sábado, 19 de julio de 2025

Darlo todo por un amor. La maravillosa vida breve de Óscar Wao, Junot Díaz

Mondadori, 2010
 

I.

               No me conmovió cuando le otorgaron el premio Pulitzer en 2008. De hecho, dejé pasar el tiempo para ver qué se decía mucho más tarde. Seis años después, los comentarios literarios mantenían cierta vigencia y por ello lo adquirí. Ha corrido más de una decena de años desde entonces y me pareció oportuno encararlo, merced a que otros lectores voraces coincidían en su fluidez y cierto grado de humor.

II.

                La familia León Cabral ha abandonado su República Dominicana de origen en busca de un futuro algo más promisorio en tierra norteamericana. Pero parece que una maldición ancestral (el temible fukú) los persigue donde quieran que vayan. El protagonista de esta historia, dividida en tres partes, es un joven negro, regordete y virgen quien, además de ser un clásico nerd con sus estudios, es de una timidez tan proverbial que lo vuelve incapaz de acercarse a las chicas y se refugia en un mundo de fantasía, que se reparte entre los cómics, series de TV y juegos de rol.

III.

               El narrador de la historia de Óscar Wao (un eufemismo derivado del célebre escritor Oscar Wilde) es un amigo quien, en más de una ocasión, ha intentado integrarlo a su grupo de amigos dominicanos. Ambientada en una comunidad de ese origen inserta en Nueva Jersey, donde parece que el éxito se mide en el ejercicio de la sexualidad, Óscar termina enamorándose de quien no conviene, con un desenlace anunciado desde el comienzo: el darlo todo por un amor.

IV.

                Son varios los aciertos de esta novela. El autor aborda una historia que involucra tres generaciones de una misma familia –en una suerte de narración coral- que han tenido que vivir la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, tan omnímoda como lasciva y, tras la caída en desgracia, refugiarse en tierras americanas hasta su muerte. También se halla la minuciosa descripción del patriarcado dominicano, abundoso en hechos de violencia y abusos varios contra las mujeres. Y un detalle no menor ha sido la traducción del texto, con todos sus giros idiomáticos y una profusa jerga de spanglish que le ha brindado una mayúscula frescura al texto.

V.

               En un estilo coloquial, ameno y fluido, Díaz ofrece una novela donde la trama de lo que le ocurre a Óscar –que se reparte entre empatía y desilusión por igual- es una excusa para testimoniar la vida de quienes debieron emigrar ante una dictadura que no daba lugar a arrestos de opiniones independientes. Quizás lo más destacable sea que, aun las escenas más trágicas o dolorosas, se hayan narrado con tal grado de humor, que sean capaces de generar no solo una sonrisa sino hasta de arrancar una carcajada. Todo esto constituye una novela entretenida, más que recomendable.

lunes, 14 de julio de 2025

Modelización mutua. Las llanuras, Gerald Murnane

Minúscula, 2015
 I.

               Había buenas razones para adquirirlo y leerlo. En principio, su autor venía sonando algunos años como candidato al Premio Nobel de Literatura. Después, estaba seguro que no había leído ningún texto hasta este momento que tuviera como protagonista al territorio de Australia. Para mejor, era una obra breve que, al decir de los libreros, podía abordarse en el transcurso de una tarde (lo que hubiera sido un error mayúsculo). Así, me dispuse a encararlo con tiempo.

II.

                Esta escueta e inclasificable novela se divide en tres partes. El narrador es un cineasta que busca reflejar el interior del país, por medio de un guion que permita no solo dar cuenta de la vida en esos parajes sino cómo se ha ido gestando una identidad propia a través de los años y de la historia, que los diferencia de la Australia Externa o Costera. Pero, para su proyecto, necesita convencer a alguno de los terratenientes locales y lograr que le brinde cierto lugar, con el fin de poder indagar antes acerca de la cultura regional.

III.

               Logrado el objetivo primero, toma conciencia que cada propietario de las mansiones que pueblan el lugar contienen bibliotecas, a las que consulta, tomando contacto con las distintas miradas sobre esas llanuras, objeto de pasadas rivalidades y disputas artísticas. Esta gente, culta y adinerada, se ha visto modelada por el paisaje, de manera que hombres y geografía son ahora una sola y misma cosa: tanto la riqueza de recursos como la liberalidad de su idiosincrasia y las nuevas tendencias intelectuales se basan en la propiedad de la tierra.

IV.

                A medida que el narrador interactúa con los pobladores y se va nutriendo con sus lecturas comienza a darse cuenta que con cada aparición de un nuevo elemento identitario, surge otro opuesto no menos importante. Así, lo que se describe es una sociedad más pendiente de su propia introspección que de la experiencia tangible con el entorno: para ellos es más relevante la percepción de la idea que se tiene de sí mismo que lo que se es en realidad. Como si la experiencia física cotidiana no contara para la génesis de su ontología.

V.

