martes, 31 de diciembre de 2024

La imaginación al poder. Atlas descrito por el cielo, Goran Petrović

Sexto Piso, 2003
 

I.

               Todo lo que ha estado en derredor de este libro ha sido tan extraño como su contenido. Fue leer un par de párrafos que, a manera de extracto, nos brindó otra lectora allá por 2013 y salir a buscarlo. Como suele ocurrir, en una librería olvidada me aguardaba esta edición, ¡impresa en Coyoacán, México, diez años antes! Una vieja colega, docente de Letras, me ponderó al autor, al hacerle el comentario. Y aun no me puedo explicar por qué razón lo dejé esperando más de una década, ni tampoco el motivo de cerrar el año lector con una de las mejores lecturas del año.

II.

                El narrador es el Cartógrafo quien nos va presentando a cada uno de los ocho personajes que componen la historia, quienes parece que viven juntos y han decidido cambiar el color del techo de su vivienda: el tejado rojo –que es uniforme para toda la población- es desmantelado y en su lugar asume el color azul… del cielo; es decir, se quedan sin techo, teniendo que hacer frente a los reclamos comunales, debido al estupor que produce la pérdida de homogeneidad barrial.

III.

               Pero el Cartógrafo no se limita a relatar los hechos; para mayor comprensión utiliza 52 mapas – cuadros que se hallan en relación con lo que sucede. Solo que en el interior de cada cuadro no hay una escena pictórica sino un resumen –en palabras- de una historia vinculada a la circunstancia que se narra –que puede ser real, aunque no lo parece-. Como los protagonistas deciden vivir sin respeto por las normas sociales establecidas, necesitan de elementos que los protejan; así, poseen un Espejo Occidental de dos hojas, que en su lado izquierdo refleja la mentira y en el derecho la verdad de la persona que se mira en él. O bien el triple Espejo Septentrional, que muestra simultáneamente, el pasado, el presente y el futuro de la persona reflejada. O la Enciclopedia Serpentiana, un libro con infinitas páginas que contiene todas las respuestas y que solo se abre en la página adecuada cuando alguien lo consulta.

IV.

                El libro es, entonces, una pequeña maravilla, por demás imaginativa y por momentos delirante, que comparte con el universo borgeano citas a pie de página –de obras o lugares inexistentes-, datos irrelevantes de fuentes dudosas y una dosis importante de humor tanto como de poesía. Es la lucha de un puñado de personajes contra el Vacío existencial que todo lo inunda y demuele. Y para el final, no falta la cuota de realismo mágico.

V.

               Fluido, ameno y coloquial, de estilo directo, con una construcción fragmentaria que mantiene la coherencia interna del texto, Petrović nos ofrece una obra con múltiples senderos narrativos que la vuelven compleja, con mucho del espíritu rebelde del mayo francés del ’68. Entre lo mejor del año. Para recomendar, leer y releer. Sin desperdicio ninguno.

jueves, 26 de diciembre de 2024

e-book 170. La marcha al suplicio. El retrato de casada, Maggie O'Farrell

Libros del Asteroide, 2023
 

I.

               Fue una opción conjunta la que condujo a esta lectura. En verdad, tal había sido el éxito de la novela anterior de la autora –en derredor de otro mítico personaje- que la mayoría del grupo lector se inclinó por este título. Para colmo de bienes, la versión digital me llegó merced al grato gesto de quien se había hecho de un original en ese soporte. Solo una voz opuso su silente reparo: la de quien habiéndolo leído expresó su agrado, aunque sin entusiasmo. Más razón para leerlo.

II.

                En esta ocasión, O’Farrell nos ofrece una novela que danza alrededor de la figura de Lucrezia di Cósimo de Médici, quien a los quince años de edad fuera desposada por Alfonso II de Este, a la sazón duque de Ferrara, y que poco antes de cumplirse el año de matrimonio muriera en circunstancias sospechosas.

III.

