Lumen, 2013
I.
Varias veces me fue citado algún material
contenido en este libro, casi siempre de un mismo origen. Habiendo destinado un
considerable tiempo anual a la lectura de relatos, uno más despertaba cierto
prurito para quien mantiene algún recelo acerca del subgénero. En aras de
sostener lecturas más densas, me incliné por él debido a la fluidez que hallaba
en sus líneas.
II.
Está constituido por once relatos en los que
Munro desgrana una vez más su proverbial oficio; en esta ocasión, enfocado en
miradas sobre lo que nos ha ocurrido en un pasado tal vez remoto, o en un
presente que dispara meditaciones acerca de nuestra historia personal, con algo
de resquemor por no haber sabido valorarlas apropiadamente. Es esa prudente
distancia temporal la que nos permite establecer una perspectiva diferente en
plena madurez.
III.
Un par de vecinas del pueblo –que se conocen
desde la infancia y ahora comparten sus tiempos finales en un mismo geriátrico-;
una mujer recién separada que rememora las diferencias con su pareja; alguien
que evoca sus días adolescentes destripando pavos para Navidad; un par de
mujeres que comparten con sus hijos una cena del Día del Trabajo; una pareja de
amantes a la que un accidente ha forzado a tomar decisiones impensadas son algunas
de las historias que la autora nos ofrece para evaluar con ojos de hoy aquello
que sospechamos podría haber tenido otro desenlace.
IV.
Amores
inconclusos, promesas fallidas, misterios no develados, delicados equilibrios y
dolorosas despedidas son parte del caudal de emociones y afectos que se reúnen alrededor
de la guerra, el hospital, unos días de descanso en una isla o una temporada en
el extranjero. El nervio motor está puesto en cómo modifica nuestra visión el paso
del tiempo.
V.
De
estilo ameno y coloquial, fluidos en grado sumo, los relatos se suceden dejando
un poso agridulce. ¿Podrían nuestra decisiones haber sido distintas, o fueron
acertadas?, ¿cómo repercute en nuestro futuro la respuesta a esta cuestión?, ¿aún
estamos a tiempo de cambiar, o nos debemos resignar a las consecuencias?
Interesante propuesta de una maestra en formular preguntas.
Tengo pendiente leer a la autora... aunque tengo otro para empezar, anoto este para futuras lecturas =)
ResponderEliminarBesotes
Albergo la sospecha que todos sus relatos guardan -con altibajos- una observación minuciosa de la vida cotidiana, Shorby. No por nada le han otorgado el Nobel.
EliminarDisfruta su lectura, cualquiera sea el título.
Besos para ti.
Querido Marcelo, le agradecería desde lo más profundo que no siguiera aumentando mi lista de lecturas. Ay dios, y nosotros con solo una vida para todo, qué injusto. Es que me gustan tantos estos relatos de vida. Así que hala, otro a la lista. Aunque bien pensado, más triste sería que la lista se terminara.
ResponderEliminarBesitos navideños.
La cosecha de lecturas nunca se acaba, Maja. Aquí, como en otros espacios donde solemos encontrarnos, se aporta una humilde mirada sobre aquello que nos ocupa parte de la vida: los libros. Tú misma has despertado mi curiosidad en muchos y ya son varios que he leído gracias a tus líneas.
EliminarOjalá pudiéramos disponer de la eternidad para encarar los que nos faltan -empiezo a envidiar mal a los dioses, capaces de dilapidar partes de su infinito tiempo en actos promiscuos, en vez de destinarlos a las artes y lectura-.
Feliz Navidad, Norah! Un fuerte abrazo.
No he leído nada de esta autora, a pesar que hace unos años me regalaron dos libros de ella. A ver si le hago un hueco. Un abrazo y que pases felices días.
ResponderEliminarFelicidades para ti, Esther! No aplaces tu lectura de esos libros de Munro; conociendo tus inclinaciones lectoras, te agradará sobremanera.
EliminarUn fuerte abrazo para ti.
Marcelo, últimamente estás en modo "relatos" que te sales... Me gustan los autores que saben formularte preguntas, plantearte temas interesantes.
