Debolsillo, 2014
I.
Con esta tercera novela concluye
la Trilogía africana, que la casa
editora ha reunido en un único volumen. Si en la primera se desplegaba la
llegada del hombre blanco y el impacto cultural con la sociedad nativa, y en la
segunda se ponía de relieve la realidad de aquellos nativos que, merced a su
buen desempeño, lograban viajar y adquirir conocimientos en las sociedades
occidentales, aquí se plantean las luchas religiosas en un clan, el influjo de
los sacerdotes destinados a mantener los ritos en la sociedad tribal y la
escalada del cristianismo.
II.
El protagonista de la novela es Ezeulu, el
sacerdote del dios Ulu, una de las deidades que tienen las aldeas que componen
el país de Umuaro, en el Bajo Níger. En la cincuentena, con dos esposas y
varios hijos, Ezeulu es el encargado de cumplir con los ritos de su dios y
establecer el calendario de festividades, momentos de cosecha y siembra, etc.
Un hombre perspicaz, gran observador tanto de su familia como de su entorno –en
especial de sus opositores- y que se ha granjeado un reconocimiento de parte del
capitán inglés Winterbottom, representante del Imperio en esa colonia.
III.
El problema se suscita cuando la gobernación
colonial decide convocar a Ezeulu para que sea parte de ella. El sacerdote se
rehúsa y es encarcelado algunas semanas. Como su pueblo no ha exigido su
liberación, una vez dispuesta Ezeulu decide vengarse y retrasar el momento de
la cosecha, apelando a que no pudo cumplir su parte del ritual por estar
privado de la libertad. Obcecado y sin escuchar razones –la pérdida de la
cosecha, nada menos-, se deberá enfrentar a su pueblo que, ante la inminente hambruna,
escuche las palabras de los cristianos, que ven una oportuna ocasión para que abandonen
la religión tribal, incentivando la cosecha.
IV.
El núcleo central de la trama es el rol de
Ezeulu. ¿Hasta qué punto él es solo una
flecha del dios Ulu, que parece castigar a su pueblo por no haberle sido
fiel, o en qué medida se toma cierto desquite personal, usando el oráculo del
dios en nombre propio? Por otro lado, las consecuencias serán capitalizadas por
los cristianos que, permitiendo la cosecha, perdonarán a los paganos que se
conviertan, con lo que dios y sacerdote pasarán al olvido.
V.
De estilo fluido y coloquial, los personajes
están bien delineados y construidos psicológicamente. Todo el texto está
plagado de aforismos tribales que refuerzan las miradas de sus protagonistas y
exponen las enseñanzas aprendidas por el pueblo a través de la experiencia de
vida –que semeja a los refranes de Sancho Panza en El Quijote-. De los tres libros, es probable que éste sea el que
mejor refleje los conflictos personales y religiosos de la sociedad tribal.
Necesaria lectura para quien se precie de ser buen lector.
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