               Antes de entrar en materia, habría que dividir la novela en dos aspectos: el histórico y el literario. La autora se vale de datos fidedignos para construir una ficción que semeja a una novela histórica con cierto sesgo interpretativo nada desdeñable. Si bien repasa toda la biografía de su protagonista –quien, hasta el momento de casarse, nunca había abandonado la casa paterna en Florencia-, nos la presenta como una joven juiciosa, sagaz aunque enfermiza, poco proclive al juego de las intrigas palaciegas, pero capaz de hacerse cargo de sus obligaciones –incluidas las conyugales, aun exentas de placer-.

La versión digital, gentileza de una amiga lectora

IV.

                Por otra parte, como contrapunto, despliega en la figura de Alfonso sus dotes de líder que debe ser obedecido –aun por su esposa- y las luchas intestinas que se avecinan en la sucesión al ducado, tras la muerte de su padre. Para afianzarse en el poder y el control de la familia, Alfonso parece necesitar imperiosamente la gestación de un primogénito. Por eso dispuso un casamiento acordado con una de las hijas de Eleonora, que ha concebido numerosos vástagos. Pero Lucrezia no queda preñada, el tiempo corre y los lectores asistimos a su marcha al suplicio.

V.

               En un estilo fluido y coloquial, con capítulos breves y el cuidado uso de analepsis –de forma de no cansar al lector-, O’Farrell nos entrega una obra en la que la tensión narrativa crece con las páginas hasta un desenlace sui generis: un golpe de efecto que no atiende a la historia real y convierte a la novela en una ucronía, con un final más amable, muy propio de Hollywood. En suma, una lectura llevadera, más que adecuada para el transcurso de un viaje o de vacaciones.

sábado, 21 de diciembre de 2024

Trilogía africana. 3. La flecha del dios, Chinua Achebe

Debolsillo, 2014

I.

               Con esta tercera novela concluye la Trilogía africana, que la casa editora ha reunido en un único volumen. Si en la primera se desplegaba la llegada del hombre blanco y el impacto cultural con la sociedad nativa, y en la segunda se ponía de relieve la realidad de aquellos nativos que, merced a su buen desempeño, lograban viajar y adquirir conocimientos en las sociedades occidentales, aquí se plantean las luchas religiosas en un clan, el influjo de los sacerdotes destinados a mantener los ritos en la sociedad tribal y la escalada del cristianismo.

II.

                El protagonista de la novela es Ezeulu, el sacerdote del dios Ulu, una de las deidades que tienen las aldeas que componen el país de Umuaro, en el Bajo Níger. En la cincuentena, con dos esposas y varios hijos, Ezeulu es el encargado de cumplir con los ritos de su dios y establecer el calendario de festividades, momentos de cosecha y siembra, etc. Un hombre perspicaz, gran observador tanto de su familia como de su entorno –en especial de sus opositores- y que se ha granjeado un reconocimiento de parte del capitán inglés Winterbottom, representante del Imperio en esa colonia.

III.

               El problema se suscita cuando la gobernación colonial decide convocar a Ezeulu para que sea parte de ella. El sacerdote se rehúsa y es encarcelado algunas semanas. Como su pueblo no ha exigido su liberación, una vez dispuesta Ezeulu decide vengarse y retrasar el momento de la cosecha, apelando a que no pudo cumplir su parte del ritual por estar privado de la libertad. Obcecado y sin escuchar razones –la pérdida de la cosecha, nada menos-, se deberá enfrentar a su pueblo que, ante la inminente hambruna, escuche las palabras de los cristianos, que ven una oportuna ocasión para que abandonen la religión tribal, incentivando la cosecha.

IV.

                El núcleo central de la trama es el rol de Ezeulu. ¿Hasta qué punto él es solo una flecha del dios Ulu, que parece castigar a su pueblo por no haberle sido fiel, o en qué medida se toma cierto desquite personal, usando el oráculo del dios en nombre propio? Por otro lado, las consecuencias serán capitalizadas por los cristianos que, permitiendo la cosecha, perdonarán a los paganos que se conviertan, con lo que dios y sacerdote pasarán al olvido.

