sábado, 25 de enero de 2025

e-book 172. Destratos. Bien tarde en el día, Claire Keegan

Eterna Cadencia, 2024
 I.

               Surgió como un outsider. Fue propuesto en un taller que intentaba abordar el arte de escribir reseñas y, como trabajo final, los participantes debían hacer llegar a quien lo conducía su propia reseña de este título. Un accidente doméstico me privó de hacerme presente en la última reunión y, con ello, escuchar algunas exposiciones y, si cupiera, presentar la propia. Hoy, tres meses más tarde, hago llegar mis apreciaciones.

II.

                La escena inicial se abre con Cathal, un oficinista, en un 29 de julio soleado en Dublín. Se ha quedado dentro del edificio, sin salir a almorzar. Su jefe, un hombre más joven, le propone que se retire temprano y una compañera le pregunta si está bien. Al concluir su jornada, se dirige hacia su casa en ómnibus. Su compañera de asiento –una mujer mayor- le pregunta si tiene hijos; responde negativamente.

III.

               La nouvelle que no alcanza la setentena de páginas, se divide en cuatro partes. Tras la primera, el lector asiste a la historia entre Cathal y Sabine, una joven francesa, a quien conoció un par de años antes y le ha propuesto matrimonio. Al poco, van apareciendo lentamente detalles en el comportamiento de Cathal que lo muestran mezquino con el dinero y escasamente empático con su novia, como si toda una vida habituado a vivir solo condicionara su sensibilidad. El desenlace entonces se encuentra a un paso.

La versión digital, gentileza de Valeria E. Castelló Joubert

IV.

                ¿Qué razones disparan una proposición matrimonial?, ¿se toman en cuenta todas las implicancias que suponen vivir con otra persona, máxime cuando ésta habrá de habitar nuestro propio espacio?, ¿cuán dispuestos estamos para hacerle un lugar que permita la convivencia? Cathal, en su incapacidad de comprender los cambios que suscita integrar a otro ser en la misma vivienda –un ser que no necesariamente cumple con las expectativas que se esperaban- va incurriendo en una serie de destratos con su pareja, que evidencian una carencia afectiva.

V.

               En estilo ameno y fluido, Keegan expone su talento narrativo en los aportes de los personajes secundarios: un jefe joven –que denota un retraso en el debido ascenso-; el acercamiento de una mujer embarazada –que recuerda la maternidad-; un zapato sin lustre –que señala cierto descuido personal-, son elementos que entretejen las características de Cathal. Por lo demás, los personajes me parecieron algo burdos, estereotipados y acartonados, cumpliendo con los objetivos narrativos de manera algo forzada. Una obra breve a la que le ha faltado cierto desarrollo. Interesante, pero no a la altura de otros trabajos previos.

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