               Destaco el estilo literario, con una prosa poética que no deja de ser precisa y concisa sin renunciar a su sencillez. ¿Quiénes somos?, ¿cómo construimos nuestra identidad y la otredad de quienes no son incluidos en un nosotros? ¿Cómo –y cuánto- influye el entorno en nuestra capacidad de autopercibirnos distintos? ¿Moldeamos y domeñamos la geografía, o también ella impone sus condiciones? En suma, una novela con mucho material para la reflexión sobre la interacción hombre – medio ambiente y los posibles influjos recíprocos. Es una obra breve, que requiere una atención poco común del lector, dada la condensación de información en cada párrafo. Para tener presente y recomendar.

miércoles, 9 de julio de 2025

e-book 183. Convivir con la culpa. El buen mal, Samanta Schweblin

Random House, 2025
 

I.

               Fue tan promocionado por la casa editora –incluso, mucho antes de lanzarse- que se creó un clima de ansiedad alrededor de este nuevo trabajo. Tal fue la magnitud de la misma, que una mayoría de clubes de lectura locales lo propusieron inmediatamente para compartir. No pude abstraerme al aluvión de demandas y me vi casi obligado a participar, por más que no suelo leer novedades editoriales.

II.

               Este libro está constituido por una serie de seis relatos de diversa extensión. El título de la obra era, en principio, el del primer relato –donde se alude al respecto- pero, por sugerencia editorial, la autora lo modificó y con él englobó la totalidad del material, puesto que algunos otros cuentos posteriores también participan de su naturaleza: a veces, es necesario ejercer el mal para que éste genere en nosotros una culpa tal que nos obligue a salir de nuestra zona de confort.

III.

               Bajo atmósferas que siempre transmiten inquietud y tensión en el lector, se dan cita una madre que decide suicidarse cuando su marido y las niñas se ausentan de la casa; un niño que sufre un accidente al tragarse una pila de litio; una anciana que se escapa del instituto de mayores; unas niñas hermanas que visitan a una vieja poetisa borracha; un par de compañeras de universidad que hablan por teléfono sobre un suceso luctuoso acaecido veinte años antes, y un par de becarias que comparten algo más que el dolor por la muerte de una mascota.

La versión digital, gentileza de una amiga lectora.

IV.

                En todos los relatos, Schweblin desarrolla distintas situaciones en las que se halla envuelto un sentimiento de culpa con el cual se debe convivir y sobrellevar. Así, la esporádica visita a un padre enfermo, o cuando la pareja –que está lejos- requiere acompañamiento, o el haber descuidado –y olvidado- a un pequeño hijo son ocasiones donde se pone de manifiesto este sentimiento, que disparan hechos que oscilan entre la parálisis y la rebelión, pero nunca resultan intrascendentes. En uno u otro sentido, obligan un movimiento personal.

V.

               En estilo fluido y coloquial –aunque nunca ameno-, con escenas bien labradas y diálogos jugosos, Schweblin vuelve a conquistar a sus lectores con una narrativa breve –género en el que se mueve como pez en el agua-, con historias que siempre bordean lo maravilloso o lo sobrenatural, pero que nunca cruzan el límite. En lo personal, el relato El ojo en la garganta, por sí solo, paga el libro. Una colección para disfrutar del placer de leer. Recomendable ciento por ciento.

viernes, 4 de julio de 2025

La pérdida, en primer plano. La ridícula idea de no volver a verte, Rosa Montero

Seix Barral, 2013
 

I.

               Lo acertado de su título y el haber incluido elementos propios del periodismo en redes le habían granjeado buena prensa y óptimos comentarios. La muerte de quien fuera su pareja durante veinte años llevó a la autora a una suerte de duelo sui generis que, a su vez, le permitió renovarse en su carrera literaria con un texto que cabalga entre el ensayo, la biografía y la autoficción. Tuvo que proponerlo un grupo de lectores, para sacarlo del tótem de pendientes y darle curso a su lectura tras años de espera.

II.

                Montero se centra en la historia de vida de esa gran científica que fuera Marie Curie –muerta en 1934 a los sesenta y siete años de edad-, quien tuvo la desgracia de perder a su marido, Pierre Curie, tras un accidente imprevisto –al igual que el suyo, con un cáncer fulminante-. Con la mítica figura de esa mujer que se ganó el respeto de los hombres de ciencias por su dedicación, abriéndose camino a puro esfuerzo y voluntad, intenta establecer un paralelismo entre ella y sí misma, enfocado en el plano del dolor por la pérdida del compañero.

III.

               Así, el lector asiste a una detallada biografía de Curie que, al parecer, era tan apasionada en sus investigaciones científicas como en su vida amorosa, un aspecto que poco ha trascendido al público. Abrevando en diversas fuentes -documentos escritos y ensayos biográficos varios-, la autora nos allega parte de un diario que la propia Curie escribió tras el deceso de su esposo, que llega a conmover, por dejar traslucir el dolor de la ausencia en estado puro. Lo que no fue óbice para que, andando el tiempo, la misma mujer volviera a enamorarse de un amigo de su marido –y lo que ello deparó, tanto en el ámbito académico como en la opinión pública-.

IV.

                El libro posee altibajos. Por un lado, atrapa la narración sobre una mujer luchadora desde sus inicios, haciendo frente a lo adverso de pertenecer al género femenino y, no obstante, alcanzar los logros conocidos, comprometida con cada descubrimiento –y pagándolo con su vida-. Pero en más de una ocasión, la imagen algo hagiográfica que nos presenta Montero obedece más a una interpretación personal y de actualidad que a la realidad ofrecida dentro del contexto temporal. Por otra parte, existe un desequilibrio notorio entre la cantidad de páginas destinadas a los Curie, en desmedro de su propia historia con Pablo, su pareja, siendo ambos los objetos del origen del dolor.

