Alfaguara, 2015
I.
Venía
precedido de buenos comentarios de amigos lectores, por lo que me hice de un
ejemplar. Parecía un libro destinado a almas sensibles y, además, se hacía
promoción del estilo literario escogido por el autor para darnos a conocer a
una figura desconocida para muchos –me incluyo- cuya trágica vida, tronchada
antes de la treintena, conjugaba un drama familiar con el suyo propio. Pero
otras miradas -más críticas acerca del texto- hicieron que esperara hasta hoy.
II.
Foenkinos descubre la pintura de la
artista Charlotte Salomon -una joven alemana judía muerta en una cámara de gas en
Auschwitz en 1943- en un museo, y se obsesiona con su arte. A partir de allí,
indaga todo lo que puede acerca de su vida y obra, busca testimonios, persigue
sus posibles pasos, y construye algo así como una novela sin serlo. Como un
poemario de frases cortas, que no son poemas; como una historia personal que pervive
en su arte.
III.
Toda la atmósfera que rodea al
personaje está signada por la tragedia. La protagonista aprende su nombre a
partir de la tumba de su tía. Su madre muere algún tiempo después, cuando aún
era niña. Mientras los nazis ascienden, queda a cargo de su padre, que vuelve a
casarse con una cantante lírica. Charlotte descubre su amor por el dibujo y la
pintura. Al crecer, conoce el amor por un hombre. El recuerdo de ese amor la
acompañará en el exilio en Francia, junto a sus abuelos, durante mucho tiempo.
Luego, sin apoyo y sin mecenas, conocerá las peripecias de los judíos en una
Francia ocupada por los nazis. Hasta que, al final, terminará siendo trasladada, con veintiséis años y
encinta.
IV.
Abundan datos familiares y posibles anécdotas
de la biografía en este trabajo de Foenkinos, que hacen hincapié en la
secuencia de suicidios que han tenido lugar en los miembros cercanos de la familia
de Charlotte, como presagio de lo que le acontecería. Pero también hay momentos
de luz, más allá de las restricciones que el nazismo impone a los judíos
alemanes. El candor de la esperanza en que todo se aclarará –cuando todo se habrá de oscurecer aún más- es un acierto del narrador.
V.
Critico, en cambio, el estilo
narrativo elegido para allegarlo al lector. A fuer de intentar, con frases
cortas y sentidas, conmoverlo, no sólo no alcanza su objetivo sino que termina banalizando la figura de quien ha sido su
numen inspirador, a la vez que convierte en algo naif una historia que bien podría haber cobrado ribetes más que
interesantes, en otra estructura. Algo para tener en cuenta a la hora de
encararlo.
Ay, qué pena. Este autor parece que a veces se empeña en estropear sus trabajos, no sé por qué, lo hizo con el epílogo de La biblioteca de los libros rechazados y con el final de Dos hermanas.
ResponderEliminarPese a las numerosas recomendaciones que he recibido de esta novela siempre me ha hecho desconfiar la estructura y ese estilo poético que con esas frases cortas hace tropezar en realidad. Pero en realidad lo que me hace andar esquivándola es el final triste de su protagonista. Es que el número de lágrimas está limitado, tampoco es cuestión de hacerse daño.
Besitos compasivos.
No es sensiblero, Norah; ni siquiera hace alusión a su final. Es un buen libro en una estructura inapropiada.
EliminarPareciera que, con tal de entregar algo novedoso, todo puede ser aceptado. No es el caso.
Besitos desilusionados.
Leí de este autor "La delicadeza" hace unos años y me quedó una sensación negativa, no pensaba leer más, pero luego leí una buena crítica de este que nos traes hoy y de algún otro y pensé en darle otra oportunidad. Bien podría aquel haber sido un error en su carrera que no se haya vuelto a repetir o bien yo podría haberlo leído en un momento tonto, pero tras ver lo que nos cuentas aquí pienso que tal vez yo estaba en lo cierto y el error es más común de lo que pudiera pensarse en la literatura de este autor.
ResponderEliminarNo sé qué haré al respecto.
Un beso.
Es un libro interesante aunque en un formato poco favorecedor. Si lo hubiera escrito como novela, hubiera pegado más.
EliminarNo es libro para descartar, pero es bueno tomar nota que la estructura lo hace parecer más superficial de lo que es.
Un beso para ti.
Pues me ha llamado la atención. Creo que le daré una oportunidad si pasa por mis manos. Me saturé hace un tiempo de la Alemania nazi pero creo que ya puede ser momento de volver, sobre todo si es a Francia a la que hay que volver también. Un abrazo.
ResponderEliminarEl nazismo está poco presente en este libro, que compila mejor la vida de la artista. Es una obra ágil, con buenas reflexiones aunque algo 'ligera'.
EliminarUn abrazo para ti, Ana.
La disparidad de opiniones que siempre escucho sobre Foenkinos, no solo aquí, ya en otras ocasiones me las he encontrado, me producen una mezcla de desconcierto y curiosidad. A veces escritores que ya tienen todo ganado (público, fama, reconocimiento, etc) rebajan el nivel de autoexigencia. Puede ser con Foenkinos.
ResponderEliminarPor cierto, me he puesto gustosamente a responder tus comentarios en mis entradas ;).
Y ahora voy a ver que has ido publicando por ahi... Hoy voy de arriba hacia abajo, jeje.
Cuídate campeón!
Tengo la sospecha que en este caso el afán de hacer algo novedoso malogra la buena intención. Es material para una buena historia, pero, como cantaba Roberto Carlos: 'Una en un millón/ y yo la he perdido...'.
EliminarAhora paso por tu espacio; he podido contar con algo de tiempo para leerte, y ha sido de provecho.
Ánimo, chaval!
Tengo muchas ganas de leer al autor.
ResponderEliminarEste me llama mucho la atención, aunque empezaré por La delicadeza, que es el que tengo en casa.
Besotes
No he leído el que citas, Shorby, pero si lo tienes, yo mismo empezaría por él.
EliminarFoenkinos tiene buena prosa.
Un beso para ti.
He leído muy buenas reseñas de este libro. Todo lo que rodea a los campos de concentración siempre da qué pensar sobre el ser humano y su tendencia al terror.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un buen libro, aunque yo no hubiera optado por la original estructura que le ha querido brindar el autor.
EliminarLa historia es muy conmovedora, Rocío.
Un abrazo para ti.
Me gustó mucho cuando lo leí aunque con el tiempo se me ha ido enfriando mi sensación respecto a este libro. No es Foenkinos un autor por el que me prodigue. Leí antes que este La delicadeza y no me pareció para tanto como lo alababan, de hecho si no hubiera sido por la aparición en la novela de cierto personaje que me salvó la lectura creo que apenas la recordaría. El resto de obras del autor la verdad que no me llaman mucho la atención.
ResponderEliminarUn abrazo
Ha sido mi primera visita a sus letras. Me ha gustado la historia aunque no la estructura elegida. El tema daba para más.
EliminarTengo algún título más de Foenkinos, que seguirá esperando.
Un abrazo para ti.