I.
Fue la novedad de alzarse con el
Premio Nobel de Literatura 2023 lo que disparó la curiosidad sobre este ilustre desconocido -para la mayoría de
lectores locales- y la consiguiente búsqueda de material de lectura. Hasta ese
momento, sólo podía hallarse el rezago de una edición antigua de una obra de
teatro, de su autoría. Una velocista
rescató éste -y otros títulos- en la versión digital; otra madrugadora lo recomendó apenas concluyó su lectura. Recién hace
unos días aparecieron por aquí las obras en papel. Tropo tardi.
II.
Un narrador omnisciente nos introduce en la
historia de Asle y Alida, dos adolescentes que abandonan la aldea noruega donde
se conocieron y buscan alojamiento en la ciudad de Bjørgvin (Bergen). Han navegado
horas sobre una barca y ya casi es de noche y llueve. No llevan más que lo
puesto, algún alimento y algo de dinero. Desean alquilar una habitación, pero
nadie les da cabida ni cobijo. Alida se encuentra a punto de parir el hijo de
ambos. Solo una comadrona se apiada de ella en su situación y la ayuda con su
parto.
III.
Dividida en partes no ligadas
temporalmente, la primera se centra en esa actualidad, con escasos datos del
pasado inmediato anterior, salvo alguna referencia a la música de Asle y su
padre; la mala relación de Alida con su madre y su hermana y el hecho de tener
que abandonar la caseta donde vivían tras la muerte de la madre de Asle. En la
segunda, ambos han cambiado de nombres y se trasladan a otro lugar. Alguien
reconoce a Asle y a lo largo de ese día se va desgranando la historia no
contada. En el final, es la hija de Alida quien, ya mayor, narra la historia de
su madre, que se le aparece como fantasma.
La versión digital, gentileza de una amiga lectora
IV.
La novela es poliédrica. Por un lado, está la
historia del amor que se profesan los jóvenes y que todo lo invade. Luego, la
lucha por la supervivencia que conduce a actos irreflexivos –sobre los que Asle
deberá dar cuenta-. Además, mientras se describen las acciones, Fosse deja
entrever el pasivo rol social de las mujeres sin educación, a merced de las
necesidades –de toda clase- de los hombres. Todo ello, enmarcado en un ambiente
austero, de pobreza y desencanto; el entorno habitual de quienes nada tienen.
V.
De estilo coloquial, con frases cortas y abundancia de dice – dijo (molesto a ciertos lectores), el uso de objetos como símbolos y la apropiada dosis de realismo mágico, el texto es de una abrumadora oralidad, capaz de conmover por su simpleza y la originalidad de su estructura. Descubrir autor y obra ha sido una feliz combinación, que sugiero recomendar a todo buen lector.
Pues voy a confesar. Antes de que le dieran el premio yo no había oído el nombre de este señor, nunca. Miré después si había algo en las bibliotecas y no encontré nada. En las librerías ha salido alguna cosa y por curiosidad empecé a leer las primeras páginas del que nos traes. Me pareció que solo faltaba el buey y la mula, usted me entiende. El caso es que lo que no me gusta es la estructura, es que estas cosas me marean, del dice y el dijo constante, mejor no hablamos. Pero también tengo que decir que pensé que sería más filosófico y raro de leer y veo por lo que cuentas que es bastante asequible. No prometo nada, que luego si no cumplo, me siento mal. Ya veré si se animan en la biblio.
ResponderEliminarBesitos navideños.
Algo parecido me ha ocurrido, Guapa; la primera parte me dio para el cabreo.
EliminarPor fortuna, he visto que Seix Barral ha editado este título y lo ha ofrecido a partir del primero de mes en curso (por si se lo quieres sugerir a la biblio).
Por la forma en que está construida la novela y por cómo va 'goteando' datos de la historia, lo puse entre mis mejores lecturas del año que termina.
Aprovecho para saludaros: que tengas muy Felices Fiestas, Norah, con un 2024 pleno de salud y buenas lecturas.
Besitos de prosperidad.
Jon Fosse también era por aquí un desconocido hasta que le concedieron el Nobel.
ResponderEliminarSencillez, una estructura original y un toque de simbolismo caracterizan esta obra, por lo que veo. Una combinación que se me hace muy tentadora.
Un abrazo
Y brevedad, Lorena. Si lo decides, hasta creo que podría leerse en una tarde. Me ha sorprendido gratamente, por más que el inicio no llame la atención. Te gustará.
EliminarGracias por darte una vuelta por aquí, y Muchas Felicidades para este 2024 que se avecina. Buenas lecturas!
Un abrazo para ti.
Hola, Marcelo.
ResponderEliminarQué bien me viene tu post. Quiero leer esta obra, a poder ser este año (digo esto por la cantidad de pendientes, pero realmente me gustaría leerla dentro de no mucho). Hace poco he terminado otra obra del autor: Mañana y tarde, la cual me ha dejado con muchísimas ganas de seguir explorándolo (creo que ese también podría ser muy de tu gusto, por cierto).
Trilogía caerá en algún momento.
Un abrazo.
Hola, María! Qué gusto tenerte por aquí. Recién veo tu mensaje.
EliminarConfieso que al principio me parecía lenta y que no aportaba nada nuevo. Pero al pasar a la segunda parte, comienza a desarrollarse en gran medida la historia de los protagonistas y con un final muy conmovedor. Te habrá de gustar.
Una amiga a quien se lo recomendé, lo leyó -lo devoró!- en una tarde y anda recomendando a todo el mundo.
Tomo en cuenta el libro de Fosse que citas. El noruego es todo un descubrimiento!
Un abrazo para ti.
Marce me costó horrores terminarlo, me pareció aburrido, muy anticuado, obviamente que la literatura habla de temas universales por algo podemos seguir leyendo a los clásicos, aunque yo ya hace tiempo que no lo hago , pero creo que un autor que gana el Nobel hoy debería poder decirnos algo un poco más elaborado e iluminador sobre nuestra época, aportarnos algo nuevo. A mí Fosse no me aportó nada. Algunos brevisimos momentos poéticos, el del final de la parte 2 cuando van a colgar a Asle y él ve la gente de su vida allí acompañándolo a morir. Pero no mucho más. Desde ya que podemos decir que un cuento sobre los desposeídos de la tierra, los que el mundo entero da la espalda y los actos que cometen fruto de la desesperación tiene vigencia hoy más que nunca, sí, eso no lo voy a negar, pero ya tenemos cientos de textos así. Yo no lo recomiendo.
ResponderEliminarGracias por tu apreciación, Paula. Es saludable la disidencia entre lectores que focalizan sobre aspectos disímiles.
EliminarEn mi caso, he hecho hincapié en dos planos: la estructura que, en forma de plegamiento, es iterativa, pero en cada iteración aporta nuevos datos acerca de la trama, de manera que en el derrubio del deslizamiento -lamento tener que utilizar elementos de la geología- no solo ensancha la historia que se narra sino que la va consolidando a la vez.
Por otra parte, el texto está lleno de símbolos -v.g., el violín, la pulsera, etc.- que mantienen la unidad narrativa y consiguen alcanzar ese vuelo lírico, tan necesario como el aire que respira Alida, su protagonista. Me permito sugerirte, entonces, que lo releas tomando en cuenta estos elementos, que tienen mucho de poético -que serán de tu agrado- y que si no se profundizan, hacen que el texto parezca mediocre. Gracias por tu honestidad.
Un beso para vos.