V.

               Con una prosa fluida, amena y coloquial y reflexiones interesantes acerca de la muerte, la pérdida y la ausencia, Montero ofrece una obra distinta a la que tiene habituados a sus lectores. Ya solo por esto, vale la pena incursionar en su interior. Deja cierto sabor agridulce, pero se sobrelleva bien.

domingo, 29 de junio de 2025

Novelas de Roberto Arlt. 2. Los siete locos, Roberto Arlt

Losada, 2015
 

I.

               Esta segunda novela que compone el volumen, acaso la más representativa del mismo, se halla dividida en tres capítulos, en los que el autor intenta abordar diversos temas. Al comienzo se presenta Augusto Remo Erdosain, exclusivo protagonista, un supuesto inventor venido a menos quien, para poder sostener su vida y la de su mujer, se desenvuelve como cobrador de dinero para una empresa azucarera, a la que no duda en desfalcar y, tras ser denunciado, acude a distintos personajes que podrían facilitarle un salvataje.

II.

                Así, nos internamos en el delirio de un puñado de ¿soñadores?, ¿inadaptados?, ¿marginales?, como el Astrólogo y el Rufián Melancólico -a quienes habrá que agregar al Mayor, al Buscador de Oro, al Farmacéutico y su mujer (la Coja) y pocos más-, que compondrán una suerte de séquito del absurdo: alcanzar a dominar a la sociedad a través de la ejecución de crímenes y mentiras, destinadas a encolumnar tras de sí a quienes esperan una revolución social o a aquellos que necesiten creer en un líder salvador, al haber perdido la fe en Dios.

III.

               Si en el primer capítulo los lectores ingresan en un verdadero tratado sobre la angustia existencial que padece Erdosain, sometido a las humillaciones infligidas por su esposa y supuestos amigos, -que lo empujan hacia el Astrólogo, un nihilista-, en el segundo se asiste a un debate filosófico – político, algo visionario respecto del contexto histórico en el que fue escrito (en 1929). Finalmente, todo se resuelve en una farsa para obtener dinero que propicie la creación de una sociedad clandestina que intente materializar aquellos ilusorios objetivos de dominio.

IV.

               Destaco varios planos de la obra, por los que la incluyo entre las grandes novelas argentinas. Primero, está la composición psicológica del atormentado Erdosain, verdadero antihéroe del texto, con su angustia a cuestas, cuya carencia de sentido de pertenencia alguna a su medio social lo conduce a refugiarse en una fantasía tan mesiánica como irreal. Luego, están los demás compañeros en su derrotero, tan atribulados como él, buscando todos una vía de escape de una realidad que los oprime. Finalmente, la acertada introducción de términos con origen en el lunfardo o en la jerga arrabalera, que obligan a pensar en una construcción que combina equilibradamente lo erudito con lo popular –como una obra de folletín-.

V.

               En un estilo directo y frontal, ambientada en una atmósfera oscura –propia de desposeídos-, con escenas y diálogos que definen de manera precisa miradas y sentires de sus personajes, Arlt ofrece una novela mayúscula, de neto corte urbano y marginal, que sorprenden hasta al lector más avezado. De lectura más que obligada para lectores locales, e interesante para el resto. Por suerte para los primeros, tiene continuación en Los lanzallamas.


martes, 24 de junio de 2025

e-book 182. Crueles vidas rurales. Dos veranos, Elvira Orphée

Eduvim, 2012

I.

               Desde hace un tiempo, algunas pequeñas editoriales locales –sobre todo, radicadas en el interior del país- han tomado la iniciativa de rescatar del olvido figuras literarias de la región de influencia, reeditando títulos y autores largamente ausentes, como es el caso presente. Atento a ello, un taller del que participo se hizo eco de estas acciones, incluyendo esta obra entre sus propuestas anuales.

II.

                El protagonista de estas historias es Sixto Riera, un guacho –huérfano abandonado a su suerte- que, con trece años de edad, es recogido de la calle de un pueblo por Don Joaquín, un almacenero, con miras a convertirlo en el sirviente de su familia. Con una esposa que padece una enfermedad degenerativa y tres hijos que alimentar, Sixto será el centro del escarnio y las burlas del resto de los niños. En suma, un marginal que jamás gozará de beneficio ninguno.

III.

               Ambientada en una zona cordillerana hacia mediados de siglo pasado, la novela se divide en dos partes, que transcurren en sendos veranos. En la primera, se presentan los personajes y se describe la realidad de aquellos que han sido desposeídos de familia propia y, ante la miseria y el hambre en ciernes, optaron por ser llevados en condiciones de explotación infantil. Sixto odia la vida que le ha tocado en desgracia, y fantasea con ser un niño de buena familia que ha sido raptado por manos inescrupulosas. Todo a lo que aspira es a ganar dinero y liberarse de la sumisión en que se halla. En la segunda, cinco años después de la primera, Sixto se fuga de un centro reformatorio junto a otros jóvenes quienes, para vivir en entera libertad y sin escasez, no dudan en delinquir y cometer un crimen para obtener dinero y brindarse una vida distinta.

La versión digital, gentileza de Valeria Castelló Joubert

IV.

