viernes, 6 de diciembre de 2024

La nostalgia está de moda. Las tempestálidas, Gueorgui Gospodínov

Fulgencio Pimentel, 2022

I.

               Tras el entusiasmo generado por un título anterior, no dudé en ir a buscarlo apenas llegó a estas orillas –sin tomar en cuenta siquiera el alto costo de esta exquisita edición en cartoné-. Curioso es el nombre que la casa editora decidió colocar a lo que en lengua inglesa responde a Time Shelter, algo así como refugio del tiempo o cronorrefugio, según la presente traducción, que responde a ciertos emplazamientos destinados a enfermos de Alzheimer, que les permite mejorar su situación al verse rodeados de elementos de otra época porque les resultan familiares.

II.

                El libro se divide en cinco partes. En la primera, la más extensa, un flâneur conocido del narrador ha dispuesto con mucho éxito un hotel en el que las habitaciones recrean algunas décadas del siglo anterior, de manera que sus clientes pueden elegir en cuál de ellas querrían hospedarse, en una suerte de regreso a una época más feliz. Así, el fenómeno se va extendiendo a otras geografías y, en el paroxismo, se decide que cada nación elija cuál ha sido la década más añorada. Luego, el narrador toma como ejemplo lo sucedido en Bulgaria.

III.

               En la cuarta parte, se convoca a los países europeos a votar en un referéndum su década favorita del siglo XX –y los resultados sorprenden, puesto que varios de ellos han conocido períodos de gobiernos totalitarios-. Sobre el final, el triunfo de una década crea un conflicto: si han de resurgir objetos que eran propios de ella, ¿cómo olvidar, renunciar o negar los beneficios que el progreso tecnológico nos brinda actualmente? La conclusión del libro resulta trepidante.

IV.

                Existen puntos altos para destacar. En principio, los sucesivos cambios de escenario donde transcurre la novela, que recuerdan mucho el deambular de Sebald y refuerzan la idea de lo efímera que es nuestra vida. Después, existen dos fechas sobre las que se vuelve una y otra vez: el 1° de septiembre de 1939 –inicio de la II GM-, y la caída del muro de Berlín, tras la cual Europa se reunifica –ambos hechos, no menores-. Luego, está el estilo narrativo elegido, que se debate entre socarrón, irónico y divertido en el que el autor se aventura a indicar qué década ha sido elegida y, finalmente, esa nostálgica mirada retrospectiva a la que solemos acudir cuando el presente que nos rodea no resulta de nuestro agrado y no percibimos mejora alguna en lo inmediato.

V.

               Es cierto que la traducción podría haber sido mejor, como también que la perspectiva de lo que se narra obedece a la periferia europea, y no al centro. Pero el conjunto resulta fluido y ameno en su mayor parte. Y con una pizca lúdica, el lector podrá encontrar referencias a textos de Tolstoi, Borges, Kafka, entre otros. Gospodínov construye así una obra entretenida y desopilante, con material para reflexionar. Muy recomendable.

 

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