Anagrama, 2002
I.
Este tercer volumen es conocido
como la Trilogía de la Guerra, puesto
que los libros que lo componen ocupan el período en que transcurre la II GM,
desde inicios de 1940 hasta el desenlace en 1945, con el triunfo aliado. Una
virtud no menor de esta entrega es que Powell muestra la trastienda de la
militarización: coloca a su narrador, Nick Jenkins, en medio de lo que ocurre
no en el campo de batalla –ni mucho menos, en el frente-, sino en un batallón
de división, primero, y el acontecer diario de aquellos que han sido destinados
a tareas burocráticas, después.
II.
En El valle de los huesos, Jenkins es destinado a un batallón en
Gales, que hará instrucción y maniobras de aprendizaje en Irlanda del Norte –y será
el vehículo del autor para introducir a los lectores a la vida castrense-. Allí
conocerá a su comandante y otra serie de personajes que se darán cita a lo
largo del volumen. Durante un curso de formación tendrá oportunidad de gozar de
un fin de semana de permiso y visitar a su mujer Isobel –embarazada a punto de
parir- en las afueras de Londres. Hacia el final, se suceden traslados y
despedidas, con ascensos y caídas.
III.
En el segundo libro, El arte del soldado, Jenkins se halla a
principios de 1941 con su viejo camarada Widmerpool, quien lo ha solicitado
para colaborar con él en el Cuartel General de la División. Nick no está conforme
con su destino y pretende cambiarlo, pero no tiene suerte. Todo el libro exhibe
las pujas de poder por los ascensos y las rencillas irreconciliables entre
aspirantes a un mismo puesto, mientras comienza el bombardeo aéreo alemán
nocturno, que cobra las vidas de algunos parientes y allegados del
protagonista.
IV.
Hacia el final, en Los filósofos militares, Jenkins trabaja como enlace, primero con
los polacos y luego con checos y belgas, aliados que han debido refugiarse en
la isla. Ascendido primero a capitán y luego a mayor, hacia 1943 vive en
Chelsea y asiste como testigo a la destrucción que causan las bombas voladoras
alemanas. También realiza una gira por los territorios continentales costeros
que han sido liberados, hasta llegar a Bruselas. Por último, se celebra una misa
de Acción de Gracias con el fin del conflicto y le llega su desmovilización.
V.
En estilo ameno y fluido, Powell expone la vida de aquellos reclutados que
no salieron de Gran Bretaña, y el pequeño mundo de la milicia, sin dejar de
incluir amoríos, suicidios, desengaños y víctimas varias de enfrentamientos, que
aderezan los sucesos históricos. En suma, una mirada pocas veces tomada en
cuenta, que resume una época y dispara la curiosidad sobre su continuación.
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