ResponderEliminarEste libro no es para mí, podría serlo, pero no creo que acabe leyéndolo
¡Felices Fiestas!!!!
Besos
Ay, Marian... ¿nunca te has preguntado cuáles son los motivos de que alguien, a quien no le van los relatos, no obstante los hace parte de su lectura? Espera al lunes y verás por qué.
EliminarEn algo disiento contigo: Munro es LA autora de relatos. Bajo ninguna circunstancia la debes eludir. Nos habla a nosotros, al vulgo, al lector, y lo obliga a reflexionar. No la pierdas.
Muchas felicidades para ti en este día!
Un beso grandote.
Me tienes intrigada por lo del "lunes", imagino que como los gustos lectores pueden ser cambiantes con el tiempo, a un lector que no le van los relatos, en un momento determinado sí pueden llegar a gustarle mucho, estoy convencida de que eso puede pasar. ¿Será lo que te ha pasado a ti? ¿Me pasará a mí eso algún día? Puede...
EliminarSí, si a Munro la voy a leer, por supuesto, pero a poder ser mejor alguna novela. Ayyy, que mientras escribo esto, acabo de ver en el comentario de mi amiga Rosa, justo debajo, que no ha escrito más que relatos. ¿Ni una novela? Habrá que investigar
Más besos
No es un cambio en los gustos y elecciones, Marian; más bien ha sido fruto de la necesidad.
EliminarMunro es cuentista, amiga. Tengo entendido que no hay novela escrita de su puño -aunque puedo fallar-. Sus libros son tan breves como emotivos.
Besotes para ti.
Siento meterme donde no me llaman, pero sí hay una novela de Munro, que leí y me gustó. "La vida de las mujeres"
EliminarPerdón
Un saludo
Tienes razón, Maestro! La he leído y ya no la recordaba. Alzheimer me está alcanzando!
EliminarBuena opción para Marian. ¿No he dicho que tu aporte es tan fugaz como enriquecedor?
Un abrazo, y gracias!
Nunca he leído a esta autora precisamente porque se dedica al relato. Si hubiera escrito novela seguro que la habría leído hace mucho.
ResponderEliminarAhora que me voy reconciliando con los relatos la leeré porque además tiene buena pinta todo lo que nos cuentas.
Un beso y feliz navidad.
Es que Munro es fuerte en este subgénero, Rosa. Le han otorgado el Nobel justamente por ello. En sus relatos, siempre podrás hallar una parte de ti misma; algo que interpela al lector, que dispara reflexiones.
ResponderEliminarMuchas veces nos preguntamos qué se ha hecho de nosotros a lo largo de esta vida -igual que Munro-. Me inclino a pensar que seguimos siendo los mismos que éramos a los cinco o siete años y, como señala un autor nórdico, sólo se nos han depositado sobre ello capas de experiencia. Piénsalo.
No la postergues; lo vale.
Un beso grande y muy Feliz Navidad para ti.
Me encanta Munro y este libro en especial; como te he dicho en el comentario del anterior libro, los buenos cuentos y los buenos escritores de cuentos, son gente especial y no siempre fácil de encontrar; y que Munro es una de las mejores es fácil de decir. Y añadiría más ella y otro canadiense, Alistair Macleod son probablemente los dos últimos buenos cuentistas que he leído, y hace de ello 2 años.
ResponderEliminargracias Marcelo
No ha sido novedad para mi; es el tercero que leo y me quedan algunos para encarar. De Macleod no tengo nada; veré si se puede hallar algo. Por si me pica el bicho de la curiosidad.
EliminarGracias por tu aporte, Wine. Como siempre, tan fugaz como enriquecedor.
Un abrazo.
Tengo un libro de relatos de Munro esperando. Pensaba darle cuenta el pasado 2020 pero al final me lie con otras lecturas y por ahí sigue. Espero que 2021 sea su año.
ResponderEliminarUn abrazo
Es una especialista en narrativa breve, Lorena. Te ha de gustar. Dale una oportunidad el año que se inicia.
EliminarUn abrazo para ti.