquial y ameno, con escenas desopilantes y comentarios mordaces a cargo de Ceferina, Bioy ofrece un trabajo sólido, donde la tensión va en aumento y se vuelve trepidante hacia el final, pues el lector se halla atrapado en develar qué ha ocurrido a cada personaje. En suma, un libro amable, excelente opción para un viaje de algunas horas o para llevar de vacaciones.
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