                Orphée desgrana en algo más de un ciento de páginas la vida cruel que deben sobrellevar quienes han perdido el cobijo familiar rural ya desde temprana edad, condicionando sus opciones a medida que crecen y en los que el resentimiento por su situación marginal se aúna al odio de clase de no poder alcanzar lo que otros más afortunados detentan desde la cuna. Pero lo hace sin eludir el despertar sexual ni las ilusiones propias de un joven que carece de identidad.

V.

               De estilo coloquial y ameno, con frases cortas, una voz que alterna un narrador en tercera persona y la primera de Sixto y una serie de escenas que conforman el entorno provinciano en el que se desarrollan los hechos, Orphée logra allegarnos una pintura costumbrista, bastante frecuente en el hinterland. El texto se acompaña de una reseña de Rosa Chacel –aparecida en 1957- que sugiero leer a posteriori. Una novelan interesante como para tomar en cuenta.


jueves, 19 de junio de 2025

Simbiosis literaria. El maestro de Petersburgo, J. M. Coetzee

Debolsillo, 2009
 

I.

               Llevaba años esperando entre los pendientes. Ello obedecía a una simple razón: un lector transatlántico me advirtió que, si bien puede leerse de manera independiente, sería prudente haber leído de manera previa Los demonios, de Fiódor Dostoyevski, para un mayor aprovechamiento literario. Recién hoy, cuando el pasado mes pude encarar la citada obra, me animé a proseguir con el de marras. Vaya mi agradecimiento a quien formuló aquella sugerencia, que considero más que acertada.

II.

                Estamos en el Petersburgo de 1869. Pável Isaev, un muchacho que apenas alcanzaba la veintena, ha muerto en circunstancias poco claras. Alquilaba una habitación en la pensión de Anna S. y su hija Matryona, una sagaz jovencita algo menor. Comunicado su deceso a su padrastro, sito en Dresde, decide viajar para aclarar las causas –suicidio, según la foja policial- y, de paso, recoger las pertenencias; entre ellas, los papeles y las cartas intercambiadas entre ambos, en manos del inspector. Nada anormal… si el padrastro no fuera otro que Fiódor Dostoyevski.

III.

               Así, esta novela de intriga recoge una parte de la vida del escritor, de regreso a su ciudad mientras esclarece lo ocurrido. Pável, hijo de la viuda quien fuera primera esposa de aquél, dejó el hogar familiar cuando, tras morir su madre, Dostoyevski decidió casarse con una muchacha casi de su edad. El ya afamado autor –quien solventaba sus gastos- se encuentra incapaz de asimilar el golpe, aunque puja por dejar en claro qué pasó.

IV.

                La obra es poliédrica. Por un lado, está la búsqueda de la verdad. ¿Ha sido un suicidio intempestivo o la policía tuvo algo que ver en ello? Pavel, ¿era parte de un grupo liderado por Nechaev, un nihilista revolucionario prófugo de la Justicia? Por otra parte, la desesperación y congoja de Fiódor lo lleva a intimar con Anna S. durante su estadía, en un lugar donde él también se halla perseguido debido a las deudas contraídas con antelación.

V.

               En un estilo coloquial, bajo una atmósfera opresiva, en medio de espacios lúgubres y sórdidos, Coetzee realiza una colosal simbiosis literaria, pues acompañado de un puñado de personajes secundarios –que han sido personas reales-, le da forma no solo a una historia personal del escritor, sino que desarrolla en profundidad las miradas totalmente opuestas entre jóvenes y mayores sobre la sociedad rusa y además expone de manera magistral cómo se van gestando los personajes que habrán de ser protagonistas en una próxima novela –que será Los demonios-. El arte del autor sudafricano no va en zaga en este homenaje que, entiendo, le brinda al maestro ruso. Para leer y disfrutar. Y si es después de leer a Dostoyevski, mucho mejor.

sábado, 14 de junio de 2025

La literatura, estandarte contra la opresión. El cuento de la criada, Margaret Atwood

Bruguera, 2008

 I.

               Corría el mes de junio de 2013 y fui a retirar un libro usado en las afueras de la ciudad. Quien me acompañaba propuso visitar un conspicuo mall de cercanías para almorzar y, de paso, distraernos un rato. Tamaña sorpresa fue hallar este ejemplar en una librería; lo tenía apuntado hacía tiempo, pero estaba agotado. Ahora, tras una docena de años esperando, decidí darnos la oportunidad que merecíamos (ambos): es mi primer acercamiento a una obra de Atwood.

II.

                Esta distopía, ambientada en un E.E.U.U. futuro de pesadilla posnuclear -donde emerge la esterilidad-, plantea una sociedad que ha sido dividida y estratificada, de manera que los hombres detentan el poder real. Las esposas de los Comandantes se valen de sirvientas llamadas Marthas –con uniforme identificatorio-, para efectuar las tareas domésticas, pero también existen un pequeño grupo de Criadas –que visten de rojo absoluto salvo su cofia blanca- que estando al servicio del Comandante, son las encargadas de la reproducción. Es decir, vientres fértiles sin contaminación radiactiva –y en algunos casos, ex madres-, capaces de preservar la especie.

III.