V.

      De estilo fluido y coloquial, los personajes están bien delineados y construidos psicológicamente. Todo el texto está plagado de aforismos tribales que refuerzan las miradas de sus protagonistas y exponen las enseñanzas aprendidas por el pueblo a través de la experiencia de vida –que semeja a los refranes de Sancho Panza en El Quijote-. De los tres libros, es probable que éste sea el que mejor refleje los conflictos personales y religiosos de la sociedad tribal. Necesaria lectura para quien se precie de ser buen lector.

 

lunes, 16 de diciembre de 2024

Colección Último Reino. 11. El hombre de las tres letras, Pascal Quignard

El cuenco de plata, 2023
 

I.

               Iba a ser el broche final de la Colección, si el autor galo no hubiera continuado la misma y la casa editora no hubiese arrojado a las librerías un nuevo volumen –con el que espero poder cerrar el ciclo el próximo mes-. En esta undécima entrega, Quignard nos regala sus especulaciones acerca del hecho de leer y sobre la pasión por las letras y los libros.

II.

                La apertura del libro es magistral. ¿Qué lector no se siente identificado con esto?,

‘Amo los libros. Amo su mundo. Amo estar en la nube que forma cada uno de ellos, que se eleva, que se expande. Amo proseguir su lectura. Siento excitación al recobrar su peso leve y su volumen dentro de mi palma. Me gusta envejecer en su silencio, en la larga frase que pasa ante los ojos. Es una orilla emocionante, apartada del mundo, que se abre al mundo, pero que no interviene en él de ninguna manera. Es un canto solitario que solo escucha el que lee. La ausencia de su exterior, la ausencia total de escándalo, de queja, de abucheo, el alejamiento máximo de la vocalización y de la multitud de los humanos que los libros permiten, vuelven a traer una música muy profunda que comenzó antes de que el mundo apareciera. La verdadera música quizá también la transmita desde el momento en que es escrita. Amo litteras. Amo las letras. Música silenciosa de los estilos de los escritores que preferimos: son como otras tantas desnudeces, perturbadoras, particulares, íntimas, conmovedoras, incomparables.’

III.

               El título del libro remite a la palabra Fur, que en latín designaba al ladrón. Pero no se refería a un vulgar ladrón (ladro) sino a aquello que nos acecha como un ladrón en la noche: el pensamiento, la felicidad, el amor, el deseo, el sueño, el éxtasis y, particularmente, la muerte. Los romanos, supersticiosos hasta el tuétano, preferían denominar a esta última como el hombre de las tres letras, a cambio de su vocalización plena, no fuese cosa que se hiciera presente.

IV.

               Por sus páginas, desfilan la importancia de la invención de la escritura tanto como de la imprenta y los caracteres tipográficos; la figura de Luis XI, el primer rey lector; el fondo mágico del amor y los encantamientos y el robo de tiempo que implica la lectura, entre otros,

‘El lector no tiene época, ni edad, ni tiempo. Leer no es soñar pero leer es como soñar en tanto que pierde el tiempo. Toda verdadera obra ignora el tiempo en el tiempo. Como el sueño, ignora la disidencia de la temporalidad: no tiene pasado ni tiene porvenir. Todo lo que es apasionante se caracteriza por la ausencia de futuro, por la distracción completa con respecto al tiempo.’

V.

               Con su estilo poético habitual, ecléctico y polémico, realizando interpretaciones audaces, Quignard nos lega una breve obra que habla de letras, lectores y literatura. Para no dejar pasar.

‘Una vida totalmente dedicada a la lectura de libros trae consecuencias temibles. Exilios. Silencios. Retiros. Dimisiones. Divorcios. Suicidios.’

miércoles, 11 de diciembre de 2024

e-book 169. Nacidos para la batalla. Nevada, Claire Vaye Watkins

Malas Tierras, 2019
 

I.

