I.
Poco antes de su dispersión, un
grupo lector optó por este título en razón de que varios de sus miembros lo
tenían no sólo apuntado sino en posesión y pendiente de lectura. A la hora de
compartir apreciaciones, los asistentes fuimos escasos, lo que lamenté
sobremanera, pues coincidimos en que había sido uno de los mejores libros de
relatos y quizás el título que más habíamos disfrutado en las lecturas
compartidas por el grupo, en su breve existencia.
II.
El libro está constituido por ocho relatos de
variada extensión, que alternan distintas situaciones y geografías, aunque en
su mayoría tienen lugar en el ambiente rural irlandés. Keegan se vale de
múltiples recursos narrativos –analepsis, prolepsis, monólogo interior, etc.- para
ofrecer un cúmulo de retratos en los que el nervio conductor que los hilvana es
la infelicidad que padecen sus protagonistas, intentando dar un vuelco a sus
vidas para que todo pueda volver a cobrar un sentido que se ha perdido.
III.
La separación de una pareja, por unos
caballos; la invitación del sacerdote a la boda que acaba de celebrar; la
devolución de un anillo de compromiso; el cumpleaños de un estudiante, invitado
por su madre y padrastro; una rara visita a una artista residente, no parecen
tener mucho en común. Sin embargo, los secretos que se ocultan en cada uno de los
textos van surgiendo a medida que se desarrollan sus tramas, en medio de una
atmósfera que trasunta soledad, tristeza, melancolía, resignación y, a veces,
la esperanza de dejar algunos horrores atrás.
La versión digital, gentileza de Biblioteca Secreta
IV.
Es de resaltar el trabajo literario de la
autora a la hora de presentar las historias, revelando lentamente los hechos que
originan esa sensación de frustración total de sus personajes -situaciones de
abuso sexual o de discriminación, infidelidades, desencantos, renuncias y
abandonos-, casi sin notarse, como al
pasar, de manera que es el lector quien va ensamblando las partes mientras
arriba a una composición final más completa y abarcadora. Esto solo, ya
justifica su lectura.
V.
Si además se nutre de un estilo directo de frases breves que atrapan desde el inicio con su lenguaje rústico y descarnado, escenas memorables y descripciones tan sucintas como rotundas, cada relato se disfruta por sí solo, brindando al conjunto una fluidez sin par. Para quien no suele frecuentar colecciones de relatos como quien escribe, decir que estará entre los mejores libros del año en curso, es toda una definición. Una excelente ocasión para prodigarse buenas lecturas.
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