               Para que no puedan escapar, son continuamente vigiladas no solo por hombres sino también por otras Criadas, que podrían denunciarlas. Además, su vestimenta les impide contacto visual con otras personas y las han despojado de su verdadero nombre; ahora llevan el de aquél que las sirve –en la acepción sexual del vocablo- y es motivo de gratia plena del conjunto de Criadas la llegada del ansiado embarazo –y posterior alumbramiento (que no venga con deformaciones, claro)-. Por lo demás, su vida no tiene otra finalidad y a medida que envejecen pueden ser retiradas junto a las demás mujeres que no pertenecen a estas categorías: puro material de desecho, confinadas en islas y condenadas a morir.

IV.

                El lector asiste a la narración del acontecer de la protagonista, que es una suerte de legado escrito –una acción prohibida- y cuyo valor de realidad será juzgado por esa misma sociedad muchos años después –de allí, que sea considerado un cuento-. Atwood nos allega la descripción de la vida de una mujer en un mundo férreamente totalitario que bien podría obedecer a cualquier clase de dominación: política, filosófica, sexual, religiosa, etc., con sus propias reglas y rituales –y, como sería de esperar, con ciertas licencias para los poderosos-.

V.

               De estilo directo y frontal, con escenas fuertes en medio de una atmosfera opresiva, la novela resulta tan original como fluida; atrapa desde el inicio por el carácter trepidante de su historia y, a su vez, es un compendio de cómo enfrentar la adversidad con una dosis de resiliencia esperanzadora, donde la palabra escrita (la literatura) se convierte en el mayor símbolo de resistencia. Una lectura más que recomendable.

lunes, 9 de junio de 2025

e-book 181. El origen de un trauma. La bella Annabel Lee, Kenzaburo Oé

Seix Barral, 2016
 

I.

               Sólo había visitado una de las obras más reconocidas del autor, Premio Nobel de Literatura en 1994. Unas líneas aparecidas en la blogosfera al poco de su lanzamiento me incentivaron a tomarlo en cuenta pues, como su evocador título supone, está basado en uno de los poemas más conmovedores de Edgar Allan Poe. Siendo uno de sus últimos trabajos, me pareció oportuno completar una mirada panorámica de su evolución literaria.

II.

               Tras treinta años de ausencia, Komori, un compañero de estudios universitarios del autor, productor cinematográfico, lo contacta otra vez para proponerle un nuevo desafío. Valiéndose del galardón de su amigo, lo insta a hacerse cargo del guion de un film que tendrá como protagonista a Sakura Ogi Magarshack, una mujer madura de una belleza sin par, quien protagonizara un cortometraje cuando solo contaba con diez años, encarnando a la Annabel Lee del poema de Poe.

III.

               En un interesante flashback, el autor nos brinda cómo se conocieron Sakura y él, tres décadas atrás, para participar de un proyecto multicontinental con motivo del bicentenario del nacimiento de Heinrich von Kleist, y su célebre novela Michael Kohlhaas. La historia del vituperado vendedor de caballos entroncaba perfectamente con las rebeliones japonesas de Meisuke-san, en tiempos pretéritos, con lo cual añadía cierto carácter local al film. Pero el proyecto se frustró debido a cuestiones ajenas.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                El argumento de la novela se desdobla. Por un lado, está el film original de Annabel Lee, que Oé viera en una versión acotada, cuando él no contaba con mayoría de edad. Luego está toda la historia del film que no fue sobre la obra de Kleist y por último está la intención de Komori y Sakura de rescatar la figura de la madre de Meisuke-san, constituyendo una nueva realización, con ella en el rol protagónico. No obstante, la exposición de una versión sin censura del aquél film inicial, dispara el origen de un trauma en Sakura, con consecuencias imprevistas.

V.

               Entre las notas destacadas, se halla la facilidad con que Oé se mueve entre pasado y presente, alternando apreciaciones relacionadas con la elaboración de guiones y el aporte de la historia familiar. Por otro lado, el estilo directo y frontal del texto no es óbice para desdibujar los límites de ficción y realidad entre historia y personajes, brindando al lector cierto carácter de fábula. Por todo ello, vale la pena transitar sus páginas. Un libro ameno y recomendable.

miércoles, 4 de junio de 2025

Pelibro 38. El bello verano

 

Había conseguido el texto poco tiempo antes que una amiga cinéfila comentara que, entre los films que habrían de participar de la Semana de Cine Italiano del 2024, estaba el de marras y para cuya presentación había sido invitada nada menos que su directora. Mi cariño hacia las letras del autor turinés y la posibilidad única de escuchar a la realizadora, definió hace muchos meses este Pelibro. Solo hubo que esperar la llegada de la edición en DVD.

Libro

Cesare Pavese (Cátedra, 2020)

               Severino y Ginia son dos hermanos que han decidido instalarse en Turín, abandonando la campiña donde nacieron. Es verano de 1938 y el fascismo está en auge. Él consigue un trabajo nocturno y ella, con dieciséis años, ingresa a un atelier de costura; entre ambos, apenas consiguen pagar su alojamiento y poco más. Severino albergaba la ilusión de cursar estudios en la universidad, pero la necesidad de adaptarse al entorno urbano y la nostalgia de dejar su pueblo no le ofrecen la atmósfera necesaria para concentrarse.