               Fue el último título elegido por un grupo lector que hoy se halla en estado vegetativo. De hecho, creo haber sido el único miembro que lo encaró y concluyó; el resto, se disculpó debido a otros requerimientos, incluido aquél que lo propuso. Por otro lado, decidí rescatar en parte su título original –Battleborn; es decir, nacidos en la batalla-, en virtud de las características de los personajes que transitan estas páginas.

II.

                Es un libro que contiene diez relatos, todos ambientados en el Estado homónimo, donde la abulia más supina y la carencia de perspectivas hacia el futuro sumen a sus protagonistas en un desencanto mayúsculo. Pareciera que el propio entorno geográfico, con su andar lento y cansino, delinea las figuras de sus personajes.

III.

               En sus páginas se dan cita todo tipo de fracasados, perdedores e infelices. Allí está la hija de un miembro del clan Manson, contando algo de la historia de su padre; mujeres embarazadas primerizas con parejas en conflicto; adolescente violada por su pariente; hermanas martirizadas por su madre; amigos extranjeros perdidos en el desierto; relato epistolar a un ausente; la fiebre de los buscadores de oro, etc. Toda una sarta de situaciones en las que no parece haber otra salida.

La versión digital, gentileza de una amiga lectora

IV.

                Párrafo aparte merece el estilo literario escogido por Watkins. Todas las escenas y sentires están descriptos con crudeza y economía de palabras, lo que los vuelve más contundentes. Además, no intenta exhibir el manejo de recursos narrativos ni convencer al lector con elementos ajenos a lo que ocurre; no hay golpes de efecto, ni golpes bajos. Aunque todos sus personajes sí sufren los golpes de la vida, pero no por ello dejan de enfrentarla ni se abandonan. Es más, parecen haber nacido para dar batalla.

V.

               Finalmente, una mención no menor. La autora es hija de uno de los miembros del grupo de Charles Manson; de hecho, Watkins fue uno de los que testimonió contra él en el juicio. Estimo que debe haber sido difícil haberse criado con semejante historia familiar en la espalda. Un macuto –o mochila- pesado/a que sacudirse. A ello, hay que añadir que la primera traducción data de 2012, cuando la autora no había alcanzado la treintena. El conjunto de cuentos no parece haber sido escrito por una persona joven. Valga todo ello para encomiar su trabajo y recomendarlo a todo buen lector.

viernes, 6 de diciembre de 2024

La nostalgia está de moda. Las tempestálidas, Gueorgui Gospodínov

Fulgencio Pimentel, 2022

I.

               Tras el entusiasmo generado por un título anterior, no dudé en ir a buscarlo apenas llegó a estas orillas –sin tomar en cuenta siquiera el alto costo de esta exquisita edición en cartoné-. Curioso es el nombre que la casa editora decidió colocar a lo que en lengua inglesa responde a Time Shelter, algo así como refugio del tiempo o cronorrefugio, según la presente traducción, que responde a ciertos emplazamientos destinados a enfermos de Alzheimer, que les permite mejorar su situación al verse rodeados de elementos de otra época porque les resultan familiares.

II.

                El libro se divide en cinco partes. En la primera, la más extensa, un flâneur conocido del narrador ha dispuesto con mucho éxito un hotel en el que las habitaciones recrean algunas décadas del siglo anterior, de manera que sus clientes pueden elegir en cuál de ellas querrían hospedarse, en una suerte de regreso a una época más feliz. Así, el fenómeno se va extendiendo a otras geografías y, en el paroxismo, se decide que cada nación elija cuál ha sido la década más añorada. Luego, el narrador toma como ejemplo lo sucedido en Bulgaria.

III.

               En la cuarta parte, se convoca a los países europeos a votar en un referéndum su década favorita del siglo XX –y los resultados sorprenden, puesto que varios de ellos han conocido períodos de gobiernos totalitarios-. Sobre el final, el triunfo de una década crea un conflicto: si han de resurgir objetos que eran propios de ella, ¿cómo olvidar, renunciar o negar los beneficios que el progreso tecnológico nos brinda actualmente? La conclusión del libro resulta trepidante.

