domingo, 14 de agosto de 2022

Historias de juventud y barricadas. El contrario de uno, Erri de Luca

Siruela, 2005
 

I.

            Cada tanto, alguien cercano recuerda la prosa del autor de marras e invita a una lectura conjunta. Habiendo visitado un puñado de sus obras, no iba a eludir el convite, por más que después la puesta en común se diluyera. Cierto es que flaco favor le ha hecho a la propuesta la maravillosa edición en cartoné con que lo ha revestido la casa editora, pues el costo del ejemplar –al subir sideralmente- ha quitado el entusiasmo a varios.

II.

             En esta oportunidad, de Luca ofrece en un breve ejemplar que supera escasamente el ciento de páginas un poema y quince relatos que resumen en gran medida su vida de militante de izquierda, su pasión por el montañismo y la ascensión y, por qué no señalarlo, su devoción a las mujeres y al amor de pareja.

III.

            Varios trabajos de esta suerte de memoria biográfica se centran en su mirada acerca de la causa social, su llamado a la desobediencia civil en pos de reivindicaciones sociales que nos acerquen más a la igualdad y a una mayor redistribución equitativa de la riqueza. En ese aspecto, al narrar como testigo ocular y participante el accionar represivo de las fuerzas del orden y las distintas variantes de castigo recibidos a lo largo de su extensa militancia –sin cejar nunca en sus convicciones-, el lector accede a aventuras surgidas al calor de las barricadas: los pequeños actos heroicos, la amistad de camaradas, etc.

IV.

             Otro conjunto de relatos enfocan la soledad del montañista; aquél que encuentra en el ascenso a una cumbre un momento de plenitud. Allí es donde mejor se expresa la libertad de ser uno mismo. Por eso, el resto de historias, que se reparten entre niñez, juventud y amores –y varios desencantos- representan el contrario de uno: para todos ellos –la familia, los amigos y las parejas- se requieren al menos dos personas. El compartir la vida con los demás restringe, limita nuestra capacidad de ejercer nuestro libre albedrío.

V.

            Con el estilo poético de siempre, escenas que delinean sentires y reflexiones sobre el poder, la libertad, los vínculos y el amor, el libro se disfruta enormemente, no sólo por la experiencia de vida que trasunta sino por el preciosismo con el que llega al lector. El poema inicial dedicado a su madre –y por él, destinado a todas las madres- conmueve hasta las lágrimas. Ojalá todo hijo pudiera agradecer de manera tan bella la vida que le ha sido dada. En suma, un libro que vale mucho más de lo que se ha de abonar por él. Recomendable ciento por ciento.

2 comentarios:

  1. Hola. Sí, es de los pendientes aunque reconozco que este título no estaba en la lista. Su militancia en la izquierda y sus consecuencias me atraen entre poco y nada. Lo de la montaña un poco mejor, me parece más interesante. Lo de las mujeres y las idas y venidas en el tema del amor, ahí sí que me encuentras. Así que creo que mejor me estreno con otra de sus novelas.
    Besitos negociantes

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    1. Tiene una prosa poética acentuada, como en todos sus trabajos. Debe ser por eso que cada tanto vuelvo a él.
      Hay buenas novelas de su autoría; puedes husmearlas con solo ir aquí a la derecha y buscarlas. Si nada de él has leído hasta ahora, parecería ser buen momento.
      Besitos auspiciosos.

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