               Ginia suele pasear con Rosa, una amiga con quien comparte confidencias; entre ellas, está la del inicio sexual. Algo tímida y retraída, se mantiene al margen del bullicio juvenil, hasta que descubre en Amelia, una descarada y desvergonzada joven algo mayor, un foco de luz en medio de tanta grisura. Con su estilo bohemio y viviendo a su aire, Amelia cautivará a Ginia y la iniciará en las fiestas nocturnas, el contacto con pintores de escaso talento y la empujará hacia el tan ansiado debut sexual.

               Pavese ofrece una historia de crecimiento y elige ese verano como símbolo del paso de la adolescencia a la adultez, donde se abandona una vida ligera y despreocupada para asumir roles y sus deberes consiguientes. El verano es la estación dominada por las pulsiones del instinto, mientras que el otoño y el invierno se identifican con la vida adulta, donde comienzan a perderse aquellas juveniles ilusiones. Así, Ginia se ve envuelta en un cambio interior que no sabe cómo manejar, ni realmente qué sentir. El ejercicio de la sexualidad no parece producirle el placer esperado y duda acerca de su elección sexual. Amelia, más avezada en estos escarceos –aunque enferma de sífilis-, confiesa su homosexualidad y su interés por Ginia.

               El breve texto está impregnado de antinomias: la campiña/libertad opuesta a la ciudad/obligaciones. Incluso los luminosos días estivales confrontan con la oscuridad y el intenso frío invernal, que albergan a la desesperanza. De estilo directo y coloquial, la novela fluye lentamente, y si bien tanto los diálogos como la elaboración psicológica de los personajes son acertados, el conjunto parece algo acartonado y estereotipado. Claro, con todos los cambios suscitados en más de medio siglo –la militancia del feminismo y el empoderamiento de las mujeres-, hoy la obra parece vetusta y retrógrada. No sobrevivió al paso del tiempo.

               Párrafo final para esta edición, a cargo de Manuel Carrera, quien brinda una semblanza de la vida del autor y un escueto análisis de la obra en una Introducción, que sugiero que se lea a posteriori, para no hacer spoiler de su contenido. Interesante como mirada de época.

 Film

Laura Luchetti (Varias, 2023)

               Para comenzar, tras volver a ver el film, encuentro algunas diferencias importantes con el texto de Pavese. Esta adaptación de Luchetti a la pantalla grande ofrece claroscuros que, por momentos, llenan de poesía la trama, y en otros, la sumen en cierta abulia.

               La elección del Turín de 1938 donde si sitúan los hechos, con los discursos del Duce que ingresan por la ventana y el ascenso de las camisas pardas, es una recreación de época lograda. Para mejor, el cuarto de los hermanos y la casa en general, evocan el inconsciente de los propios conventillos locales, con lo que el espectador se siente identificado. Asimismo, las escenas exteriores de costa, parques y plazas contribuyen a la atmósfera de libertad juvenil que se intenta exhibir, en contraposición con el clima opresivo de un país que pronto estará en guerra.

               Pero la extensión de las escenas de costura que, a la vez que exponen el delimitado rol de la mujer pretenden ensalzar la creatividad de la protagonista, no terminan de convencer y se reiteran. Además, la sensación de libertad que transmite la bohemia de pintores de la que Ginia se deslumbra, da lugar a un tinte homosexual que en el texto original está poco sugerido.

               Son fortalezas del film la magnífica fotografía e iluminación; la selección de la banda sonora –el tema Walzer fur Niemand, de Sophie Hunger, es la cereza del postre-; las interpretaciones de Yle Vianello (Ginia) y Nicolas Maupas (Severino) recogen acertadamente tanto las tribulaciones de una adolescente que se convierte en mujer como la del campesino que se siente desarraigado en medio de la ciudad, con dosis de nostalgia y melancolía.

               Las debilidades rondan en la falta de concreción de la historia, con un final abierto en el que se supone una definición lésbica y todo se reduce a una historia más, cuando podría haber dado lugar a mostrar matices de época mucho más sugerentes.

               Párrafo aparte merece la belleza de Amelia (Deva Cassel, hija de Vincent y Mónica Bellucci) que llena la pantalla y colabora decisivamente a la ambigüedad sexual que atraviesa todo el film. En suma, una buena película para ver en familia y disfrutar.

Testimonio del Pelibro 38

viernes, 30 de mayo de 2025

Preludios de la Revolución. Los demonios, Fiódor Dostoyevski

Alianza, 2013

I.

               Fue la propuesta del pasado mes de marzo en un taller que viene visitando las letras del autor a razón de un título por año. Tenía personal interés en esta obra porque me abriría las puertas a la de otra lectura cuya trama se basa en esta historia. Es vox populi que Dostoyevski tomó un suceso ocurrido en 1869 para construir la misma pero, fiel a su mirada social que escarbaba en la naturaleza humana, le ha otorgado una profundidad única, propia de sus letras.

II.

                Ambientada hacia 1870 en una aldea cercana a San Petersburgo, la novela narra la historia de Nikolai Stavrogin, hijo de una viuda terrateniente, que acaba de licenciarse en la ciudad y vuelve a la heredad, en medio de cierta efervescencia política. Le acompaña en su derrotero Piotr Verhovenski, algo más joven que aquél, hijo a su vez de un amante de la belleza y la poesía, quien es amigo y protegido de la rica viuda y fuera en su momento el tutor de Nikolai.

III.

