sábado, 25 de mayo de 2024

Tetralogía Dos Amigas. 2. Un mal nombre, Elena Ferrante

Lumen, 2016

I.

               En esta segunda entrega, Ferrante nos lleva a transitar la juventud de estas amigas. La protagonista (Lila) se ha casado a sus dieciséis años, en una suerte de matrimonio concertado. Pero la institución conyugal no es óbice para despreciar a su marido ni para dejar de hacer lo que le viene en gana. Mientras, su amiga narradora (Lenú) concluye sus estudios de bachillerato y obtiene una beca en Pisa para estudios universitarios.

II.

                La distancia geográfica también impone una lejanía en la relación que sostienen; sobre todo, después de un verano en que ambas vacacionan en Ischia y Lila descubre la pasión sexual con Nino, de quien está enamorada su amiga. Esta relación adúltera no podría sostenerse sin la anuente complicidad de Lenú quien, a pesar del dolor que esto le inflige, se dispone a encubrirla.

III.

               Así, el texto desgrana dos realidades bien distintas: al gozo pleno de la sexualidad de una se le opone la inicial experiencia traumática de la otra; mientras una cosecha el reconocimiento por sus estudios, la otra está inmersa en la cotidianeidad de una vida limitada y por momentos violenta: Lila no se libra de las palizas de su marido –algo que, dicho sea de paso, es asumido como ‘normal’ por el género femenino de la sociedad barrial-. Además, no faltan celos, envidias, traiciones en el resto de los personajes secundarios, muy propio de quienes han crecido y evolucionado sin dejar el barrio que los vio nacer.

IV.

                Hacia el final del volumen, Lila ha abandonado el solar conyugal junto a su hijo –fruto de aquella pasión- y mantiene una sórdida vida de operaria en un barrio pobre. Lenú va a visitarla para anunciar que se ha publicado su primera novela y que en breve también ella se casará. Sin embargo, el regreso de Nino a la vida de la novel escritora encierra dudas acerca de ello. Un inteligente elemento disparador para enlazar con el volumen siguiente.

V.

               En un estilo ameno y coloquial, con diálogos muy atinentes y escenas bien descriptas, Ferrante continua con una obra costumbrista ambientada en el Nápoles de fines de los pasados años ’60, que no elude las opiniones políticas sobre el gobierno ni la realidad social de aquel entonces. Una lectura entretenida, que no alcanza los ribetes carnales de la anterior, pero que estimula la curiosidad del lector en el devenir de la historia.

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