IV.

                Existen puntos altos para destacar. En principio, los sucesivos cambios de escenario donde transcurre la novela, que recuerdan mucho el deambular de Sebald y refuerzan la idea de lo efímera que es nuestra vida. Después, existen dos fechas sobre las que se vuelve una y otra vez: el 1° de septiembre de 1939 –inicio de la II GM-, y la caída del muro de Berlín, tras la cual Europa se reunifica –ambos hechos, no menores-. Luego, está el estilo narrativo elegido, que se debate entre socarrón, irónico y divertido en el que el autor se aventura a indicar qué década ha sido elegida y, finalmente, esa nostálgica mirada retrospectiva a la que solemos acudir cuando el presente que nos rodea no resulta de nuestro agrado y no percibimos mejora alguna en lo inmediato.

V.

               Es cierto que la traducción podría haber sido mejor, como también que la perspectiva de lo que se narra obedece a la periferia europea, y no al centro. Pero el conjunto resulta fluido y ameno en su mayor parte. Y con una pizca lúdica, el lector podrá encontrar referencias a textos de Tolstoi, Borges, Kafka, entre otros. Gospodínov construye así una obra entretenida y desopilante, con material para reflexionar. Muy recomendable.

 

domingo, 1 de diciembre de 2024

El centro de la galaxia. Al Faro, Virginia Woolf

Cátedra, 2016

I.

               Soy de aquellos que creen que cada familia alberga un miembro que nuclea al resto. Quien mantiene con su presencia el delicado equilibrio necesario para que no haya rupturas o separaciones violentas. Es el mediador en los conflictos y el receptor de las diferencias. Oficia como centro de la galaxia: todo orbita en derredor suyo y cuando desaparece, los demás componentes son expulsados a una gélida diáspora.

II.

                Algo de ello se plantea aquí con Mrs. Ramsey, una mujer afable en la mediana edad, con ocho hijos y un marido académico, autor reconocido pero egocéntrico y dependiente de aquella, mucho más en lo afectivo. Así, sus hijos menores le guardan inquina y cierto grado de rencor porque compiten con su constante demanda de atención. La acción se sitúa en la costa occidental de Inglaterra donde la familia suele pasar los veranos, a principios de siglo XX.

III.

               La breve novela está dividida en tres partes. La primera –y más extensa- se inicia con las expectativas que genera una excursión a la isla de enfrente, donde una familia de escasos recursos custodia un faro. Si al día siguiente hiciera buen tiempo, la mayoría de los presentes embarcaría para una visita –y, de paso, Mrs. Ramsey les haría llegar cosas en desuso, tan proclive ella a los actos de beneficencia-. Pero… es la última noche antes de que todo cambie.

IV.

                Los Ramsey no se hallan solos. Se acompañan de un puñado de personajes que cobrarán mayor relevancia con el correr de la trama. Allí, está el amigo de Mr. Ramsey con quien departe sobre filosofía y cuestiones de moral; la joven hija de una familia amiga, un joven ateo con ínfulas de superioridad y una pintora, que retratará con acierto el entorno familiar. La segunda parte, se ocupa de la descripción del estado de abandono de la casa –durante los años de la guerra-, goteando lo ocurrido a algunos de sus personajes. Hacia el final, los sobrevivientes son invitados a participar para cumplir aquella aventura, visitando el faro. Aunque los motivos son otros.

V.

               Destaco sobremanera el estilo escogido por Woolf, quien condensa la información en párrafos cortos. Por otro lado, gran parte del texto guarda tintes autobiográficos y, entre líneas, pueden identificarse los vínculos que unían a todos los miembros del clan Stephen, familia de la autora. Con escenas logradas, personajes bien construidos y un eficiente uso de los recursos literarios –monólogo interior, flujo de conciencia, etc.-, Woolf compone una obra memorable, que no puede estar ausente en el bagaje de todo buen lector. Esta edición se acompaña de un análisis sobre obra y autora, que conviene leer a posteriori.