               De una vida disipada que brinda la holgura de recursos, Nikolai va recorriendo lentamente un camino de degradación personal que lo convertirá en un inmoral. Incapaz de sentir emoción, vive su vida de manera ajena, sin comprometerse sentimental, social ni políticamente con su entorno. A su vez Piotr, enrolado en la corriente revolucionaria, encarna al arribista inescrupuloso, capaz de asesinar a los propios camaradas para no ser delatado y luego abandonar al resto a su suerte. Los otros personajes acompañan eficazmente y consolidan la trama.

IV.

                El texto presenta diversos planos. Para empezar, está el choque generacional donde los conservadores que sostienen al zarismo se oponen a la necesidad de cambio que plantean los jóvenes revolucionarios. Luego, está el tema de la fe: los nihilistas se han despojado del dogma cristiano y abrazan nuevas doctrinas, mientras que muchos de los creyentes en Dios y en la Iglesia comienzan a dudar. Por último, aunque no menor, está la crítica del autor a los colegas escritores cuya mirada sobre Rusia se ha occidentalizado debido a frecuentes viajes al resto de Europa. Es más, Dostoyevski se vuelve profético poniendo en boca de Karmazinov (mordaz remedo de Turgueniev) el desmoronamiento que sufrirá Rusia tres décadas y media después.

V.

               Dividido en tres partes y una Conclusión, la edición de marras cuenta, además, con el capítulo que el editor consideró escandaloso y eliminó de la primera edición completa. Con una prosa precisa, personajes cuya psicología queda perfectamente delineada y reflexiones jugosas acerca de la ética y el eterno contrapunto entre el Bien y el Mal (pues esos demonios a los que alude el título se hallan dentro de nosotros y es nuestra obligación domeñarlos), Dostoyevski nos ofrece una magnífica y bellísima novela cuyo trasfondo expone los preludios de la Revolución. De lectura obligatoria para todo buen lector. Cien por ciento recomendable.

domingo, 25 de mayo de 2025

e-book 180. Billy Budd, marinero, Herman Melville

Alba, 2015
 

I.

               Quizás en otro entorno no hubiera sido agraciada con su opción pero, en virtud de que el Teatro Colón anunciara la ópera lírica basada en ésta para la temporada en curso, el conjunto del grupo dio su anuencia para encararla y, como colofón, asistir en masa a su puesta en el próximo mes de julio. El resto, lo hizo su texto breve y contundente.

II.

                Billy Budd es uno de esos seres, querido y respetado por aquellos que lo rodean. No solo es guapo y bien parecido sino que en él se conjuga la alegría prístina, con cierta despreocupación juvenil, y la bonhomía de ser atento y condescendiente con sus camaradas de a bordo. Es un marinero que cualquier tripulación desearía tener a su lado; un talismán contra la nostalgia y las injusticias que tienen lugar en algo tan acotado como la vida dentro de un barco. Desprovisto de maldad alguna, tanto como de facilidad de palabra, pero con buenos gestos hacia los demás, se toma la vida como viene, sin preguntarse mucho acerca del porqué ni de su futuro.

III.

               Cuando se hallaba en un buque mercante –el Derechos del Hombre- fue requisado por la necesidad que tenía la Armada de incorporar nuevos marinos y así, trasladado al buque de guerra Bellipotent. Y si es verdad que rápidamente la tripulación brindó su cálida bienvenida y reconocimiento al nuevo gaviero, lo cierto es que, por igual razón despertó la envidia del maestro de armas, Claggart, quien se valió de la inocencia del joven Budd para fraguar un motivo de sanción ante el capitán Vere. La ira desatada en Budd ante tamaña infamia, junto a su incapacidad verbal de defenderse, termina en un puñetazo letal, con imprevistas consecuencias.

La versión digital, gentileza de EpubLibre

IV.

                Melville nos presenta un drama moral, que debe ser juzgado a bordo, con el rigor marcial de las leyes de la Armada. En otras instancias, la sana camaradería de Budd, su buena disposición para el trabajo y el reconocimiento de sus compañeros bien podrían atenuar la condena de un hecho singular, no menos importante aunque fortuito, no buscado. Pero teniendo en cuenta los recientes motines de algunas embarcaciones, Vere debe imponer la disciplina, aun cuando a él mismo le duela llevar a cabo la sanción.

V.

               De estilo directo y coloquial, con magnífica elaboración de los caracteres psicológicos de sus personajes principales, Melville convoca a la reflexión sobre la ética de cómo hacer justicia y cómo influye la historia previa en ello. Un bello libro breve. Hay varias realizaciones cinematográficas basadas en el texto; la más recordada es La fragata infernal, dirigida por P. Ustinov, con Robert Ryan y Terence Stamp en los protagónicos.

martes, 20 de mayo de 2025

Canto a la resistencia. La bella señora Seidenman, Andrzej Szczypiorski

El Aleph, 2002
 

I.

               Fue uno de los títulos que quedó en mi memoria al hojear aquel voluminoso ejemplar que resumía los 1001 libros que debían ser leídos antes de morir. Estaba completamente agotado en el mercado local. Fue un regalo de la diosa Fortuna el que me brindó la posibilidad de hallarlo, tras años de búsqueda, en la edición de marras. Lo viví como un galardón al empeño y el tesón con que fui consultando periódicamente si aparecía en el mercado de usados, a través de la Red.

