Me había sido sugerido por una librera
amiga, especializada en literatura de origen asiático, hace algún tiempo.
Priorizando a otros autores del mismo origen –y con más renombre- quedaba
siempre postergado hasta que decidí comparar las distintas ofertas narrativas,
de manera de establecer las diferentes miradas acerca de la sociedad china
actual. Por ello encaré este título tras leer a Can Xue.
II.
Un jovenzuelo de catorce años llamado Li Niannian,
junto a su padre, son los protagonistas de esta novela ambientada en una aldea
de Balou. Narrada en primera persona por aquél, relata los acontecimientos
surgidos a la caída del sol de un día cualquiera, en tiempos de cosecha, donde
varios miembros de la comunidad comienzan a dar muestra de un episodio
siniestro: se vuelven sonámbulos. Lo peor no es que vagan sin rumbo durante la
noche a través de la aldea, sino que envueltos en un estado de insomnio profundo,
comienzan a dar rienda suelta a sus deseos más íntimos y postergados.
III.
De nada parece servir el esfuerzo
de la familia del chico de ofrecer té para mantener despierta a la población, con la esperanza de que al nuevo amanecer todo volverá a su cauce. Pero un
fenómeno atmosférico local impide la aparición del sol y amenaza con extender
la ya caótica situación. Para colmo, los misérrimos pobladores rurales
encuentran propicia la ocasión para saquear el centro de la aldea con una
excusa que les viene de perlas. Si a esto le agregamos que el padre de Li
Niannian ha hecho pingües ingresos delatando a sus vecinos –y por ello siente
una culpa proverbial-, todo está dado para que semejante polvorín estalle con
consecuencias imposibles de prever.
IV.
El texto aborda una circunstancia donde el
límite entre realidad y fantasía se desdibuja. El autor interpela a los
lectores proponiendo meditar sobre qué ocurriría si cada uno de nosotros, en
estado de total inconsciencia, diéramos rienda suelta a los instintos más
brutales que anidan en nuestro interior, involucrando aún a las
autoridades, cuyo rol debiera ser mantener el orden. En ese aspecto, toda la novela
resulta original y más profunda si se la lee entre líneas.
V.
En estilo coloquial y ameno, con una prosa directa, una atmósfera inquietante que aumenta la tensión narrativa
a cada página y un ritmo trepidante, Lianke Yan nos ofrece pasar una temporada
donde todo puede suceder, incluyendo un lugar para el sacrificio personal y la redención.
Una obra imaginativa y novedosa, que será del agrado de todo buen lector.
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