II.

                La obra, que se inicia en Varsovia en 1943, en una Polonia ocupada por el nazismo -donde los judíos polacos eran reunidos en el gueto-, se extiende durante un cuarto de siglo, en los que el autor no solo desgrana lo que les va ocurriendo a los protagonistas sino también cómo fueron concluyendo sus días, en una suerte de friso de época. El título es equívoco, pues la historia a la que alude es una de las varias que atraviesan sus páginas. Quizás El comienzo, su título original –que remite a las sucesivas ocupaciones alemana y soviética- es más acorde a su contenido.

III.

               Irma Seidenman es una bella y joven viuda judía, que ha perdido a su esposo médico y quien, para eludir su destino, ha conseguido hacerse pasar con documentación falsa por la viuda de un militar polaco. Pero un día, se choca en la calle con un cazador de judíos que la reconoce y la lleva al cuartel de la Gestapo. Una pitillera con sus iniciales (I.S.) confirma su identidad y es encarcelada. A partir de allí, una serie de amigos se pondrán en marcha para lograr rescatarla.

IV.

                La novela es polifónica y poliédrica. Si bien algunos personajes deambulan en derredor de Seidenman, muchos de ellos cobran vida –e historia- propia. Allí está el juez, que vende sus cuadros a su sastre a cambio de comida; un joven, enamorado de la bella viuda, que intenta proteger a su mejor amigo, judío; un abogado judío quien pide al juez que oculte a su pequeña hija; una monja que cambia identidades; un delincuente que lucra sacando judíos del gueto; un ferroviario -enemigo de los comunistas- son, entre otros, los que entretejen y consolidan la trama.

V.

               En estilo ameno y fluido, destaco la manera elegida por Szczypiorski para narrar los horrores perpetrados en nombre del nacionalismo, la religión y la ideología, que han afectado seriamente el tejido social de los pueblos judío, alemán y polaco, y que no acaban con la caída del nazismo sino que se prolongan con la dominación soviética. En ese sentido, la novela es una joya arquitectónica que no excluye una mirada crítica de la sociedad, sin omitir cierto tono nostálgico. En conjunto, es un canto a la resistencia hasta sus últimas consecuencias. Un libro de lectura obligada para todo buen lector. Para quienes se decidan, existe una nueva edición bajo otro sello, -que no ha visitado aun estas costas-.

jueves, 15 de mayo de 2025

Puritanismo victoriano. Unos ojos azules, Thomas Hardy

Mondadori, 2009
 I.

               Lo postergué más de una docena de años al enterarme que al autor se le reconoce más como poeta que como novelista. Tras su última novela –que, al parecer, la crítica demolió-, abandonó el género y se dedicó a la poesía, justo con el cambio de siglo. Fue una mención, aparecida en un libro sobre recursos de la ficción, quien lo devolvió a la vida y aseguró su lectura.

II.

                Hacia fines del siglo XIX, en la costa de Cornualles, Christopher Swancourt, el rector y párroco de Endelstow, solicita a un arquitecto londinense la reparación de su rectoría, en especial de su torre, que amenaza con derrumbarse. Por ese motivo, envían a Stephen Smith, un auxiliar, a que tome medidas edilicias. Es su hija Elfride quien lo recibe una noche ventosa. Cerca de alcanzar la veintena y con escaso roce social, Elfride y Stephen se enamoran. Él regresa al poco como invitado y se prometen. Cuando pide la mano de Elfride, su padre le rechaza porque Stephen no pertenece a su clase. En principio, ambos deciden fugarse y casarse clandestinamente, pero Elfride se arrepiente y se separan, hasta que Stephen logre dinero y renombre.

III.

               Al poco, el señor Swancourt contrae matrimonio –por conveniencia- con su vecina, capaz de introducir a Elfride en el ámbito social de la clase acomodada. Así un pariente lejano, Henry Knight –un escritor quien fuera el mentor de Stephen, y algo mayor que éste- es invitado a pasar unos días en la rectoría, donde conoce a Elfride –quien aun espera el regreso de Stephen-. Un accidente une a la pareja, que decide prometerse y casarse. Pero, el pasado de la joven y el regreso de su prometido genera un clima de desasosiego poco propicio para una boda.

IV.

               En esta novela, Hardy plasma una serie de características del puritanismo victoriano: una mujer no solo tendrá que mantener su honradez y pureza, sino que también deberá aparentarlas; es imposible contraer matrimonio entre miembros que pertenezcan a distinto estrato social, salvo que la nobleza de la mujer pueda verse igualada por la riqueza del pretendiente; la palabra empeñada tiene valor de promesa, etc. El triángulo compuesto por una bella, aunque inexperta y algo voluble heroína, tironeada entre un aprendiz sin recursos y un galán cuyo conocimiento de la naturaleza femenina pertenece solo a la cultura libresca hacen la delicia del lector, por más que remate en un desenlace previsible.

V.

               En estilo ameno y directo, con una prosa elegante, personajes bien construidos psicológicamente, escenas oportunas y diálogos que confieren solidez a la obra, Hardy entrega una novela costumbrista donde exhibe los problemas que surgen de la naturaleza del amor, la esencia del deseo y las imposiciones que regían las conductas sociales de su tiempo. Una lectura amable y entretenida.